Puerto Ordaz, 13 de abril de 2015
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¿Para qué sirvió la Cumbre?
Ha servido para que el flamante Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama se oyera a si mismo su discurso. Una copia fiel de los discursos de los otros presidentes que le han precedido. Un discurso lleno de un palabrerío digno de un pueblo llamado “Bobolondia”. Yo estuve atento a lo que dijera este personaje en La Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad de Panamá. Precisamente el país que las fuerzas imperiales invadieron, causando más de cuatro mil muertos y de haber destrozado un barrio popular como El Chorrillo, donde los gringos aún no han reparado el daño a las víctimas, ni los daños materiales a viviendas, etcétera. Obama utilizó a la apertura con Cuba, como una gran cosa, para tratar de marear a los mandatarios, pero se equivocó. Los presidentes de los países más importantes de Latinoamérica hablaron claro y raspao. Desnudando el maniqueísmo del imperio. Mientras tanto el señor Obama no le quedó otra que marcharse a su hotel, a pasar las dolencias de la paliza.
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Barack Obama no gobierna en EEUU
La Cumbre de Las Américas también sirvió para poner sobre la mesa lo que siempre se ha dicho: En Estados Unidos manda la mano negra del imperio, por encima de cualquier presidente, por afroamericano que sea, preñado de buenas intenciones. Obama puede decir misa, pero el brazo opresor del imperio, al final es quien decide qué hacer. ¿Ustedes creen que la apertura hacia Cuba es un regalo del señor Obama? No. Eso obedece a que el imperio se dio cuenta que las medidas de bloqueo económico, entre otras medidas draconianas no había surtido efecto. Se encontraron con un pueblo arrecho. Un pueblo hecho para combatir y luchar hasta morir por su independencia política, social, cultural y económica. Y le dijeron a Obama: “Por este camino no vamos a conseguir acabar con la revolución cubana, busquemos infiltrarnos a través de la normalización de las relaciones diplomáticas, para atacarlos desde adentro”. Esa es la pura verdad. Los yanquis, como dijo el presidente Daniel Ortega, no aprenden y no se cansan de meter la cabeza por donde no deben. Barack Obama es el cínico más grande del mundo. Habla para delante y para atrás. Hoy dice una cosa y mañana dice que eso no fue lo que dijo. En fin, no hay duda que el imperio cada vez más se debilita. La séptima Cumbre de Las Américas, realizadas en Panamá, sirvió, además, para desnudar al imperio. Raúl Castro les dio en la madre al hacer una reseña histórica de las agresiones, invasiones, desestabilización e impulsor de golpes de Estado en la región. Los yanquis no aprenden. Tienen la cabeza dura. A pesar que el mundo está cambiando ellos permanecen anclados en el pasado.
¡Volveré!
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la isla del Burro, en la década de los 60.
teofilo_santaella@yahoo.com