Lo contradictorio
Tulio Monsalve
Lo menos que podemos apreciar del encuentro entre el Presidente Hugo Chávez y su homologo de Colombia es una notable contradicción. Sorprende, que mientras los articulistas y afamados columnistas dedican toda su furia a agredir de forma reiterada, hasta pintar una visión desoladora de nuestra realidad económica, y para refrendar atosigan con: inflación, deflación, estanflación, o la mezcla de una con otra en un sabroso como sandunguero chiste que termina en burda indecencia y franca insensatez.
Sin pausa ni pudor le agregan a este Menú otras falacias: cucharada de reducción de circulante, triza de escasa monetarización, precaria bancarización, tasa de desfloración de líneas de crédito y pizca de ausencia de oferta de divisas, mas etcéteras, una mas hilarante y sicotrópica que la otra. Este ingenio me hace saber que estamos inventando un nuevo genero de carnaval con picaresca keynesiana.
Todo sugiere que el Presidente Santos como que no lee sus infinitos quejios y de hacerlo, muy poca bolilla y respeto les otorga a estas Pandora alimentadas con twiter.
Pues si así fuera, como se explica, que al primer día de su “gobierno pasa la página”, Santos se embarque en una reunión con Chávez para pedir cacao y clamar por la apertura de la frontera y de esta forma continuar atosigándonos de mercancía.
Surge la contradicción, pues, si como dicen los agoreros y llorones, estamos en ruinas, en bancarrota, ¿cómo se supone que vamos a devenir en compradores?, sobre todo, como pagar la factura que Fedecámaras tiene con Colombia si nuestro país es la ruina y todo se cae a pedazos. Todo anuncia incoherencias, pareciera que algún mamador de gallo como que quiere vacilarse al nuevo huésped de Nariño
Por lo enrevesado que noto el asunto, debo reiterar, ¿si, andamos en ruina y ni Dios nos fía?, y encima nos recuerdan qué nuestros comerciantes le deben plata a los del Palacio de las Panty de Medellin, el asunto se pone tan complejo y macrocéfalo que ni los del IESA lo puedan resolver y menos los Cedisiosos que están ocupados con el nuevo golpe de Estado. Por lo tanto, aconsejo que deberíamos enviarle un libro monumental con todos lo recortes de las notas nuestro escribidores y pedirle a Santos que lo lea, y sepa lo difícil que es pagar con ese panorama de ruina que pintan diariamente nuestros “analistas”. Seria tan cínico como querer cobrar deudas a un Hare Krishna o aumentarle el IVA a los Chilenos, todavía en ruinas o pagarle a Colombia con cheques del Banco Federal.
tuliomon@gmail.com
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