La "revolución" española

Las comillas son forzosas porque, viniendo las multitudinarias protestas que han tenido lugar en la Puerta del Sol en Madrid, de unos ciudadanos que han rendido culto a una ridícula monarquía que les fue impuesta por un dictador muerto, eso de que "la revolución estaba en nuestros corazones y ahora vuela libre en la calle", está por verse.

De todas formas, y aunque nada sepamos de un movimiento que se autodenomina "democracia real" (no sabemos si lo de real viene por "realeza" o por verdadera), no deja de ser interesante que una plataforma política distinta de los tradicionales partidos adeco-copeyanos que se han repartido el poder allá pueda abrir espacios en la rancia Europa para que otros modelos surjan de la crisis que están viviendo.

No olvidemos, sin embargo, que en el Viejo Continente cualquiera se llama socialista y que revolución no necesariamente está asociada con izquierda; cualquier cambio allá es revolucionario. Así que mejor esperemos a ver de qué se trata el asunto. Personajes como Rodríguez Zapatero, quien sigue obediente el mando norteamericano, y la perla de Felipe González, representan al partido que se define como socialista.

Lo mismo sucede en Francia, donde la esperanza para enfrentar al derechismo que representan Sarkozy y el ultraderechismo de Le Pen y su hija, era el personaje que acaban de liberar en EEUU, bajo fianza de 1 millón de dólares, acusado de delitos sexuales. El hombre fue nada menos que director del Fondo Monetario Internacional. Los franceses también acostumbran usar el término que los distancie de la derecha con bastante ligereza, sin que sus acciones signifiquen, en absoluto, que velan por los intereses de las mayorías.

Volviendo al tema español, y al consiguiente silencio mediático que ha acompañado las protestas, llama la atención la velocidad de propagación de un movimiento hasta ahora desconocido y que en pocos días logró multiplicarse en las principales ciudades ibéricas y amenaza con extenderse hacia sus países vecinos. No podía ser para menos.

España, junto con Portugal y Grecia, está viviendo una de sus peores crisis económicas. El desempleo arroja cifras cada vez más elevadas y el número de inmigrantes que llegaron allá, atraídos por el espejismo de mejores oportunidades y que están regresando a sus países de origen, es alto. Lamentablemente, estos son los que están llevando la peor parte de la crisis porque, después de haber sido vejados y tratados como ciudadanos de tercera categoría, ahora tienen que volver más quebrados de lo que se fueron.

A muchos de los médicos venezolanos que España literalmente nos robó, después de que salieron formados gratuitamente por nuestras universidades, les han rebajado el sueldo a la mitad. Pero esos sí es verdad que difícilmente retornarán. Preferirán vivir comiendo chistorras antes que aceptar que no hay nada como la patria de uno, sobre todo si a esta la gobierna Chávez. Seguirán pelando, pero en Europa.
Según lo habían afirmado sus líderes hasta el jueves, la singular pernocta en la Puerta del Sol durará hasta hoy domingo. Es decir, es una revolución con finalización anunciada. Esperan ver los resultados de su protesta reflejados en los comicios municipales y autonómicos que se llevarán a efecto este día. Ojalá y nos den una grata sorpresa.

mlinar2004@yahoo.es


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Mariadela Linares


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