La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases” Carlos Marx.
En la primera parte de este mismo artículo nos referíamos a la errada posición teórica que mantiene el actual vicepresidente del PSUV, compatriota, G/R Alberto Muller Rojas, y que manifestara en ocasión de una entrevista que concedida al periódico alternativo Proceso, en su edición N° 37. En ella, el general Muller sostiene que “En Venezuela no existe Lucha de Clases” y continua diciendo: “menos en un país que no esta industrializado, capitalistamente desarrollado” para Muller, lo que existe en Venezuela “es una confrontación entre segmentos que no son clases sino estamentos y corporaciones”. Refutar esta idea de Muller expresada antes del referéndum nos permitirá comprender la posición actual de otros de sus colegas, pero además, también nos permitirá despejar algunas nubes que contribuyen a oscurecer y a tergiversar el discurso profundo y genuinamente revolucionario del Comandante Chávez.
Decíamos también que tal posición o confusión teórica de este compatriota niega tajantemente a la Revolución Bolivariana -que creemos no es su intención-, e incluso, también negaba la historia de nuestros pueblos o “la historia de la humanidad”. Expliquemos.
Es en la consciencia donde se dirime nuestra batalla, y es el Comandante Chávez el único catalizador de consciencia de clase en el pueblo. Nuestra revolución ha definido una posición ideológica clara. Hoy nadie posee dudas de que el proyecto bolivariano se encamina hacia la construcción del Socialismo. Si nuestra revolución es verdadera; es genuinamente socialista, por tanto, su única ideología corresponde a la Clase Obrera. La consciencia proletaria, revolucionaria, socialista o como deseemos llamarla, se enfrenta hoy a la consciencia de la sociedad burguesa imperante (del Capitalismo como su sistema económico). El pueblo que apoya la revolución ha adoptado, o mejor dicho, se ha aliado -o está en proceso- a su propia ideología.
Nuestra lucha de clases se desarrolla en el plano de la consciencia. La burguesía puja por recolonizar las mentes del pueblo e imponer su ideología a las mayorías, y los revolucionarios por liberarlos. En conclusión podemos decir que, es el Comandante Chávez quien encara la Lucha de Clases en la Revolución Bolivariana y no es la Clase Obrera organizada. Decir que en Venezuela “No existe Lucha de Clases”, es negar la confrontación que vivimos en el país; es negar la realidad. Es igual que decir que “en Venezuela no existen enfrentamientos con la clase desplazada del poder”; que ellos y nosotros somos iguales. En otras palabras, aceptar esta equivocada tesis del Muller es negar la ideología de nuestra revolución, y a la vez decir que pertenecemos a la misma corriente ideológica de la burguesía. Es también igual que indicar que lo nuestro es una simple pugna por conservar el poder del Estado. Es un puente a la conciliación.
Respondiendo a esta misma idea, y en una extraña mezcla de “la gimnasia con la magnesia”, Clodosbaldo Russián, contralor General de la República, expresó en una entrevista al Diario VEA, el día 18/02/2009, que: “comparte el llamado del Presidente Chávez, a declararle la guerra a la corrupción y (...) sostuvo que han trabajado en la creación de conciencia a través de la formación de hogar, porque la corrupción es perfectamente derrotable y ello se puede lograr disminuyendo la confrontación entre clases sociales.”
Esta misma idea es celebrada por José Vicente Rangel, José Albornoz (PPT) entre otros quienes dentro de la dirigencia del gobierno han manifestado y mantenido una histórica postura de llamar a la conciliación con los sectores de la clase política de la burguesía desplazada del poder. A esta posición la canalla burguesía ha sabido aprovecharla para el chantaje político. Para el abrazo de la muerte, hoy nos exigen sean liberados de prisión los criminales a quienes dicen: “son presos políticos”. Además, exigen sea anulado también los procesos legales contra el corrupto alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales y otros.
Lo que Muller, Russián, Rangel y Albornoz no entienden es que, cuando el Presidente habló de tender puentes*, no se refería precisamente a conciliar intereses con el enemigo. Menos a ceder espacios del poder dentro del Estado a los dirigentes de la canalla para que continúen golpeando con su látigo al pueblo. Entendimos que el Comandante se refería a tender puentes solo con aquellos sectores “productivos” privados que deseen invertir sus capitales en el país. El llamado es para que acepten el gobierno que el pueblo se dio. No es un llamado hacia la conciliación.
La ideología de la burguesía, al parecer, ha conseguido un punto de apoyo dentro de la revolución. Esta canalla pretende igualarnos a ellos; al pasado, para manipular al pueblo y decirle que ahora, después de la Enmienda, que ellos están listos para la reconciliación, pues, ricos y pobres somos los mismos. Pero olvidan Muller, Russián, Rangel y Albornoz que la burguesía y el proletariado (trabajadores, obreros, campesinos, etc.) son 2 clases antagónicas y sus intereses son irreconciliables. La mayoría del pueblo quienes se identifican con el proyecto político del socialismo no puede conciliar intereses con la clase que la enfrenta y busca arrebatarle su poder. Olvidan que la conciliación es traición al socialismo.
La pasada batalla por la Enmienda develó aun más al pueblo que las clases históricamente han estado siempre enfrentadas; que este enfrentamiento es el motor que mueve la historia y que alimenta a todas las revoluciones. La agudización de las confrontaciones entre las clases sociales nos dice que estamos en revolución, de lo contrario ésta estaría perdida. La única manera que este enfrentamiento cese, es cuando dejen de existir las clases sociales. La burguesía es como el alacrán que siempre intentará clavar su aguijón en la espalda del pueblo inconsciente o desprevenido. Es su naturaleza.
* Entrevista al Comandante Chávez, 15 de febrero de 2009
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