El matutino VEA publicó la opinión que desde el Partido Comunista Venezolano –PCV- y el Movimiento Político Tupamaro que se emitieron sobre la “…conformación del Polo Patriótico…” (VEA, 15 de marzo, 2011, p. Política-3). En el mismo texto se refiere la opinión de Diosdado Cabello ofrecida en una entrevista al diario Ciudad CCS (lunes, 14 de marzo, 2011) donde refiere que “…hay gente dentro del chavismo que quiere que Chávez se vaya. Piensan que él es una transición que debe irse para que venga la verdadera Revolución…quieren que el Presidente se debilite…porque esa verdadera Revolución solo saben hacerla ellos…” (Idem). Al finalizar la lectura de estas entrevistas nos trasladamos, inmediatamente, a las realidades históricas que se desarrollaron en China durante el proceso de conformación y desarrollo del Frente Unido Nacional –FUN- que se propuso y constituyó en el periodo referido en el título donde participaron tanto los partidos políticos chinos, el Guomindang, el Partido Comunista Chino –Gongchandang/PCCh-, grupos de diferentes estamentos sociales y la histórica asesoría de la 3ra Internacional –Comintern- . Salvando las distancias con la propuesta del Polo Patriótico por los revolucionarios adscritos a la Revolución Bolivariana, por las diferencias objetivas en los tiempos históricos, las realidades nacionales y antropológico-culturales entre ambos países, China y Venezuela, las experiencias en el proceso revolucionario interno de cada realidad, pareciera que estuviéramos releyendo las investigaciones bibliográficas, hemerográficas y conversaciones que hemos sostenidos durante ya algunos años sobre los estudios históricos de la conformación del Partido Comunista Chino desde la Revolución de 1911 pasando por el 4 de mayo, 1919, las fundaciones de ambos partidos arriba en mención, la Comuna de Cantón hasta el triunfo del PCCh hacia finales de 1949.
En aquellos 38 años de revolución china se conformaron tres (3) frentes nacionales; el primero sobre el cual desarrollaremos estas ideas se constituyó en un proceso político-militar que comenzó en 1924 para alcanzar su finitud en marzo de 1927 si nos basamos en “hechos históricos” según la tesis de E.H.Carr en su libro: “¿Qué es la Historia?”. La segunda vez que se constituyó un acuerdo bipartito se alcanzó cuando la invasión territorial de los ejércitos japoneses inmediatamente al “Incidente del puente de Marco Polo” y del “Incidente de Xi´an” cuando Chiang Kaishek y MaoZedong, bajo la negociación dirigida por Zhou Enlai, alcanzaron un acuerdo para la formación del “Frente Nacional Unido Anti-japonés”, pacto político-militar que concluyó al finalizar la 2da Guerra Mundial en el Pacífico cuando la derrota del Imperio nipón. La tercera vez se propuso la conformación de un frente nacional de acuerdo legislativo para lograr resolver los graves problemas sociales, económicos, militares y estructurales heredados no solo por la Guerra Mundial en el Pacífico sino por aquellos problemas históricos de una República que nunca había podido conformar sus estructuras político-jurídicas lógicas de una republica desde la fundación de la República China en 1911. El fracaso de este último intento de conformar un “frente nacional” llevó a la realidad nacional de China a la “Guerra Civil” con los resultados históricos conocidos.
Una vez ubicados en el tema a tratar, procedamos a proponer ideas a través de aquel interesante proceso histórico que sirvió de modelo para la 3ra Internacional con importante incidencia en otras latitudes y momentos históricos. Las descripciones que desarrollaremos las presentamos, únicamente, como ideas y no como modelos porque cada revolución tiene su propia personalidad y su tiempo histórico rodeado de sus situaciones nacionales e internacionales que, evidentemente, la influyen. Entonces, en ese orden de ideas, comencemos por la última idea, es decir, el ambiente internacional en aquel escenario y las realidades que rodean actualmente a la Revolución Bolivariana.
