Los ejemplos
más típicos, los tenemos en la administración pública y en
el accionar del partido de la revolución, y es en estos dos espacios
donde vamos a “entrenernos” con la mirada fija en lo que está pasando,
de tal manera que, si se quiere, examinemos un poco por dentro lo que
está pasando y los efectos que eso está produciendo de manera a veces
acelerada y peligrosa.
En el primer
caso, es decir en la administración pública, todos sabemos la proporción
de opositores con respecto a los verdaderos revolucionarios y aquellos
de pinta roja por fuera sumados a los revolucionarios, ello, no sería
tan grave si solo se produjera en niveles bajos y medios, es alarmante
en los niveles altos, donde se cuecen las habas y se toman decisiones
trascendentales, fijense que la peor decisión , lo sabemos, es la que
no se toma y es por allí que está la cosa, dos áreas sumamente importantes
de la administración por su grado sustantivo, son Recursos Humanos
y Planificación y Presupuesto.
Son patéticos
los resultados, no nos hemos preocupado por la organización revolucionaria
y pareciera que los espacios están dominados por el sindicalismo que
aunque se identifica en la mayoría de casos como fuerza bolivariana,
no ejercen la tarea de concientización política revolucionaria de
manera determinante, por otro lado, vemos como la contratación a tiempo
determinado se ha erigido en una costumbre inveterada, lo que ocasiona
incertidumbre y hasta asombro del porque sucede de esta forma, no por
la contratación misma, sino por la ausencia de una política de consolidación
de puestos de trabajo a través de lo que está previsto en la legislación
laboral, como es el caso de los concursos para optar a puestos fijos,
no me digan que es un problema presupuestario que es lo que nos ocupa
para la otra parte del problema o casi callejón de salida para quienes
administran además, el espacio de la planificación y el presupuesto.
Como pueden
ver son dos casos del mismo saco, que nos conducen a la indeterminación
de miles de compatriotas que están en el limbo, aunque la ley prevenga
la estabilidad luego de algún tiempo, lo que representa un vacío de
orden cuartorepublicano en el seno de un gobierno socialista, hemos
venido pagando y caro las indefiniciones o la carencia
de decisión
político administrativa en los ingresos y consolidación de una fuerza
en el seno de la administración pública, un caso específico lo tenemos
en la Alcaldía Metropolitana cuya gestión de Juan Barreto votó en
mi concepto la bola pero de foul interminable y con un triple play electoral
que permitió a un bandido ganar dicha instancia, decirles que aproximadamente
el 80% de los contratados de los siete mil que hubo, eran opositores,
lo que a mi juicio ocurrió por que no hubo una política de ingresos
que sin ser sectarismo ni parcelamiento, evidenció una errada política
de ingresos y más de ello, una conducta de gestión apartada del proceso
revolucionario, amén de las conductas impropias de funcionarios como
el caso de las obras públicas y asistencia social.
Esto ocurre
en la administración pública de manera ostensible y tangible, lo que
nos coloca en minusvalía y subraya un hecho incompatible con el proceso
de cambios, lo que impone una transformación radical en la estructura
y concepción del Estado, la generalidad de Dirección de Recursos Humanos
y Planificación y Presupuesto están concebidos bajo el manto socialdemócrata
y neoliberal, basta ver las pruebas para optar a cargos fijos y el como
se elabora la formulación presupuestaria, ajenos al acontecer nacional
y político, en el caso de Recursos Humanos es evidente la sujeción
a procedimientos de corte tradicional, es decir no ha habido cambios
de visión y misión en cuanto se busquen resultados cónsonos con la
incorporación de sujetos actuantes en el respeto a los derechos laborales,
que comienzan con las deudas o pasivos recurrentes, el pago tardío
de prestaciones sociales, el enorme abismo entre directores y el resto
del personal, más grave aún es la odiosa diferencia en la asignación
de salarios básicos que ocurre con los contratados quines ejercen funciones
iguales a los fijos con salarios siempre por debajo de la norma de clasificación
de cargos, aquello de igual trabajo igual salario es violado de manera
sistemática.
Ahora bien,
en el caso de la organización revolucionaria, faltan muchos revolucionarios
de calidad y compromiso, estamos hablando del PSUV a nivel de batallones,
la media nos dice que la integración de los mismos es muy baja, a que
se debe semejante incongruencia nos preguntamos, comparado con la participación
inicial, entre otras cosas, en mi concepto, los vicios personales y
a veces el arrastre burgués aunque suene disonante conspiran enormemente
en contra de la integración normal de los camaradas inscritos o pertenecientes
a cada batallón, la imposición, el mal trato, la irresponsabilidad,
el exceso de habladuría innecesaria han alejado a muchos camaradas,
lo que se ha traducido en que poca gente adelante los planes y tareas
a seguir. Al respecto, el Congreso del Partido, debe producir lineamientos
y objetivos claros sobre lo que debe ser un militante y un simpatizante
en su perfil, para ello, creemos que la formación política e ideológica
debe ser una prioridad inaplazable y perentoria, que coadyuve a desarrollar
de manera efectiva el contacto social y algo que no debemos dejar de
lado, la inteligencia social.
El presente trabajo es un ejercicio de crítica constructiva, por lo tanto, obedece como señalé al principio a experiencias vivenciales y producto de conversaciones acerca de la preocupación por hacer de este proceso algo distinto donde la influencia de lo que llevamos dentro por razones alienantes, podamos extrañarlas del ser que hemos sido hasta ahora, no es fácil pero hay que hacerlo de manera científica y acertada en cuanto a los métodos que utilicemos.