El mundo no solo se globaliza, las regiones buscan su identidad ofreciéndole a los marchantes y turistas un poco de su dialecto y mercancía autóctona que refleja su nacionalismo, lo que indica una importancia para la historia, dejando atrás el colonialismo, como la época de las Cruzadas. Nadie, puede hacer girar su curso porque la formación política de los pueblos es decisiva como patrimonial. Hay países que parecen imbatibles por su credo imperial y por nuestra miopía política avalamos sus intereses nacionales, políticas fiscales y su implicación más acertada hacia nuestro Continente de una manera plausible y afirmada. Incluso, nos han penetrado con su idioma, fragmentando los procesos lingüísticos que definen el perfil de las personas, como sus vidas. Quienes residen en una Europa periférica desean regresar hacia nuestros lares, como a Estados Unidos, África y Asia, sin olvidar Finlandia, Suiza y Australia. Los líderes ingleses, españoles y franceses olvidaron diseñar una cultura monetaria a través del euro, acostumbrándose al subsidio que el Estado Libio les proporcionaba con Muhammar Gadaffi como jefe del gobierno libio. Ya los europeos escapan al control de la economía viéndose obligados a integrarse al sistema migratorio y ubicación de sus familiares más cercanos. No lograron calar en el pueblo una mentalidad monetaria como de un consumismo correctivo.
Todavía Europa no refleja con orgullo su verdadera identidad, hemos percibido una falsa historia traída en revistas bien formateadas que lograron engullir nuestros sentimientos americanistas. Les falta mucho trazo para lograr una verdadera identidad como pueblo y la utilización de un solo idioma como idea de unificación, simplemente los esquemas burocráticos la robotizaron y despedazaron, donde la religión, monarquía y el extremismo de la derecha dañaron en primer lugar su economía y luego su identidad e idioma.
En el Sur, buscamos nuestro horizonte, basado en un credo cristiano y una fortaleza para el trabajo. Es un compromiso con el país teniendo como base la voluntad hacia el trabajo, el deseo de estudiar y cumplir con los compromisos de la república para lograr una estabilidad económica, dejando atrás los eufemismos. Debemos ir hacia nuestra identidad agraria y comer venezolano. En este sentido, afirmar la soberanía alimentaria logrando que cada venezolano progrese y asuma sus responsabilidades con el Estado.
La lucha por el poder en el Mediterráneo lo activa Estados Unidos junto a AlQaeda y un grupo de mercenarios, que, vienen integrándose a un programa de desestabilización política en la Región, para ir controlando por medio del sistema financiero diferentes anclas que capitalizan el nuevo orden mundial y, cuyo fin es depositar en los paraísos fiscales, todo el dinero recogido por la imposición de tributos y lo proveniente de los créditos hipotecarios validados para la compra de viviendas, embargos y la construcción en sí. Un desajuste en la inversión inmobiliaria ha gran escala, donde la gente mordió el anzuelo en la bonanza española para decapitarse y dañar su propia estructura económica.
La columnista Mariadela Villanueva fue muy explícita en un artículo publicado en un medio comunicacional bolivariano, donde se describe ese principio intervencionista: “La tenaza capital- sionista aprieta con más fuerza. Las grandes corporaciones financieras transnacionales y las dedicadas a la producción y distribución de bienes lícitos e ilícitos están decididas a sacar capital adonde exista”. Bueno comenzaron por Grecia, España, Portugal. Piensan abrigarse en el Sur en un proyecto de derecha que se esta aplicando en europa y el oriente medio. El banco del Vaticano conoce de éstas transacciones, tengamos fe para liberarnos de esta mascarada del grupo Aznar- Clinton-Rajoy.
emvesua1@hotmail.com