Cuando la 3ra Internacional propone la constitución del Frente Unido Nacional (FUN) en China, en 1921, por intermedio de sus emisarios, en los sectores progresistas de China, se admiraba a la Revolución Bolchevique entre intelectuales, estudiantes, pequeños empresarios y burguesía nacionalista como la revolución que había liberado a campesinos y trabajadores; en aquellos momentos post-1ra Guerra Mundial, la situación de las 14 Potencias, presentes en China, en sus continentes, era de crisis profunda estructurales y la sobrevivencia de sus futuros como potencias era la de mantener las colonias y semicolonias donde tenían, esas Potencias, presencia efectiva y activa. Ante estas realidades, después de las discusiones entre Lenin y Roy sobre las revoluciones en los países coloniales, se alcanzó en el Comintern el acuerdo de apoyar a los sectores sociales nacionalistas y promover la constitución de partidos nacionalistas y socialistas para conformar un movimiento socio-político que impulsara gobiernos nacionalistas, anti-imperialistas y democráticos; este movimiento debería sustentar su fuerza política en la unión de diferentes clases sociales además de obreros y campesinos que, conjuntamente con los partidos nacionalistas, progresistas y socialistas, llevaran a cabo las praxis necesarias para derrotar las presencias extranjeras en sus países colonizados, constituir gobiernos nacionalistas y rescatar sus economías dependientes de los centros de poder y apoyar los movimientos de liberación nacional que se desarrollaran en todas las colonias. Es evidente que la realidad actual de la Revolución Bolivariana es profundamente diferente a aquellas realidades coloniales.
La conjunción político-histórica con la constitución del PCCh que fuera fundado entre el 21 al 25 de junio de 1921, del Goumindang que realizara su Primer Congreso en enero de 1924 y el apoyo de la 3ra Internacional (Comintern) se pudo alcanzar un acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas chinas para la conformación del Frente Único Nacional. La situación política de China, en aquellos particulares momentos históricos, era la de un país dividido por los “señores de la guerra” (warlords), figuras políticas comparables con nuestros “caudillos regionales”, quienes estaban en sociedades político-económicas con los factores políticos capitalistas chinos y las economías de los diferentes países imperialistas presentes en China cuales habían impuesto “derechos estructurales jurídicamente alcanzados por imposiciones post-bélicas”; “señores de la guerra” con ejércitos propios y con una legalidad jurídica sustentada en un marco jurídico local que les permitía ejercer poderes locales no solo constitucionales sino de actitudes de “pequeños reyezuelos”.
En ese escenario, la perentoria necesidad del Frente Unido Nacional para lograr lo que podríamos calificar como la independencia nacional china de las “Potencias Extranjeras” al mismo tiempo que conquistar la unidad nacional era no solo un objetivo teórico político sino la necesidad de desarrollar una praxis revolucionaria con objetivos específicos como eran: devolver la dignidad nacional al pueblo chino; unificar el país bajo la dialéctica de un gobierno central, fuerte y consolidado en Beijing y gobiernos regionales que respondieran a las políticas nacionales de unidad nacional; combatir el control de las economías tanto las ejercidas por las Potencias como por sus socios, los compradores, convertidos en banqueros; promoviendo a las clases de la pequeña burguesía, burguesías nacionalistas y sectores industriales; alcanzar acuerdos de clase de las diferentes clases sociales chinas incluyendo al lumpen-proletariat bajo las políticas nacionalistas, anti-imperialistas y democráticas (ver texto de Mao Zedong sobre las clases sociales en China para conocer la complejidad de la praxis propuesta tanto desde el PCCh como desde el Guomindang y sus Tres Políticas); y reconocer la necesidad de conformar un ejército nacionalista, anti-imperialista y democrático que se alcanzó con la colaboración de la Rusia Bolchevique, como se la conocía en aquellos tiempos históricos. Ese ejército debería mantener una permanente comunicación con los sectores políticos tanto del PCCh como del Guomintang a través de los denominados como “comisarios políticos” que eran cuadros de los partidos referidos con conocimiento de lo militar; para poder construir esta política fue necesario la fundación de la Academia Militar de Whampoa donde su director fue Chiang Kaishek, quien había asistido a la academia militar en Japón y vivido en la Rusia Bolchevique para conocer, in situ, su proceso revolucionario, y como comisario político, el dirigente comunista, Zhou Enlai.
