La guerra de cuarta generación mediática acaba de promover su producción del 2011 llamada “Odisea al amanecer”, así se título como una película “hollywoodense” la operación de ataque militar desde el mar y el aire por parte de EEUU junto a sus aliados Gran Bretaña y Francia contra objetivos militares de la nación Libia. Más de 100 misiles fueron enviados a territorio libio con el fin de crear condiciones para controlar la zona de exclusividad aérea en esa nación árabe (lo que implica ataques militares). Esta guerra se inicia con la excusa legal del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para la captura del Coronel Muamar el Gadafi, por no cumplir el cese el fuego, aunque el ataque se produce justo en el momento después del anuncio del Congreso Libio de “alto al fuego”.
La película se repite al punto del mismo libreto de persecución a un genocida con la ironía de un genocidio y atropello imperial, hecho que recuerda la invasión a Irak con la operación tormenta del desierto en busca de armas nucleares y tras la cabeza de su líder Sadam Hussein, posteriormente juzgado y ahorcado junto a su vicepresidente y otros funcionarios públicos. La excusa de las armas nucleares fue una mentira que, hoy día, sigue sumando millones de muertos, heridos y desaparecidos a los que ha dejado la intervención militar imperial en esa nación árabe causadas por orden de George Bush, quien nunca ha sido juzgado por su error pues, como empresario del “oro negro”, logró el cometido de controlar parte del petróleo iraquí manchado de sangre.
Los tres pasos de la “Odisea al amanecer” se cumplen a cabalidad; promoción mediática y satanización del personaje a capturar, legalización mundial por medio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el visto bueno para atacar por parte del líder imperial actual y Premio Nobel de la Paz Barack Obama junto a sus aliados…Las consecuencias de esta guerra crearán impacto mundial, las garras y colmillos de los vampiros del petróleo acechan para tratar de debilitar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y desangrarlos con la inestabilidad de sus precios. La idea venezolana de la defensa de su valor fue ideada por Juan Pablo Pérez Alfonzo, pero aún choca con los intereses norteamericanos en su consumo diario a 20 millones de barriles de petróleo en un total de 75 millones que se producen. Su población representa solamente el 5% del planeta tragándose el 25% mundial de consumo en su modo de vida para crear inestabilidad a la tierra e incumpliendo el Tratado de Kyoto de reducción con los efectos de gases invernaderos como resultados vistos en los cambios climáticos así, el color del petróleo negro convertido a rojo en Libia y el sismo que sacudió a Japón con Tsunami y destrucción de su central nuclear en Fukushima. Esto indica que en cualquier momento la sed imperial también seguirá tras el agua del planeta y otras fuentes de energía para dominarla con su voracidad de consumo capitalista…por ahora, Libia se abrirá a la guerra de las religiones en el Mediterraneo.
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