Colombia: la culpa de tus “mayores” la pagan tus inocentes

Desconfía de todo lo que veas en este libro o en cualquier otro y mantén la mente abierta.*

Miles de voces se levantaron y seguirán levantándose con los resultados electorales y fenómenos sociales que ocurren en mi Colombia, y muchas voces son buenas, al lado de otras “inocentes” con mala fe que también se pronuncian y dan sus puntos de vista sin profundizar ni hacer un mínimo de análisis del por qué de las cosas.

La prensa de la derecha utiliza titulares y análisis públicos en radio y televisión con el claro propósito de mostrar sus tendencias; congraciarse con sus patrones del norte cómo los serviles que son; informar y animar a los “colombianos” uribistas que son muy pocos en Venezuela, además de sacarle la piedra a muchos venezolanos que sólo leen titulares o escuchan opiniones fugases, y ese titular tendencioso les basta para entender toda una problemática social de hace 500 años. Y también hay voces xenófobas en las filas bolivarianas que disfrazan sus fobias con el celo revolucionario, celo que admiramos muchos colombianos y le tenemos una alta estima. Pero también hay voces camufladas y visiblemente antirrevolucionarias que siembran la discordia con aparentes y buenas sugerencias mientras siembran la dosis necesaria de venenos contra los colombianos que preferimos vivir en Venezuela y la defenderíamos con nuestra propia vida.

Analicemos algunos titulares  que confunden y alienan a todo el mundo, incluidos “revolucionarios”, cuando dice Noticias 24 del 31 de mayo por ejemplo: Revelan que un 69% de los colombianos en Venezuela votó por Santos. Y continúa   diciendo su sesgada información: Cerca del 69% de los colombianos que votó en Venezuela apostó por el candidato oficialista Juan Manuel Santos en la primera vuelta de las presidenciales del domingo, según cifras oficiales divulgadas este lunes. En total, Santos recibió 14.338 votos (68,78%) frente a 4.596 sufragios (22,04%) del independiente Antanas Mockus, su rival en la segunda vuelta del próximo 20 de junio. Sólo un 18,1% del total de 116.400 electores colombianos registrados en Venezuela acudió a votar, según los datos oficiales. Se calcula que en Venezuela viven unos tres millones de colombianos, según cifras extraoficiales¿Dónde está el correspondiente comentario sin sesgo alguno sobre la abstención del 61,9% y del 90% de esos “votantes” que vendieron su voto o que le ofrecieron “arreglarle” sus documentos o etc.? ¿Por qué nadie se pronuncia en aporrea y VTV sobre esos colombianos que no hacemos caso a ninguna elección colombiana mientras en la Venezuela que queremos votamos cientos de miles por el comandante y por Venezuela?

Y el nacional dice: Juan Manuel Santos arrasa con los votos de Venezuela. Más el resto de miasma que todos saben.  Y Globovisión aporta diciendo: Registraduría de Colombia: En Venezuela Santos obtuvo 70.2%.  Ninguno de estas mierdas de “información”  menciona la realidad de la participación de los colombianos en Venezuela. Ninguno menciona que el paramilitarismo también lo tenemos en cada Estado amenazándonos constantemente; ninguno menciona que los ricos y el narcotráfico aportan una considerable suma para comprar los votos de los incautos y los que les importa un bledo su país, y mucho menos mencionan que la embajada y los cónsules de la “hermana República” de seguro tienen sus manos metidas en el correspondiente y natural fraude.

Ahora bien, el total de sufragios por los colombianos en Venezuela fue de 21.000 votos. Siendo esta cifra el 18% de los inscritos en todos el país para emitir su voto. Y ese 18% está muy lejos del 82% que se abstuvo. Y hablando en cifras más claras la cosa es así: son 116.000 inscritos en todo el país y sólo votaron 21.000. ¡Ha! los que dicen que los colombianos en Venezuela apoyamos a Santos con el 62% olvidan a los 95.000 inscritos  que se abstienen. ¡Ha! pero muchos con “buena fe” están puyando el 62% que votaron por Santos. O sea que todavía le resta a ese 21%, el 38% que se le puede sumar al 62% que se abstuvo. En cuanto al voto en Colombia, la opinión pública y la aporreadora, debe saber que en un país que se abstiene en participar en cualquiera de sus elecciones un 52% o más de sus electores, eso indica que esos electores no son engañados por esos gobernantes. Y que todavía se puede deducir que ese 48% que asistió a las urnas, apenas seis millones apoyaron a Santos. Y que si restamos los vendedores de su voto, los amenazados y los alienados, esos 46% de votos del Santo hijueputa, sólo le llegan a menos del diez por ciento. Porque la opinión publica venezolana no ve que 24 millones de los 30 millones aptos, no apoyaron a Uribe y su secuaz Santo. Y todavía hay otras voces como la de la señora Nora Silva del artículo publicado en aporrea el 31-05 -10 con el título “Presidente, se lo Imploro, no hable más de Colombia” que le dice a Venezuela y al comandante Chávez que nos expulse del país. Y extrañándome también, cómo aporrea permite un artículo de estas características, cuando bien sabemos el minucioso expurgue que aporrea hacen de cada artículo o noticia que llegue a su página. Y aporrea que perdone mi irreverencia.

