Esto es así, en razón a que el modo o en todo caso, el tipo de Socialismo que se está proponiendo construir en nuestra patria, está efectivamente en esa fase de inicios de su construcción y por lo tanto, debemos ir inventando sus propios códigos, sus categorías, sus conceptos, ya que las ideas originarias de Carlos Marx, son sólo eso, conclusiones científicas que hay que descifrarlas para adaptarlas a los nuevos tiempos, así como a cada uno de los espacios geográficos y humanos del planeta ancho y ajeno que es la tierra. De allí lo inédito de la resurrección de la propuesta antagónica al sistema que se desmorona en medio de sus propias crisis, económica, política y social, tal cual lo había señalado el mismísimo C. Marx:- “Que de las mismas entrañas del capitalismo habría de surgir la explosión”. Es decir que de las contradicciones que surgen de las crisis periódicas del sistema capitalista, se abren las compuertas para que los pueblos del mundo sean redimidos, incluidos y empoderados del poder que por siglos los mantuvo ajenos al disfrute de la riqueza que es propia de su fuerza de trabajo y que unos pocos, conocidos como Capitalistas históricamente se han apropiado de la plusvalía, es decir la ganancia que genera el producto final.
Ahora bien, seguramente la interrogante obligada:¿Cuáles son las señales que visualizan que efectivamente estamos dando los primeros pasos hacia el Socialismo?- Primero que nada hacer lectura y aplicación de los nuevos códigos que rompen con las prácticas capitalistas, por ejemplo el mandato democrático que plasma la Constitución Bolivariana, de participación y protagonismo donde el soberano, deja de ser un convidado de piedra; al sumir como lo vienen haciendo el poder que hasta ayer estuvo concentrando en manos de pequeños sectores oligárquicos en todos los niveles de la vida República.
Bien lo interpreto el viejo León Trotsky en este texto:-“La tarea histórica de nuestra época consiste en remplazar el descontrol del libre mercado, por la planificación razonable de la fuerza de producción (…) sólo sobre esta nueva base social, podrá el hombre estirar sus músculos cansados, entonces cada hombre, cada mujer, no solo unos pocos elegidos llegarán a ser ciudadanos y ciudadanas con pleno poder”. Y para que esto sea factible, todo revolucionario debe entender, que de lo que se trata, sin duda alguna, es dejar atrás las formas de explotación del hombre por el hombre, para que la distribución con equidad tenga presencia en el accionar de la sociedad, eso y no otra cosa es la propuesta de la nueva sociedad.
(*) Luchador Social