El desarrollo del Golpe de Estado contra Venezuela “está flexibilizado”, señala Roberto (uno de ellos) Hernández Montoya en su programa dominical “Como ustedes pueden ver”, transmitido la noche de este domingo 15 de febrero.
La frase, aplicada en su momento por el golpista y prófugo de la justicia venezolana, Carlos Ortega, para referirse al paro petrolero que la derecha oposicionista venezolana había decretado a finales del año 2002 en una de sus tantas intentonas golpistas, diseñadas desde el Pentágono para derrocar a la Revolución Bolivariana, luego de la primera victoria para el ejercicio de la Presidencia, en diciembre de 1998, por parte de nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez.
Nuevamente hoy, el imperialismo yanqui, “flexibiliza” la fecha de aplicación de su, tantas veces planificado, Golpe de Estado contra el pueblo venezolano hecho Gobierno Bolivariano y Chavista. En lo inmediato no habrá bombardero Tucano despegando desde alguna de las siete vecinas bases gringas en el vecino país para rociar de muerte varios objetivos objetivos venezolanos, incluyendo la sede principal de transmisiones del canal internacional comprometido con la verdad informativa por el mundo, TeleSur.
Descubierto el más reciente plan golpista, capturados varios de sus ejecutores, fundamentalmente los militares traidores comprometidos en las acciones. Identificados los peones “intelectuales” locales, al servicio del Pentágono, claramente indiciados en la felonía, como Julio Borges, María Machado y Leopoldo López, al descubierto en todas las investigaciones realizadas sobre el caso, que se debía poner en ejecución este mismo mes de febrero, a un año de su más cercano predecesor plan, cuando generaron 43 muertes de venezolanas y venezolanos, cientos de heridos y afectados, además de las destrucciones en las calles donde desplegaron sus guarimbas, ahora entran en la etapa de sus “yo no fui” y de las banalizaciones mediáticas.
Obsérvese cómo el cuadro donde se configura el Golpe de Estado planificado para ejecutarse este 2015, en febrero, conjuga una serie de acciones y de manifestaciones que intentaron mostrar no concatenadas entre ellas, intentando, en algunos de los casos, responsabilizar de las mismas al Gobierno Bolivariano y Chavista y, en particular al presidente Nicolás Maduro, de quien se insiste en todos esos escenarios mencionados. Nos referimos al caso inficionador, sembrador de incertidumbres y asentador de ideología burguesa, como el de los conocidos en lenguaje de calle y comunicador, como los “raspacupos”. Nos referimos a la reaparición de pedigüeños, de los “enfermos de oficio” y “muertos de hambre” que pregonan en distintos escenarios (especialmente en transportes públicos, camioneticas y vagones del Metro) sus desgracias, adosadas a la caotización y supuesto deterioro de los servicios de salud y atención social. Nos referimos también, al caso de las colas estimuladas por los agentes de la guerra económica, quienes acaparan, especulan, desabastecen, como acciones para impulsar rumores y generar desestabilización.
Lo cierto es que las acciones bélicas que el Pentágono había planificado para desarrollar con el uso de un avión bombardero Tucano y con la participación de francotiradores y mercenarios entrenados y pagados por los carteles narcouribistas al servicio del imperio estadounidense, fueron detectadas a tiempo para conseguir abortarlas, desmantelarlas y continuar las investigaciones, asestando, de este modo, una nueva derrota a los enemigos de la Patria de Bolívar y de Chávez.
Pero, la actual victoria soberana de nuestro pueblo y del gobierno que encabeza nuestro camarada Nicolás Maduro, no representa haber vencido las cotidianas, pequeñas e ideologizantes acciones como el bachaqueo y el respacupismo, asociado éste con esa perversa interpretación dolarizada de nuestra economía, como forma de dominación. Hace falta seguir trabajando en unidad, la unidad de las y los patriotas, la unidad de las y los revolucionarios, la unidad cívico-militar, como verdadera y sólida fuerza para conquistar nuestra definitiva independencia y la creación de la Patria socialista.