Quizás en uno de los aspectos concretos, en donde chocan la democracia burguesa o representativa, que fue por excelencia la democracia del siglo XX, lamentablemente, porque si no hubiese sido por tanta traición, errores y meteduras de pata, hubiese sido el siglo de la democracia socialista, en desmedro de la humanidad; pero repito, si existe algún punto en donde la democracia burguesa y la democracia participativa o socialista chocan, es en el asunto del representante o vocero, que no es lo mismo ni se escribe igual.
El representante, es aquella persona, que elige el pueblo o la comunidad, tiene una legitimidad cierta de origen; pero una vez electo, el representante se sustituye en todo lo concerniente a sus representados o electores; se subroga en los intereses de esta, y pasa a ser el “interprete” o la “encarnación” de los intereses de las masas, porque el susodicho representante jamás vuelve por los lares de sus representados, hasta las próximas elecciones, cuando vuelve a pedir el voto, para ser, otra vez, representante y volver, otra vez, a perderse cuatro, cinco o seis años, hacer lo que le da la gana, a “en el nombre y en el bien de sus electores”, y en ese devenir se incluye, vender o negociar al pueblo o la comunidad que lo eligió.
Por el contrario, el vocero o vocera, es de la naturaleza de la democracia socialista o directa, este personaje, aunque también tiene una legitimidad de origen por ser electo por las bases sociales, su mandato es limitado y especifico, como debe ser. El vocero o vocera, una vez electo o electa, sabe que su mandato se cifra a ser el intérprete real y verdadero de las masas, implica, consultar todo con ella, de manera que sus planteamientos ante un congreso, parlamento o convención, no son sus ideas o planteamientos propios, sino que es el producto de una consulta previa con sus representados. He aquí, en esta cosa tan sencilla y práctica, la gran diferencia, en el plano terrenal y concreto, entre la democracia burguesa o representativa y la democracia socialista o directa, entre representatividad y vocería; entre socialismo y capitalismo, que involucra a tres guerras mundiales (Calientes) y una fría, no tan fría, por cierto.
El vocero solo debe llevar al congreso o estrado, en caso de ser magistrado, lo que el pueblo le autorizo y le está prohibido salirse de los patrones de esa autorización popular dada; esto obliga el vocero, estar en permanente contacto con sus electores, tomándoles el pulso y sintiendo el palpitar de sus corazones y más que todo, tomando notas de sus quejas y propuestas, que es lo que él va a exponer en el parlamento o estrado ejecutivo, y de allí no puede salirse o estaría incurriendo en prevaricación.
En el caso de los delegados y delegadas electas, por Ciudad Bolívar, para el congreso ideológico del Psuv, quienes por cierto fueron escogidos en un universo muy limitado, 5000 personas, aproximadamente, nada representativo del partido (80.000 inscritos, aproximadamente) y menos del electorado Bolivarense (210.000 votantes), su papel es el de voceros y voceras y en eso el comandante Chávez ha sido muy claro. El congreso sesionara los fines de semana, ya que entre semana voceros y voceras, estarán tomado nota de las ideas de las bases y solo eso podrán expresar en Caracas, y las sesiones se extendieron hasta enero, ahora el congreso ideológico será nacional de verdad porque el país entero será una discusión ideológica socialista. Ojala y esta vez sí participen activa y entusiastamente los siete millones de inscritos y no solo un reducido grupo a quién una burocracia, con fines de preservar la hegemonía, permite votar.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar