Indiscutiblemente
que AD, y COPEI también, eran unos partidos supremamente disciplinados,
sobretodo cuando se trataba de guardar los puestos o cargos y los “bozales de arepa”; era una disciplina a conveniencia.
Estamos
notando que el nuevo PSUV, también está naciendo con visos pronunciados
de disciplina pero al estilo adeco o copeyano, a conveniencia para
obtener alguna ventaja personal.
Disciplina
en AD o COPEI implicaba complicidad, silencio y sobretodo un
comportamiento ovejuno, era una especie de castración del pensamiento o
una transformación en eunuco, pero a enteres.
Lo
dicho anterior quiere decir, que los revolucionarios somos anárquicos y
odiamos la disciplina o le negamos vigencia o virtud a la disciplina.
No, para nada.
Los
revolucionarios entendemos la disciplina, no para acallar las críticas o
el libre juegos de las ideas o para castrar el ejercicio de la
democracia interna, no; los revolucionarios entendemos a la disciplina
como algo consciente y no impuesto; la disciplina para ser real debe
partir de adentro del ser y no es impuesta.
La
disciplina la entendemos los revolucionarios como la realización de los
actos mas heroicos y de los desprendimientos y sacrificios mas grandes,
en aras del ideal del socialismo, ideal supremo de la humanidad.
Disciplina, la entendemos como el tener que enfrentar al imperialismo,
actividad de alto riesgo, por lo criminal y represivo que es este
sistema global neoliberal. Entendemos a la disciplina, como el acto de
desprendimiento hasta de la familia y de los seres queridos si fuere
preciso para efectuar tareas en condiciones difíciles, así entendemos
los revolucionarios la disciplina.
Disciplina
no puede ser quedarse callado, no criticar, por conservar un puesto o
por aspirar a uno, esa, mas que disciplina es ser ovejuno o actuar a
conveniencia o bajo ideales de beneficio personalista. No criticar al
jefe o al dirigente porque el me dará una recompensa, es la
degeneración de la disciplina que implica valor, honor, sacrificio.
La
disciplina adeca era mas que todo complicidad, era un componente basico
de la sociedad de cómplice de la IV Republica, era la forma de
convalidar sinvergüenzuras y corrupción.
Los
revolucionarios, que insurgimos en contra del Puntofijismo, uno de los
aspectos que mas odiábamos de nuestros enemigos naturales, la derecha,
representada políticamente en AD y COPEI, era la falsa disciplina que
los hacían a todos cómplices de los peores actos de barbarie y las
peores tracalerias y robaderas que automáticamente tenían que salir en
su defensa, los “compañeritos” por la célebre disciplina partidista;
aclaro, eso no es disciplina de verdad, eso es complicidad, es
alcahuetería, silencio culpable y cómplice.
LOS EX ADECOS Y EX COPEYANOS, SON LOS MAS “DISCIPLINADOS”
Lo
digo por los militantes chavistas, los mas disciplinados, y los que mas
buscan cargos y beneficio personal, son precisamente los ex militantes
de los partidos de la IV Republica, ellos aprendieron a “negociar”
apoyo incondicional a cambio de cargos, contratos, becas o alguna otra
dádiva para si o para algún familiar y dentro de ese apoyo
incondicional estaba la disciplina mas férrea, por supuesto mientras
estuviese garantizado el cargo.
La
prueba mas patética de que los adecos y copeyanos no eran ningunos
disciplinados férreos, lo tenemos días antes de perder las elecciones
de 1998, allí cuando vieron que perdían el poder y sus consecuencias
como cargos, prebendas, etc, optaron por mandar la disciplina al zipote
y nombrar un candidato extra partido, defenestrando al “caudillo” y a
la bella Irene, para ver si lograban detener la avalancha de Chávez,
obviamente no lo lograron, pero quedó demostrado que su disciplina era
a interés, a conveniencia, Esa no debe ser la disciplina de los
revolucionarios.
Si
el PSUV, repite la conducta de la “disciplina” adeca-copeyana, en sus
seno militaran los oportunistas, los trepadores, los vividores, los
buscadores de cargos y las mentalidades mas endebles ideológicamente.
Los aguerridos, los que siempre están aprestos al sacrificio y a la
lucha, que es el personal “natural” de toda revolución, son
anti-ovejunos, detestan al hombre o mujer que doblega sus ideales por
un mendrugo de pan o una recompensa, le pasara lo mismo que AD y COPEI,
cuando suene la alarma roja de peligro máximo saldrán despavoridos a
venderse al mejor postor y traicionarán al partido por salvar su
pellejo.