Latinoamérica es tierra enemiga para unos países que desean seguir sus historias con narraciones de fábulas y acrecentar las directrices del Fondo Monetario Internacional, (FMI), que ha fracasado institucionalmente en el mundo europeo. El nuevo ejército norteamericano dispersado en colonias y con un asesor psíquico en sus bases de entrenamiento avanza desde el corazón de los barrios para dañar a nuestra población infantil y juvenil, a la vez, para decirnos que adquirir alimentos en las franquicias resulta muy positivo. Es un mensaje muy subliminal que acabó con un gobierno elegido por el pueblo en Paraguay, sin olvidar a Honduras. Nos encontramos, en un país confuso ideológicamente, donde la historia marcó un camino en un proyecto de gobierno democrático, pero, cuyo proyecto fue engavetado por intereses personales y que los medios no lograron activar las alarmas por su detección en el antiguo Congreso Nacional. Ahora no se quejen por un nuevo estilo de liderazgo, no importando su núcleo de poder.
La primavera Árabe, trata de entusiasmar algunas fuerzas derechistas en el Continente Sureño y vienen aplicando un plan de ataque junto a la USAID y algunas organizaciones civiles que les viene dando resultado, luego del triunfo de Evo Morales en Bolivia. Me estoy refiriendo al Plan Tortuga implementado por algunos ejércitos bárbaros en la europa del siglo XVI y por algunas poblaciones asiáticas. Allá, los presidentes de la Región que prosiguen con su manera chamuscada de gobernar e implementando nuevos cuerpos policiales con algunos desertores de la antigua gendarmería ya presuntamente corrupta y organizada en mafias dentro de una asimetría de poder.
Un nuevo tablero geopolítico empieza a tejerse sobre América Latina y la gente no ideologizada empieza a alinearse sobre nuevas fuerzas de poder y, allí vemos las protestas, muchas veces provenientes del semillero del gobierno. Pero, la responsabilidad de estas inferencias proviene de malas gerencias públicas y carencia de un plan piloto de infraestructura que vaya desde lo civil hasta lo militar. La idea mundial de los norteamericanos es debilitar a los gobiernos de occidentes que aúpan la causa pro palestina. Los resultados ya se visualizan gracias a la telemática.
Las reformas hacia países que conforman el ALBA han sido muy lentas, trayendo prejuicios muy latentes. Por eso, de ir más adelante a una VI República podemos pensar en una Constituyente para adaptar al Estado a una normalidad más real, donde el trabajo en equipo es necesario y una sola voz de mando en el cuadro de liderazgo, claro, ya en este caso debería existir un criterio de opiniones.
Solo queda una reflexión, valorizar el mundo intelectual porque es clave del interés político y recapitalizar la inversión privada en márgenes de tolerancia pública. Esto último, revela un largo proceso donde el sistema bancario debe afianzarse en los informes claves para la progresión de un país. Hay rechazo al gobierno de Federico Franco, pero, las criticas pasan y solo habrá un informe de Unasur y Mercosur, todo seguirán normalmente bajo un criterio de sanción, los pueblos deben organizarse bajo una nueva estrategia geopolítica para avanzar en el programa de desarrollo de la región. La democracia en socialismo es una vía de creencia pública,