¡ Aleluya . tenemos suerte!, hemos sobrevivido a uno de los mas insolentes actos de piratería internacional que la humanidad halla sufrido después de la segunda guerra mundial. Violación sin precedentes en la historia de las chabacanerías diplomáticas internacionales.
Esta operación filibustera no sólo constituye una afrenta y humillación para el mandatario boliviano, sino que viola normas del derecho y envuelve, la paradoja humorística de que se tenga que destapar mundialmente en Austria, lugar adonde se firmó, la hoy violada Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y 1963; y, por supuesto, burla, del hoy aporreado derecho a asilo.
Tanta es la injusticia y violencia contra la nación latinoamericana que obligó una decisión inaudita, al ver -el colmo- la sumisa y eterna arrodillada OEA , condenando el bloqueo aéreo de los países de la Unión Europea al avión del Presidente Evo Morales.
Pero dentro de todo este arrolladora e inesperada crísis que crea este acuerdo continental de la OEA, nos deja pasmados, -una vez mas-, nuestra extrema derecha venezolana. Ahora se escuda en risibles como escuálidas razones para justificar a Estados Unidos y sus marionetas europeas. Que alguno analistas califican de arrastradas y corruptas, dispuestas a hacer la voluntad de la Casa Blanca, a costa de su ruindad.
Pero sumado a las peores afrentas y servilismo expuestas, queda algo mas, y, aunque sabidas, debemos ratificarlas y recordarlas, veamos:
- El corolario de este episodio: pareciera ser, que la humanidad esta dispuesta a revalidar y celebrar, que, hay países nacidos para ser dominados y otros para dominar.
- Sorprendernos ante lo obvio: detrás de esta gravísima violación del derecho de asilo estáel gobierno del sonreído Obama.
- Felicitarnos de tener que participar de otra afrenta, y,apenados, convivir con la idea de queel crimen, no es espiar masivamente a ciudadanos y gobiernos de países amigosy violar la privacidad de todos. El crimen es, oh bizarra sorpresa, revelar estos crímenes.
- Sorprendernos ante la torpeza eindigesta crueldad de Austria, Italia, Francia, España, Suiza y Portugal, al maniobrar un incidente que no dejaría a los europeos, y mucho menos a los latinoamericanos, indiferentes.
- Es ostensible que para todos es preferible maltratar y ejercersalvajismosobre la naciónindígena suramericana que quedar mal con los extralimitados de Norteamérica.
- No olvidemos, es hecho sin precedentes en la historia de la diplomacia internacional. No sólo constituye afrenta y humillaciónpara el mandatario boliviano sino para nuestra américa.
- Que estamos bajo un poder omnímodo, irresponsable e inmoral de esta patria que tiene como sino, el martirio,y, la muerte como fatalidad; y para colmo, se autodenomina,graciosamente, democrática,quevenera ydice respetuosa de la ley, pero, que por la gracia del dólar hace exactamente lo contrario.
- Cómico ver en operación a los Servicios secretos europeos; mas aptos, para calzarse la muerte de un torturado musulmán o linchar un toro con dardos, quediferenciarentre un chisme de la embajada americana y una verdad, como esa, que aseguraba, que Snowden viajaba en el avión de Evo.
- Reírnos también de esos Agentes de la Locadémia de Policía Secreta europea, que parecen no saber que el avión de Evo nunca estuvo en el Aeropuerto de Sheremétievo de Moscú, sinolejos a 43 Km en el de Vnukovo.
- Celebrar la farsa diabólica del error de ver como muchos gobiernos bloquean el paso al Atlántico del avión presidencial boliviano, como muestra consagratoria que deja clara su servilismo y servidumbre al poder norteamericano.
- Hasta el presidente de UE, Martin Schulz, declaróel trato a Evo Morales fue ridículo y totalmente inaceptable..los americanos piden que capturemos a un hombre que ha violado unas reglas, que incumplen.
- En esto, es decir, en las artes de cometer desafueros y luego decir cualquier cosa con los adornos del caso, los diplomáticos y payasos protagonistas del incidente tienen acumulada una enorme experiencia. La TV da fe de esto que afirmamos.
Recordemos este triste suceso, pues en esos resquicios de la conciencia se refugia la dignidad, cuando muchos, pareciera, se regodean en la indignidad.