Este tránsito revolucionario que se desarrolla en el marco democrático ha permitido demostrar el carácter cívico y de respeto a la Constitución y demás leyes de la República. Lo permisivo se convierte en abuso de los sectores de oposición. Y aunque a cada caso y oportunidad se la ha venido dando respuesta es notoria la insistencia intolerable de medios de comunicación, plenamente identificados. La respuesta del gobierno ha sido paciente. Excesivamente paciente, tal vez ante unos sectores rabiosos y desquiciados, que no han podido ni podrán arrebatarle al gobierno venezolano las iniciativas de reivindicación popular que hoy se convierten en bandera y ejemplo para el mundo.
DE PATRULLAS Y OTRAS INICIATIVAS…
Si hablamos de la célula como base organizativa del partido, tengan
la seguridad que allí, a ese nivel encontramos el sentimiento
y la razón de esta revolución. Si funcionan como debe
ser, hay revolución y Chávez para rato. Ocurre que
a diez años de este proceso es incipiente el grado o nivel
organizativo que no cuaja precisamente por un mal advertido mil veces
por los teóricos y prácticos de las revoluciones que hasta hoy
han existido. Se trata del burocratismo. Flagelo
que se ha apoderado de muchos dirigentes al término del comportamiento
típico de adecos y copeyanos. Mezcla de oportunismo, demagogia
y clientelismo. Patiquines engreídos. Preocupante que estén
distanciados de unas bases esperanzadas, que no pierden
oportunidad para criticarlos de manera abierta y franca. Menos
mal que el Presidente Chávez conoce esta realidad y junto a la dirigencia
se ha percatado de implementar mecanismos para frenar esta
notoria derechización. La excelente iniciativa del Sistema
de Formación Socialista Simón Rodríguez y sus jornadas de pensamiento
y reflexión crítica, bien implementadas, estamos seguros
se convertirán en punta de lanza del nuevo y necesario revolucionario
del socialismo del siglo XXI.
juan_azocar@hotmail.com