Camarada Willian Izarra, mis saludos. Soy Raul Bracho,
colega en el oficio cotidiano de leer y de escribir y que hoy empecé
con la lectura de tu artículo en Aporrea "Trascender el Marxismo", Camarada Willian Izarra, mis saludos. Soy Raúl Bracho,
colega en el oficio cotidiano de leer y de escribir y que hoy empecé
con la lectura de tu artículo en Aporrea Trascender el Marxismo, http://www.aporrea.org/ideologia/a74563.html el que me gustó mucho en en su contexto general, pero cuyo título me hace referirte algunas reflexiones.
Yo hubiera preferido leer "Practicar el Marxismo" que "trascenderlo",
pues entiendo el marxismo no como una ideología, que es lo común en
mucha gente, sino como una ciencia. Esa hermosa ciencia de la
dialéctica que tu mismo expresas a lo largo de tu escrito. Eso es
marxismo, todo lo que dices en tus palabras es la ciencia de la
dialéctica entre la teoría y la práctica.
En verdad que quiero contagiarme un poco de tu optimismo.
En
verdad que es ideal que sea nuestro pueblo quien escriba
protagónicamente estas hermosas páginas, junto a tantos otros pueblos,
indígenas, campesinos, trabajadores, estudiantiles, a lo largo de
nuestra América, que sea la marcha de todos quien determine la nueva
sociedad, luego de este período que yo llamo de "transición" en nuestro
obligado y novedoso nuevo modelo de "revoluciones democráticas",
donde por un período que sabemos cuando comenzó pero todavía no
sabremos hasta cuando dure, conviven, en cada una de estas pátrias, la
sociedad vieja, despojada del poder, con su carga de rabia enfermiza y
la sociedad nueva, sin experiencia en el mando de los pueblos, que eran
antes los minoritarios, en el mundo político. Como recuerda
consetudinariamente nuestro Presidente Comandante Hugo rafael Chávez Frías, un mundo que tiene que terminar de morir y otro que tiene que terminar de nacer, en las palabras de Gramschi.
Ciertamente
es hermoso este renacer de los poderes creadores del pueblo, al que
tanta fe profesó nuestro Aquiles Nazoa, esta toma de conciencia.
Pero
no será tan fácil, como nunca ha sido fácil ninguna revolución,
violenta, o pacífica como las nuestras, pero que no dejan de tener un
enfrentamiento entre dos maneras opuestas de enfrentar la vida. El
capitalismo, no es solo el mercado de consumo que nos asedia desde los
anaqueles de las vitrinas o desde los televisores gigantes con pantalla
de plasma, el capitalismo tambien va por dentro, el pasado no está
solamente sentado frente a sus butacas de Fedecámaras o sus cámaras de
Globovisión, también lo llevamos por dentro.
Cada
Gobernación, Alcaldía, Ministerio o despacho público, no es una puerta
abierta para que el campesino de Yaracuy, el pescador de Sucre, el
trabajador de la industria petrolera, o el técnico en informática,
tengan libre acceso para producir, como debiera ser, el SSXXI, como tu
lo escribes. Pero también todos nuestros organismos gubernamentales,
llevan por dentro la lucha dialectica de lo nuevo luchando contra las
fuerzas de resistencia y muchas veces en las que todo este pueblo
creador acude a estas instancias nos encontramos con funcionarios que
mantienen la vieja y burguesa costumbre de trabajar para su jefe
inmediato y su institución, en búsqueda de aprobaciones y de su imagen
personal, antes que entender que todos y cada uno de ellos están allí, en esos cargos es para trabajar, dedicada y exclusivamente, para su pueblo.
El
Marxismo se trata exactamente de lo que tu expones, no de estar
llevando a la práctica pautas escritas en manuales, sino de que sea la
humanidad en su diario vivir quien a traves de la práctica determine
las nuevas teorias. El marxismo no se acabó cuando Marx escribió su
último libro, el marxismo es la ciencia del Materialismo dialéctico,
donde del entendimiento de las contradicciones se generan las
respuestas.. es lo que tu, quiza sin saberlo, estas describiendo en tu
artículo.
No se si será trascendible o no algún dia, todo es
perfectible y así debe ser, pero de todo ese mundo nuevo que tu
esbozas, lo importante es que entendamos que sin la creación simultánea
del HOMBRENUEVO, sin el trabajo cotidiano de ir
cambiando todo esos valores de egoísmo, de vanidad y de ansias de
riquezas personales, que muchos "revolucionarios" siguen llevando por
dentro y manteniendo escondida en su memoria, sin ese HombreNuevo, tanta poesía y palabras bonitas se nos pueden convertir de nuevo en una terrible pesadilla.
