La Habana.5-8 de Mayo 2008
Resumen de Ponencia:
El debate sobre la explotación del
trabajo
En el proceso
revolucionario venezolano he venido planteando la necesidad de definir el
carácter del socialismo que queremos construir, particularmente sus rasgos
anti-capitalistas. Ya es un lugar común decir, que no está claro cómo va a ser
ese socialismo y hay que inventarlo, pero también hay cierta firmeza en señalar
que hay claridad e identidad sobre lo que no queremos. Igualmente se ha
parafraseado la transición indicando que lo viejo no ha muerto y lo nuevo
apenas está naciendo. En este proceso inédito no falta quien crea que todo
vale, que hay que inventar desde cero. Sin embargo, en esta apertura para
la búsqueda y la creación postulamos algunos puntos de partida,
demandando el desarrollo de una metodología participativa e implicante,
construyendo espacios y escenarios para la discusión; de igual forma,
planteando sistematizar y socializar los contenidos del debate( líneas de
investigación, talleres-foros, encuentros e intercambio de experiencias,
publicaciones ) siendo todo esto una especie de profilaxis contra el
eclecticismo y el oportunismo ideológico..
En este marco de la cultura del debate hemos estado planteando la urgencia de delimitar algunos matices ideológicos en el seno de los revolucionarios y las revolucionarias de Venezuela y hacer transparente nuestras diferencias como una contribución en la profundización del debate, para poder salir de los lugares comunes y las frases de ocasión. Es decir, colocar al mando “la fuerza del argumento”.
A
propósito de
En esa dirección,
sostenemos que la superación de la enajenación del trabajo, resolviendo
la contradicción entre trabajo abstracto-trabajo concreto, valor de uso – valor
de cambio (dicotomías que se materializan en el proceso de
valorización-acumulación capitalista), es un objetivo estratégico de la
construcción socialista. En tal sentido el planteamiento de
- Incorporar otra visión de la productividad, que no persigue la obtención de excedentes como un fin en sí mismo, sino el predominio del trabajo concreto y los valores de uso en función de necesidades radicales.
- Redefinir los puestos de trabajo y la jornada en su conjunto.
- Superar el despotismo de fábrica y las jerarquías, rompiendo el monopolio del saber.
- Impulsar otro paradigma científico – técnico, fuera de la lógica de la acumulación capitalista.
- Reducción de la jornada de trabajo y cualificación del tiempo
libre
Carlos Lanz Rodríguez
1 de Abril de 2008