La indignación contra el capitalismo salvaje, sus creadores y otros derivados cínicos, ya encadena los eslabones en todos los continentes. Motivo que enorgullece al género Humano que castrado por centurias fue sometido por ese 1% de verdaderos desvergonzados.
A más de los indignados que en este momento se concentran en las calles del Mundo y ahora en Estados Hundidos donde se creía tardaría más tiempo por la represión sistemática, siguen llenas las calles de Londres, España, Grecia, Islandia, Chile y pare de contar.
Aunque el capitalismo que hace aguas y sin mechas busca hacer metamorfosis y de seguro intentará comprar las cabezas visibles de todos los movimientos que se indignan por el Planeta; además, de que son monitoreados de cerca con quintas columnas del FBI, sapos y derivados para poner en primera fila uno de los suyos.
No podrán romper las filas del ejército mundial de indignados, no podrán, porque los indignados invisibles del Mundo tienen la esperanza con lo que suceda con los indignados de los países de Europa y de Los Estados Hundidos. ¿Por qué? Porque los indignados eternos no pueden. No pueden los 15 millones de indignados indocumentados que viven en Norteamérica porque serán criminalizados con grandes condenas. No pueden los indignados pobres de los países del “tercer mundo” porque serán desaparecidos, torturados y asesinados. No pueden los gitanos, los negros, los asiáticos, los homosexuales, lesbianas y otros sectores humanos que reprimidos y discriminados, darán razones para su aniquilación. No pueden los millones de africanos que sufren hace siglos y la mayor parte de la Comunidad mundial le es indiferente el nivel de sufrimiento. No pueden los africanos porque para indignarse hace falta estar medianamente alimentados y al menos con mediana salud. Podría seguir enumerando los Dignos indignados eternos porque de seguro que toitomundo sabe quiénes son.
Ahora bien, ¿Quiénes son los Dignos indignados que faltan en las calles de Nueva York, Los Ángeles y etc? Faltan los brigadistas internacionales, sindicatos, rescatistas, ONGs realmente humanistas, veteranos de guerra y todos los minusválidos o lesionados por las guerras, partidos políticos minoritarios de izquierda, centro o ecologistas, movimientos de negritudes y otras minorías entre otras organizaciones que están invisibilizados en los Estados Hundidos.
Y falta ver en carne y hueso a Michael Moore, a Noam Chomsky, Martín Sheen, Oliver Stone. Susan Sarandom, Benicio del Toro, Nicolás Cage, Danny Glober, Sean Peen, Peeter Seeger, Bonnie Rayt, Barbra Streisand, los Hermanos Fonda, Calle 13 y todos los raperos revolucionarios; Ry Cooder, Harry Belefonte, Tim Robins y cientos de artistas que por muchas circunstancias no pueden dar la cara públicamente con sus ideas políticas progresistas. También los deportistas y profesores de todas las áreas y la comunidad indígena estadounidense que ha sufrido la indignidad desde la “conquista”.
Y los más Dignos indignados que deben estar en las calles de Estados Hundidos, son los padres, madres, esposas, hermanos, familiares y amigos de marines, otros militares y personas que “prestan” servicio con sus vidas en el extranjero matando a inocentes a nombre de las multinacionales que los usan con el subterfugio de servir a la patria. Bien lo escribió el Marine indignado en su pancarta y lo parafraseo: “ya conozco a mis enemigos”. Sí, los enemigos del pueblo norteamericano no están en Libia, en Irak, en Afganistán, ni en todos los conflictos y bases militares que el imperio financiero yanqui tiene regadas por el Mundo. Los enemigos del pueblo norteamericano están en las mismas calles cuidados por los indignos y amordazados policías que se convierten en vergonzosos indignos cuando reprimen al Pueblo al que pertenecen.
(*) Periodista