Ahora bien, yo quiero recordarles a los escuálidos y su prensa palangrista y a los “revolucionarios” xenófobos y a los revolucionarios celosos sinceros, por qué cientos de miles de colombianos damos la vida por Venezuela.  

La razón para que cientos de miles o quizás más de un millón de colombianos defendamos con nuestra vida si es necesario, a este glorioso país, al Comandante Chávez y al pueblo venezolano, es porque: “Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era peregrino y me acogisteis; estaba desnudo y me cubristeis"  Así cómo dice Mateo 26 ; 35 nos tratan a muchos, aunque a muchos también por cuestiones de celo, xenofobias inculcadas y la “la mala fama”, algunos compatriotas nos tratan con dureza. Aunque también muchos nos entierran agujas en el alma cuando dicen que sólo de Colombia viene el sicariato, que sólo de Colombia viene el secuestro y otros tantos vicios que el pueblo en sí, no tiene la culpa. El pueblo que tiene que venirse no sólo a Venezuela, sino a muchos países del mundo buscando lo que en nuestro país se nos niega. No negamos que hay muchas cosas muy malas que empañan la gran mayoría de cosas buenas, pero muchos no piensan que diez millones estamos fuera del país desplazados no porque nos dé  la gana. Muchos no piensan que desde hace tiempo, los oficios más degradantes lo hicieron  y todavía lo hacen muchos colombianos. Y que cuando agarran a muchos colombianos cometiendo fechorías hay una gran mayoría de gente honesta y revolucionaria.

Al venezolano común y corriente le es difícil imaginar las penurias que pasamos en Colombia. Le es difícil imaginar que el agua potable es únicamente para el 45% del pueblo, la energía eléctrica para el 40%, el alcantarillado para el 35%, la luz eléctrica de las calles para el 40%, la recolección de la basura para el 30%, el catastro de la propiedad y el IVA del casi 20%. Y le es difícil imaginar que todos estos servicios se cobran con altos e impagables precios en todo el país, porque todos los servicios públicos están privatizados. Mientras que en esta república que viaja segura al socialismo, la gran mayoría no paga y si paga algo, el gobierno subsidia una gran parte. Y lo más increíble, es que a muchos venezolanos “revolucionarios” se les olvida que tiene un país que subsidia el combustible y lo da prácticamente gratis, mientras en Mi Colombia que nos hace venir a ser humillados al extranjero, el litro de gasolina cuesta más de tres dólares y es el pueblo común y corriente quien carga esa cruz.

A muchos venezolanos les es difícil imaginar que en Colombia, la salud es en un 70% propiedad privada y que la gran mayoría de hospitales están en el más completo abandono, y que las empresas de salud son de los capos del narcotráfico, los políticos y  paramilitares;  preguntando con este dato al venezolano si puede imaginar qué pasará con esa salud de los colombianos.

La educación, difícil, muy difícil imaginar que estudiar en Colombia es cuestión de elitismo y que una carrera cómo medicina o ingenierías, cuesta el semestre más de veinte mil  bolívares fuerte o veinte millones de los viejos. Que un TSU cuesta entre diez millones y quince millones y que de cada 100 estudiantes que ingresan a la secundaria sólo terminan 20 y que niños, jóvenes y adultos son excluidos de todo tipo de conocimiento y de la  academia, mientras que en esta Venezuela todos esto es prácticamente gratis y al alcance de todos.

La política, ¿qué es la política para un colombiano? Mientras que esta gloriosa república la política es para todos y todos participan de forma directa o indirecta, la política para un colombiano es algo extraño porque una parte la cataloga como exclusividad de escogidos y otro tanto, que es la mayoría la ve como más peligroso que el narcotráfico.

Y de desplazados y de matanzas de todos los días yo les cuento venezolanos. A muchos nos da risa cuando analistas de todos los calibres hablan de 25 mil o 32 mil asesinados de los partidos de izquierda. No camaradas, son cientos de miles y que posiblemente sobrepase más del millón. Y muchos colombianos sabemos la manera como se han desarrollado esas formas de exterminios. Pero esa es la razón de ser invisibles y seguir luchando con la perdida de nuestras familias y nuestra tranquilidad al momento de venirnos al exterior y venirnos al país que defenderíamos en cualquier momento de un confrontación con cualquier enemigo externo y más de esa… nuestra Colombia, en manos de esa oligarquía apátrida, cruel e hijueputa.

(*)Periodista, escritor y poeta colombiano refugiado en este glorioso país.

(*)Gordon Delamon

¡Patria socialista o muerte!

Chávez es socialismo!

nandopico@yahoo.com



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Hernando Cortés Pico(*)


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