Fraternal y revolucionario saludo y
gracias por renovar mi fe en esta mañana, al encontrar tu artículo en
nuestro espacio de trabajo, de reflexion que es Aporrea.
el que me gustó mucho en en su contexto general, pero cuyo título me hace referirte algunas reflexiones.
Yo hubiera preferido leer "Practicar el Marxismo" que "trascenderlo",
pues entiendo el marxismo no como una ideología, que es lo común en
mucha gente, sino como una ciencia. Esa hermosa ciencia de la
dialéctica que tu mismo expresas a lo largo de tu escrito. Eso es
marxismo, todo lo que dices en tus palabras es la ciencia de la
dialéctica entre la teoría y la práctica.
En verdad que quiero contagiarme un poco de tu optimismo.
En
verdad que es ideal que sea nuestro pueblo quien escriba
protagonicamente estas hermosas páginas, junto a tantos otros pueblos,
indígenas, campesinos, trabajadores, estudiantiles, a lo largo de
nuestra América, que sea la marcha de todos quien determine la nueva
sociedad,luego de este período que yo llamo de "transición" en nuestro
obligado y novedoso nuevo modelo de "revoluciones democráticas",
donde por un período que sabemos cuando comenzó pero todavía no
sabremos hasta cuando dure, conviven, en cada una de estas pátrias, la
sociedad vieja, despojada del poder, con su carga de rabia enfermiza y
la sociedad nueva, sin experiencia en el mando de los pueblos, que eran
antes los minoritarios, en el mundo político. Como recuerda
consetudinariamente nuestro Presidente Comandante Hugo rafael Chávez Frías, un mundo que tiene que terminar de morir y otro que tiene que terminar de nacer, en las palabras de Gramschi.
Ciertamente
es hermoso este renacer de los poderes creadores del pueblo, al que
tanta fe profesó nuestro Aquiles Nazoa, esta toma de conciencia.
Pero
no será tan fácil, como nunca ha sido fácil ninguna revolución,
violenta, o pacífica como las nuestras, pero que no dejan de tener un
enfrentamiento entre dos maneras opuestas de enfrentar la vida. El
capitalismo, no es solo el mercado de consumo que nos asedia desde los
anaqueles de las vitrinas o desde los televisores gigantes con pantalla
de plasma, el capitalismo tambien va por dentro, el pasado no está
solamente sentado frente a sus butacas de Fedecámaras o sus cámaras de
Globovisión, también lo llevamos por dentro.
Cada
Gobernación, Alcaldía, Ministerio o despacho público, no es una puerta
abierta para que el campesino de Yaracuy, el pescador de Sucre, el
trabajador de la industria petrolera, o el técnico en informática,
tengan libre acceso para producir, como debiera ser, el SSXXI, como tu
lo escribes. Pero también todos nuestros organismos gubernamentales,
llevan por dentro la lucha dialectica de lo nuevo luchando contra las
fuerzas de resistencia y muchas veces en las que todo este pueblo
creador acude a estas instancias nos encontramos con funcionarios que
mantienen la vieja y burguesa costumbre de trabajar para su jefe
inmediato y su institución, en búsqueda de aprobaciones y de su imagen
personal, antes que entender que todos y cada uno de ellos están allí, en esos cargos es para trabajar, dedicada y exclusivamente, para su pueblo.
El
Marxismo se trata exactamente de lo que tu expones, no de estar
llevando a la práctica pautas escritas en manuales, sino de que sea la
humanidad en su diario vivir quien a traves de la práctica determine
las nuevas teorias. El marxismo no se acabó cuando Marx escribió su
último libro, el marxismo es la ciencia del Materialismo dialéctico,
donde del entendimiento de las contradicciones se generan las
respuestas.. es lo que tu, quiza sin saberlo, estas describiendo en tu
artículo.
No se si será trascendible o no algún dia, todo es
perfectible y asi debe ser, pero de todo ese mundo nuevo que tu
esbozas, lo importante es que entendamos que sin la creación simultánea
del HOMBRENUEVO, sin el trabajo cotidiano de ir
cambiando todo esos valores de egoismo, de vanidad y de ansias de
riquezas personales, que muchos "revolucionarios" siguen llevando por
dentro y manteniendo escondida en su memoria, sin ese HombreNuevo, tanta poesia y palabras bonitas se nos pueden convertir de nuevo en una terrible pesadilla.
