Cuenta la historia de la educación, que un día, cierto maestro del toreo enseñaba a un jovenzuelo las artes de la tauromaquia; entre algunas técnicas que le adiestraba le decía: cuando estés frente al toro, ponte la muletilla a la altura de las guevas, (testículos) no olvides eso porque es la defensa más certera para evitar la cornada mortal del toro. Llegó la primera salida al ruedo del alumno y cuando estaba frente al toro, se ponía la muletilla a la altura de la garganta. El entrenador le gritaba; ¡ponte la muletilla a la altura de las guevas! ¡ a la altura de las guevas, a la altura de las guevas! El torero, frente al toro y con la muletilla en la garganta le contestaba: ¡donde crees que tengo las guevas, donde crees que las tengo!
Lo mismo del chiste, está sucediendo con los intelectuales reconocidos del mundo. Vienen opinando sobre nuestro líder y nuestro socialismo desde el exterior, sin estar dentro de nuestra patria que con valentía y contra todos los enemigos internos y externos, lucha y se fortalece todos los días.
No dudamos que muchos hombres y mujeres de buena voluntad ayuden a nuestro comandante Chávez con sus ideas y sus pensamientos y entre algunos podemos mencionar a Noam Chomsky y otros cientos. Pero respetuosamente les sugerimos seguir haciéndolo sin dudarlo.
Noam Chomsky, con todo el conocimiento analítico que a veces parece independiente y progresista de verdad y otras parece pesimista, alaga las Misiones y otros logros de nuestra revolución, pero…también niega nuestra cosa socialista cuando señala que el socialismo perfecto es esto o aquello.
El socialismo perfecto no ha llegado a cristalizarse en ningún lado no porque el socialismo no tenga todas las herramientas para llegar a serlo, sino porque bien sabe Noam Chomsky y los intelectuales perfeccionistas del mundo, que toda forma que hermane a los seres humanos y trate de destruir al salvaje capitalismo, viene siendo satanizado y atacado con toda la maldad posible donde el asesinato, como mínimo, es una de las formas de combatirlo.
Le recuerdo a los intelectuales del mundo que parecen ser condescendientes con nuestro comandante y presidente Hugo Chávez Frías, y nuestro socialismo que poco a poco se construye en Venezuela, que nosotros somos los que estamos frente al toro del capitalismo, que nosotros somos víctimas de la ignorancia de siglos, de lo mediático y poderoso, de las calumnias bien maquinadas, de la intriga y de toda la mierda que recibe nuestra patria para obstaculizar nuestro camino.
Noam Chomsky y los intelectuales del mundo que a veces alagan nuestra revolución, deben seguir haciéndolo por encima de los errores que puedan cometerse en su construcción. Nadie, absolutamente nadie, tiene ningún derecho a un milímetro de crítica o dudas sobre nuestro rumbo. Un rumbo de apenas doce años, que lucha contra la maldad de los imperios consolidados desde la fundación del planeta. Antes al contrario, buscar las formas de aportar todos los conocimientos que tengan y los que estén por construir, y vacilarlos sin cuestionamientos para ayudar no sólo a Venezuela sino al mundo hambriento de este socialismo.
Ningún intelectual que se respete, puede juzgar la cosa socialista venezolana y tampoco las formas políticas progresistas y humanistas que cualquier líder del mundo trate de construir en ninguna parte del mundo. Libia es un ejemplo; sin un hombre como Chomsky, pone en duda la jugarreta que el imperio y sus socios está cometiendo contra Gadafi y su pueblo, no es de fiar. Chomsky y todo los intelectuales del mundo saben la realidad de lo que sucede en Libia y aunque por ahora nos pinten las cosas negativas sobre Gadafi, en breve tiempo saldrá la verdad a la luz. ¿Cómo van a quedar todos los “progresistas” que condenaron a Gadafi ahora que sepamos la verdad de las verdades y cuando los imperios estén robando y masacrando al pueblo libio?
Así que señores intelectuales del mundo, es hora de definir sus ambigüedades. El mundo conoce y sabe que todos sus males provienen del capitalismo. Y que el socialismo, más allá de la duda del término y su significado, es el único camino que por ahora Venezuela y su líder, toma como bandera y punta de lanza de lo que el mundo reclama a todas las voces sedientas de justicia.
El toro está en el ruedo y los toreros cubren las partes nobles donde saben que las tienen. Los venezolanos sabemos donde las tenemos sin dudarlo. Insto a quienes en verdad nos ayudan con sus ideas y sus inteligencias, a torear el toro aún con la muletilla en la garganta, pero frente al toro.
¡Patria socialista o muerte!
Chávez es socialismo!
nandopico@yahoo.com