Así actuó el día 25 en Madrid ante miles de ciudadanos indignados pero pacíficos que increpaban al gobierno y en general a los políticos. Como en los mejores tiempos del franquismo profundo. Cuando el Fraga Iribarne, ministro se jactaba de que la calle era suya y disponía de ella en consecuencia con el régimen dictatorial del que formaba parte. Así, con tácticas de orden cerrado militar cuya última fase, como todo el que sabe algo del "arte" infame de la guerra, es la persecución del enemigo...
Así, acatando órdenes de la superioridad, esto es, del ministro del Interior, los antidisturbios interpretaron como "disturbio" lo que no era más que una mera manifestación pacífica y autorizada... por esa misma superioridad. Unos cuantos infiltrados para reventar su carácter de pacífica, bastaron para convertir aquello en lo que aquellos buscaban: explicar o justificar el por qué de la dura represión.
Así empieza una etapa por tiempo indefinido, en que la represión típica de las dictaduras estará más o menos presente en el espacio público. Por cierto, el antiterrorismo estadounidense cuyo paralelismo está´en la imaginaria conspiración judeomasónica franquista ya inoculó al mundo capitalista el espíritu de la represión por mera sospecha. Fundada en un ataque al WTC del que la administración Bush fue autora, preparaba perfectamente el modus operandi represivo de los gobiernos neoliberales en los países satélites suyos del capital.:..
Todo ello explica por qué esa táctica de guerra por parte de la policía el día 25. No se contentó con dar porrazos a diestro y siniestro a los que estaban en primera fila, algunos de ellos provocándoles, Persiguieron a quienes consideraban "enemigos", no ciudadanos libres, disparando bolas de goma, y así les trataron. Entraron en la estación de Atocha cargando contra cualquiera que se encontrase allí, aterrorizando a todo el mundo sin hacer distingos. Como la policía franquista y pinochetista, como los bárbaros yanquis…
España tiene actualmente un gobierno que se tilda de ultracentrista cuando le conviene, pero pertenece a la catadura de la satrapía. Los que ordenan y mandan y los que pesan y miden son hijos o nietos de los fervorosos de aquel caudillo que, efectivamente, todo lo dejó atado y bien atado, empezando por la monarquía y el rey.
La mayoría absoluta en el parlamento, la disposición de miles de policías obedientes y la vocación irrefrenable del autoritarismo en el ser humano sin apenas refreno, crea monstruos en la razón democrática... si es que esto es una democracia. Tanto en los que desgobiernan como en el periodismo de los que les amparan y alientan. De aquí que hemos de esperar muchos 25S en adelante. El Franco de la Una, Grande y Libre sigue actuando desde la tumba…
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