Como es público y notorio el tema de los derechos humanos ha sido utilizado durante décadas, por el gobierno de los Estados Unidos para desestabilizar y derrotar a los gobiernos progresistas que dan muestra de independencia. Al respecto debemos recordar las injerencias estadounidense en las llamadas Revoluciones de colores, el nombre mediático que han recibido una serie de movilizaciones políticas en algunos Estados que conformaban la antigua URSS.
El plan arranca con la creación de supuestas Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanas, en realidad organizadas y financiadas por el gobierno de los Estados Unidos, a través de la CIA, la Fundación Soros, USAID, el Nacional Endowment for Democracy (NED) y otros canales. Así apadrinadas, estas Organizaciones se dedican a denunciar ante las Naciones Unidas, Comisión Interamericana y Corte
Así van creando una matriz en la opinión pública nacional e internacional que califica a dichos gobiernos como violadores de los derechos humanos, y como una amenaza para la democracia. De inmediato, estas Ong’s organizan manifestaciones que se presentan ante los medios complacientes como acción directa no-violentas, acompañado de un discurso democratizador, liberal y pro-occidental. Tales eventos son promocionados por una cobertura mediática que exagera su importancia y su poder de convocatoria, Este plan desestabilizador ha tenido algunos éxitos en Europa Oriental, y ha tenido repercusión en Oriente Medio.
En Venezuela estos planes comenzaron a ejecutarse desde el año 1998, cuando las encuestas daban como ganador al Presidente Chávez. De inmediato fue creada la ONG’S Primero Justicia, cuyos fundadores fueron Julio Borges y Leopoldo López. Antes de 1998, solo existían en Venezuela cinco ONG’S, actualmente existen más de cincuenta dedicadas fundamentalmente a desacreditar al gobierno venezolano ante los medios de comunicación y los organismos internacionales,.
Estos órganos internacionales acríticamente acogen, procesan, tramitan y dan por buenas prácticas todas las denuncias de las ONG’S, actuando con una parcialización que puede ser demostrada fehacientemente con estadísticas. En efecto, la CIDH recibió solo cuatro denuncias de violaciones de derechos humanos, durante el periodo 1967 y 1998, durante los gobiernos de los partidos políticos de Acción Democrática y Copei, cuando se violaron masivamente los derechos humanos. Pero desde 1999 hasta 2011, periodo del presidente Chávez han recibido 33 denuncias. La Corte se inició en 1988 y hasta 1998, recibió una sola denuncia sobre Venezuela, el caso de El Amparo, pero desde 1999 hasta 2011 ha conocido de 13 casos. La Corte va a decidir este año cinco casos de Venezuela, y tiene programado cuatro casos para el año 2012. Continuará el plan perverso en el próximo artículo.