Fraternal y revolucionario saludo y
gracias por renovar mi fe en esta mañana, al encontrar tu artículo en
nuestro espacio de trabajo, de reflexion que es Aporrea.
el que me gustó mucho en en su contexto general, pero cuyo título me hace referirte algunas reflexiones.
Yo hubiera preferido leer "Practicar el Marxismo" que "trascenderlo",
pues entiendo el marxismo no como una ideología, que es lo común en
mucha gente, sino como una ciencia. Esa hermosa ciencia de la
dialéctica que tu mismo expresas a lo largo de tu escrito. Eso es
marxismo, todo lo que dices en tus palabras es la ciencia de la
dialéctica entre la teoría y la práctica.
En verdad que quiero contagiarme un poco de tu optimismo.
En
verdad que es ideal que sea nuestro pueblo quien escriba
protagonicamente estas hermosas páginas, junto a tantos otros pueblos,
indígenas, campesinos, trabajadores, estudiantiles, a lo largo de
nuestra América, que sea la marcha de todos quien determine la nueva
sociedad,luego de este período que yo llamo de "transición" en nuestro
obligado y novedoso nuevo modelo de "revoluciones democráticas",
donde por un período que sabemos cuando comenzó pero todavía no
sabremos hasta cuando dure, conviven, en cada una de estas pátrias, la
sociedad vieja, despojada del poder, con su carga de rabia enfermiza y
la sociedad nueva, sin experiencia en el mando de los pueblos, que eran
antes los minoritarios, en el mundo político. Como recuerda
consetudinariamente nuestro Presidente Comandante Hugo rafael Chávez Frías, un mundo que tiene que terminar de morir y otro que tiene que terminar de nacer, en las palabras de Gramschi.
Ciertamente
es hermoso este renacer de los poderes creadores del pueblo, al que
tanta fe profesó nuestro Aquiles Nazoa, esta toma de conciencia.
Pero
no será tan fácil, como nunca ha sido fácil ninguna revolución,
violenta, o pacífica como las nuestras, pero que no dejan de tener un
enfrentamiento entre dos maneras opuestas de enfrentar la vida. El
capitalismo, no es solo el mercado de consumo que nos asedia desde los
anaqueles de las vitrinas o desde los televisores gigantes con pantalla
de plasma, el capitalismo tambien va por dentro, el pasado no está
solamente sentado frente a sus butacas de Fedecámaras o sus cámaras de
Globovisión, también lo llevamos por dentro.
Cada
Gobernación, Alcaldía, Ministerio o despacho público, no es una puerta
abierta para que el campesino de Yaracuy, el pescador de Sucre, el
trabajador de la industria petrolera, o el técnico en informática,
tengan libre acceso para producir, como debiera ser, el SSXXI, como tu
lo escribes. Pero también todos nuestros organismos gubernamentales,
llevan por dentro la lucha dialectica de lo nuevo luchando contra las
fuerzas de resistencia y muchas veces en las que todo este pueblo
creador acude a estas instancias nos encontramos con funcionarios que
mantienen la vieja y burguesa costumbre de trabajar para su jefe
inmediato y su institución, en búsqueda de aprobaciones y de su imagen
personal, antes que entender que todos y cada uno de ellos están allí, en esos cargos es para trabajar, dedicada y exclusivamente, para su pueblo.
El
Marxismo se trata exactamente de lo que tu expones, no de estar
llevando a la práctica pautas escritas en manuales, sino de que sea la
humanidad en su diario vivir quien a traves de la práctica determine
las nuevas teorias. El marxismo no se acabó cuando Marx escribió su
último libro, el marxismo es la ciencia del Materialismo dialéctico,
donde del entendimiento de las contradicciones se generan las
respuestas.. es lo que tu, quiza sin saberlo, estas describiendo en tu
artículo.
No se si será trascendible o no algún dia, todo es
perfectible y asi debe ser, pero de todo ese mundo nuevo que tu
esbozas, lo importante es que entendamos que sin la creación simultánea
del HOMBRENUEVO, sin el trabajo cotidiano de ir
cambiando todo esos valores de egoismo, de vanidad y de ansias de
riquezas personales, que muchos "revolucionarios" siguen llevando por
dentro y manteniendo escondida en su memoria, sin ese HombreNuevo, tanta poesia y palabras bonitas se nos pueden convertir de nuevo en una terrible pesadilla.
Fraternal y revolucionario saludo y
gracias por renovar mi fe en esta mañana, al encontrar tu artículo en
nuestro espacio de trabajo, de reflexión que es Aporrea.
(*)Fundación HombreNuevo