UNASUR y la geopolítica internacional

En nuestros anteriores hemos tratado de orientar en las tendencias y caminos históricos por donde han surcado las políticas que la relación Washington y Poder (Müller Rojas dixit) han diseñado y ejecutado posterior a la unificación del espacio geográfico de lo que hoy se conoce como los Estados Unidos de América (la unidad social, bajo el lema: “american way of life” se fue desarrollando según las relaciones del desarrollo del capitalismo norteamericano tanto a lo interno como en sus relaciones internacionales). Tratamos de comunicar las diferencias en las diferentes etapas que se ejecutaron para convertirse, Estados Unidos de América, primero como potencia en el marco del “primus inter pares” que encabezaba Gran Bretaña; posteriormente, aprovechar las debilidades de los imperios europeos producto de divergencias y enfrentamientos en la relación Gran Bretaña, Rusia zarista y el Continente para imponer ciertas reglas de relaciones en las nuevas etapas que se desarrollaban en las estructuras del sistema capitalista y con ello elevar su nivel de influencia en la política internacional; seguidamente, quizás producto de varias realidades históricas, entre otras: Primera Guerra Mundial; Crack del 29; la Gran Depresión; Segunda Guerra Mundial, logró imponer, definitivamente, “sus normas” en el escenario internacional y tener que aceptar el compartir esa realidad con la Unión Soviética en el marco de la “Guerra Fría”; por último, con la “Caída del Muro de Berlín” alcanzó su sueño dorado cual fue convertirse en el regidor de lo bueno y lo malo en la globalidad terráquea. En ese marco histórico, la intelectualidad norteamericana estudió el “auge y caída” del Imperio Romano con dos lecturas: mantenerse como poder imperial y la descomposición de los paradigmas de la relación Poder-Imperio versus los “bárbaros” (emigrantes) con la consecuente “caída” del Poder Imperial; por ahora, “lloverá y veremos”.

Tratemos de salir del “cul de sac” caminando por los “caminos verdes” de la especulación subjetiva (sic) viendo cómo se va complicando el juego de la “ruleta rusa” con la que se viene desarrollando la crisis del capitalismo que pareciera va mas allá de la “crisis capital-trabajo” para atravesar abismos estructurales de necesaria reingeniería con las consecuencias posibles e imposibles buscando permanecer en los “tiempos históricos” per secula seculorum. Cualquier intelectual del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, estaría especulando al estilo de Rosa Luxemburgo vista las contradicciones que se vienen, no solo desarrollándose, sino también, mostrándose a la sociedad de la “mass media” internacional; por ejemplo, la crisis de la industria del juguete plástico va a afectar al trabajador chino de dicha fábrica, al obrero de Sinopec, al oficinista de la comercializadora china, al estibador de los puertos de exportación sean en Shanghai, Cantón, Hongkong, al director del banco chino que otorgó el crédito solo porque la grave crisis en la Comunidad Europea plus las normas impuestas y por imponer, como órdenes de cuartel prusiano, dictadas por el Fondo Monetario Internacional a, por ejemplo, España (así nos asombre que el FMI imponga “obligaciones” a países del llamado “primer mundo”) afectan la dinámica del “libre mercado”, es decir, al bolsillo del consumidor porque o compra “la papa” para la familia o la familia se sienta alrededor de la mesa a observar el “juguetico” que le compraron al “rey de la casa”.

No somos pesimistas sino realistas; sino, pregúntenle a los sesudos economistas de IESA; a los geopolíticos de la “Round Table” de la “aspiración celestial”; a los dirigentes experimentados de la 4ta República y/o mándenle a Eva Golinger su inquietud quien parece tener “línea roja” con la Revolución. Les vamos a echar una manita. Por ejemplo, que significa en la economía internacional que el “euro” va pa´bajo y el “dólar” pa´rriba en términos de exportación-importación. Pregunten qué significa en profundidad la reciente reunión que se ha celebrado en Beijing entre personeros del Gobierno de Obama y el del Gobierno Revolucionario y Socialista de Beijing. Inquieran sobre el significado de las “drásticas medidas” anunciadas por Su Majestad, Isabel, a sus súbditos británicos como “entremés” antes de los “platos principales” plus el postre que comentan durará la bicoca de 15 años. Si su inglés británico no está al nivel de su inglés mayamero, lean el ABC, El País, El Mundo, Público, de España y verán que todos los españoles están “haciendo leña” de Rodríguez Zapatero llegando a aceptarse en la TVE que el post-verano gobierno de La Moncloa con todo y habitaciones será ocupado por don [Francisco Franco alias] Rajoy y, claro, acompañado [¿dirigido?] por Pepe Mari Aznar y sus derechas escolásticas.

