¿Dónde están los indignados españoles?

¿Donde se han metido? ¿se han asustado en cuanto han visto quien ocupa la Moncloa? ¿se han esfumado, se han evaporado? Vergonzoso. Otra vergüenza más, en este caso popular, que añadir a las ya incontables que se suman a diario en este país.

¿Deberemos esperar a que vuelvan a la carga o se reorganicen? No lo creo. Aquel movimiento, que ya es historia, ¿estaba "pensado" para unas condiciones que en realidad no sólo no han desaparecido sino que han arreciado, pero también para unos destinatarios políticos que ya no están? Ahora en su lugar están otros que no harán más que empeorar las cosas aunque tratarán de ocultarlas.

El asunto es que, habiendo desaparecido de la escena callejera la protesta, la reivindicación, la indignación de todos esos miles de ciudadanos en su mayoría jóvenes, y habiendo sido reemplazado el poder liberal por el neoliberal la pregunta es: esos "indignados" ¿fueron reales? o ¿fueron simples mercenarios del partido ganador en las recientes elecciones?

Si de los indignados que lo fueron o lo aparentaron no se vuelve a saber, será otra más de las indignidades de un país cansado de imposturas, de timos, de estafas y de latrocinios públicos; pero también de amaños, de maquinaciones, de manipulaciones, de conspiraciones y de confabulaciones.

¿Cuántos españoles no necesariamente catalanes ni vascos ni gallegos recuerdan a Cernuda que dijo que era español porque no podía ser otra cosa? ¿Cuántos dejarían en el acto de ser españoles si pudieran?

Entre los desfalcos y el latrocinio llevado a cabo por una lista larguísima de delincuentes de la trama Gürtel; la absolución cocinada por un jurado sospechoso de un presidente autonómico a la cabeza de la lista; las estafas y timos de un yerno del rey (y en todos los casos la desaparición del dinero en paraísos fiscales); y el procesamiento del único juez que fue capaz de investigar los crímenes franquistas (una vez terminada la guerra civil) basándose en una norma con rango de ley... este país es para estar sólo en él exclusivamente de visita. Sus paisajes y su naturaleza son bellísimos e incomparables, sus genios y tantas otras individualidades son extraordinarias, pero su historia, su actualidad y las tribus que dominan en ella por los siglos de los siglos no nos hacen más que vomitar.

Jaime Richart
richart.jaime@gmail.com


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Jaime Richart

Antropólogo y jurista.

 richart.jaime@gmail.com      @jjaimerichart

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