La conjunción de los tres factores fundamentales del Frente Unido Nacional: los partidos políticos, el ejército nacionalista y revolucionario y las sociedades nacionalistas chinas desarrollaron la praxis de la reconquista militar conjuntamente con un proceso político-ideológico de conformación de cuadros, particularmente, campesinos desde el sur de China, concretamente, desde la provincia de Cantón, hacia las provincias orientales bañadas por el rio Yangtze que es la frontera geográfica natural entre el norte y el sur de China. Las políticas nacionalistas impulsadas por ambos partidos políticos, GMD y PCCh, lograron captar a diferentes sectores sociales en ciudades, pueblos y campesinado en la medida que iban avanzando, triunfalmente, los ejércitos nacionalistas; al tiempo se iban consolidando las nuevas estructuras de poderes locales organizados. Aparentemente, el proceso revolucionario nacionalista “iba sobre ruedas”, entonces ¿Por qué fracasó el Frente Unido Nacional en marzo de 1927?
La respuesta más sencilla es: la conciencia de clase, es decir, la tan manida “lucha de clases”; es decir, la contradicción al imponerse lo “urgente sobre lo importante”; ¿quiere decir ello que tanto el GMD como el PCCh y el Comintern se equivocaron en aquellas realidades objetivas que se iban desarrollando en la medida que iba avanzando el proceso revolucionario nacionalista hacia el Norte? Tres realidades se deberán considerar: la “juventud” de ambos partidos políticos; las contradicciones ideológicas de los cuadros a lo interno de ambos partidos políticos; y, las realidades de un novel ejército conformado por oficiales con “viejos vicios” plus la preparación de “cuadros de oficiales” pertenecientes a las clases medias y altas con conciencia, únicamente, nacionalista plus un ejército de tropa conformado en sus bases por campesinos, lumpen-proletariat, desempleados y juventudes estudiantiles.
Es evidente que el Frente Único Nacional –FUN- fracasó, además, porque se presentaron traiciones sobre la base de las contradicciones a lo interno del proceso político-militar e ideológico. En aquel proceso revolucionario, aunque nacionalista, los sectores de centro y centro-izquierda comenzaron a expresar sus debilidades político-ideológicas por y sobre la base de la permanente propaganda anti-bolchevique, además de los ofrecimientos de progreso socio-económico-financiero y militar provenientes de las “Potencias Extranjeras”, del manifestado respeto de los imperialismos a la conformación de un futuro gobierno nacionalista donde las decisiones de las políticas nacionales serían aprobadas por esos sectores nacionalistas sin, supuestamente, la interferencia “extranjera” como fuera ofrecida y reiterada por las Potencias referidas conjuntamente con las manifiestas “debilidades personales” de los principales actores políticos, el muy escaso y/o el manifiesto desinterés del conocimiento teórico de políticas revolucionarias-evolutivas y la “praxis de lo inmediato”, producto de esa mentalidad “pequeño-burguesa” conjugaron el fracaso del FUN referido. En el marco y desarrollo de aquellos hechos históricos, el jefe militar, Chiang Kaishek, consideró que el modelo bolchevique no era el modelo sobre el cual debería sustentarse un futuro gobierno nacionalista chino. Al tiempo y a lo interno del Partido Comunista Chino se presentaron “fuertes y confrontadas contradicciones” entre los cuadros de la dirigencia no solo por lo variopinto ideológico de sus cuadros dirigentes donde se expresaban diferentes pensamientos políticos: marxistas, liberales, anarquistas, neo-troskistas, históricos sino por el real desconocimiento de las realidades sociales que se vivían en la China de aquellos concretos momentos históricos; además, haber cometido el error político de no haber consolidado las “organizaciones sociales de base” que se iban conformando en el transcurso del proceso político-militar hacia el centro de China como referimos más arriba. Básicamente, aquellos fueron algunos de los elementos que contribuyeron al fracaso del Frente Unido Nacional –FUN-.
Las diferencias entre aquellas realidades en China y las actuales en el proceso revolucionario bolivariano por una, entre otras, razones cual es que el Frente Unido Nacional en China fue un proceso político revolucionario chino hacia la conquista del Poder mientras que las realidades de la propuesta y conformación del Polo Patriótico en el proceso de la Revolución Bolivariana se deberá sustentar en que la Revolución Bolivariana ya ejerce el Poder buscando consolidar el proyecto político sustentado en el Proyecto Nacional.
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