¿Esta crisis es, “estúpidamente”, económica, solamente? Pareciera que en los países de la Comunidad Europea, los sindicatos tendrán que “correr o se encaramarse” a pesar que las líneas editoriales de la democrática prensa del capitalismo ramplón llaman a la “comprensión y diálogo”. Definitivamente, el peso de la Historia les pesa a los europeos; la llamada de los sindicatos españoles al reformismo para evadir las mesuras del FMI, lo que da es vergüenza ajena; Chávez Frías tiene razón, “vacilar es perder”. Ahora es, quizás, un momento histórico para que las sociedades europeas asuman sus responsables roles que la Revolución Francesa aspiró alcanzar: democracia participativa pero el peso de las líneas de la socialdemocracia europea es de importancia histórica y las conciencias consumistas desarrolladas en la Europa post-Berlín no aceptan sino el resquebradizo significado de las “políticas sociales”; son realidades históricas que se ven alienadas a aquel anti-comunismo-estalinista. Esas realidades implosionarán cuando los países de la Comunidad vayan aceptando e imponiendo las políticas del FMI, por cierto, de orígenes localizados en Washington; frente a este escenario, nada de Plan Marshall que ahora se podría definir como Plan Clinton-Gates. Decimos que nada de planes de rescates al mejor estilo de la post-guerra mundial porque Washington está centrando sus atenciones en el Asia Oriental al mejor estilo del Imperialismo del siglo XIX. ¿Por qué Washington ve con “cariño solidario” la devaluación del euro y la fortaleza –aparente- del dólar? En un análisis subjetivo podríamos suponer que en la medida que el euro es barato, las exportaciones de la Comunidad serán más baratas, por tanto, aumentarán y las fábricas “echarán humo”. Básicamente, es la misma política propuesta por el Presidente Barack Obama de promoción de exportaciones con impacto en el empleo, control efectivo del crédito “juguetón” no productivo, y conquista de “nuevos y viejos” mercados; es decir, recomponer al Imperialismo norteamericano.

Decimos que los EEUU de América se han trasladado al Asia Oriental, concretamente, China, Japón, República de Corea, comentarios sobre la seguridad de Taiwan frente a la nueva generación de misiles chinos, coqueteo con Vietnam, seguimiento de las elecciones en Filipinas, y, claro, ir a la trastienda para el apuntamiento norteamericano en la India. Pero ese tablero de ajedrez no es tan uniforme como cuando se expresa por escrito; hay prioridades. Por las declaraciones actuales de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, el Gobierno de Obama está abocado, completamente, a “conquistar China”. Frente a las realidades objetivas, tangibles y medibles de las relaciones económico-financieras entre ambas naciones, China se ve, enormemente, favorecida; es verdad que el Premier chino, Wen Jiabao, ha informado que un porcentaje muy importante de las exportaciones chinas tienen su origen en las fábricas cuyos dueños son inversionistas norteamericanos; aseveración que viene de las más altas esferas del gobierno chino nada fácil de digerir por el piquete que contiene; aun así, el Gobierno de Obama desea y presiona al Gobierno de Beijing para que “compre mas” productos norteamericanos y así lograr buscar un equilibrio en la balanza comercial (sic). Permítasenos referirnos a una corta pero significativa historia asiática. La corte inglesa veía como sus arcas se vaciaban con el pago de los productos chinos que importaba la Corte de la Reina Victoria; encontró la solución aumentando, imponiendo y tratando de controlar el mercado del opio indio en el sur de China logrando que la balanza comercial se tornara a su favor pero las ambiciones del novel Imperialismo británico llevó la situación a una guerra intensa pero muy corta que permitió imponerle condiciones jurídicas, militares y comerciales a Beijing. Es, además de evidente, lógico que las situaciones históricas no deberían repetirse a pesar de la “Crisis del Torpedo” pero tanto el Gobierno de Beijing como el Gobierno de Washington-Poder (Müller Rojas dixit) se han sentado en la mesa de negociaciones, en Beijing, a eso, precisamente, a negociar. El término “restraint” utilizado por la diplomacia de Waichaopu –Beijing- en referencia a las realidades en la península de Corea significa que aquella China del siglo XIX y primera mitad del siglo XX ya no existe gracias a su gobierno socialista; es decir, en términos tanto geopolíticos como en el marco de los paradigmas del Imperialismo, las relaciones internacionales están no solo cambiando sino en estado de perfectibilidad. En ese escenario, es seguro que el tema de las relaciones Caracas-Beijing no fueron tema de primer orden en la mesa de conversa-negociación de Beijing obligando Washington a tener que aceptar la Globalidad en las relaciones globales internacionales; sería el momento para la diplomacia revolucionaria, socialista, bolivariana e internacionalista asumir en mayor profundidad sus políticas solidarias en la Región americana vista las crisis que el capitalismo internacional está adosando.

En esa línea de pensares, Luis Inacio “Lula” da Silva acaba de marcar pauta alcanzado que se suscribiera un documento histórico de difícil rebatir con involucraciones de Brasil, Turquía e Irán que ese anquilosado “Consejo de Seguridad” le resultará difícil de rebatir. Por otro lado, en la llamada Cumbre de Madrid, la voz cantante la llevo Cristina Fernández poniendo “puntos sobre las realidades” mientras que la entrevistadora de “los Desayunos” de TVE, no se tragaba las manidas frases uribistas de la “paz y seguridad” ¿democrática?. Las declaraciones del “peso pesado” peruano, en rueda de prensa, parecían frases post-Lepanto y de aquello de los “guantes blancos para la tropa de Su Majestad”. Dos lecturas geopolíticas: el “realismo socialista del siglo XXI” versus el “consumismo neoliberal de un capitalismo decadente”. Usted tiene la palabra, escoja!



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Miguel Ángel del Pozo


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