¿Pero por qué los colombianos nos convertimos en anticolombianos? ¿Qué significa para el colombiano desplazado al exterior esa Colombia actual? ¿Vale la pena ser nacionalista de un país que todas sus instituciones están corrompidas por el narcotráfico y los asesinatos del paraestatal sistema? ¿El estigma que atravesamos los colombianos en el mundo por ser colombianos, justifica que sintamos amor y nacionalismo por patria tan mancillada por “colombianos” con mete sionista y yanqui? ¿El nacionalismo que vemos en países vecinos cómo Venezuela, Ecuador y Bolivia, anima al colombiano a sentir y respetar la suya?
Este orgullo de un país que se respete, se inculca en la mente desde la infancia sólo con ver a nacionales mayores defender desde todas las áreas su lugar de origen; los colombianos nos convertimos en anticolombianos porque no contamos con hombres o mujeres que nos dignifiquen en este momento; los pocos que lo han intentado fueron asesinados y el que puede hacerlo ahora, la valentía ambigua no le permite expresarla por lo obvio del terror que vive cuando le amenazan y lo intimidan. El patriotismo se acepta y se hace parte de la vida de grandes y pequeños y se cuenta con toda una gama de justificaciones, el colombiano no tiene justificaciones para hacer patria. El nacionalismo ético, el patriotismo normal, el querer su terruño sin emociones dañinas, con la mente consciente, impide al colombiano normal querer a su país y con esa mente consciente, tratamos de entender ese problema que afecta a los cuatro millones que vivimos en Venezuela y los más de doce millones que viven en el exterior. Los colombianos rechazamos el nacionalismo por esa Colombia mancillada, porque cuando salimos huyendo y fuimos acogidos en la patria de Bolívar, la patria del comandante Hugo Chávez y su pueblo patriota, observamos que en Venezuela se vive un verdadero patriotismo que nos obliga a cuestionar el nacionalismo nuestro y nos obliga a sentir amor por esta patria.
Los
colombianos agradecidos con esta tierra que nos dio cobijo, nos unirnos
al pueblo venezolano para defenderlo en el terreno que nos toque
hacerlo. Estamos seguros que existen algunos pocos países con esta
situación respectos a sus nacionales como pasa con los gitanos en
Europa, con algunos africanos y quizás otros países, pero el problema que nos atañe en este momento es nuestra Venezuela.
Pero también sabemos los colombianos y otros seres humanos que compartimos este desprecio por el país que nos vio nacer, que el comportamiento malvado de esos hombres y mujeres que nos maltratan en lo más hondo de nuestras existencias, es el resultado de esa política macabra y deshumanizada que ejerce los Estados Unidos y sus aliados. Motivo por el cual, también nos convertimos en enemigos acérrimos de ese maldito imperio y sus aliados. Motivo por el cual, los colombianos residentes en el exterior y sobre todo en Venezuela, nos ponemos a la orden del gobierno venezolano, de nuestro comandante presidente Chávez, para que cuente con los cientos de miles de hermanos que daremos nuestra vida si es necesario, para defender la tierra de Bolívar. Para defender el proceso socialista que ya se convirtió en la esperanza de los pueblos oprimidos del mundo.
¡Patria socialista o muerte! ¡Vencimos!
¡Chávez es socialismo!