¿"Pifias" en el discurso de Castro? ¿Obama honesto?

En la Cumbre sucedió lo previsto. Los esfuerzos de Obama, sus asesores y funcionarios desplegados por todo el continente, luego "amuñuñados" en Ciudad de Panamá en los espacios donde la Cumbre y eventos paralelos se efectuarían, no pudieron impedir la derrota que ya venía anunciada. Los intentos de Obama, empezando por amenazar a Venezuela para procurar "meterle las cabras en el corral" a los demás gobiernos de esta parte de América, continuados con sus visitas a gran parte de nuestros países, incluyendo el nuestro, donde llegó a última hora Shannon; a Jamaica donde aquél se reunió con la primer Ministro de la isla caribeña y con los integrantes de CARICOM, donde hasta hizo una oferta sospechosa de chantaje, terminaron en un estruendoso fracaso.

Es evidente, como el gobierno panameño, cuyo presidente, es justo reconocer, estuvo entre los 33 dispuestos a votar una resolución favorable a las peticiones de Venezuela, hizo todo lo posible por crear un estado de cosas antes y en pleno desarrollo de la Cumbre para que Obama no saliese vapuleado ante la opinión pública mundial. En efecto, se otorgó credenciales para participar en eventos oficiales relacionados con la Cumbre a reconocidos terroristas, ONG que procedentes de Miami se autocalificaron como representantes del pueblo cubano, mientras a los auténticos voceros, llegados de distintos puntos de la isla, se les negó tal acreditación.

Lo mismo hizo la autoridad panameña que manejó esos asuntos de la Cumbre con respecto a los venezolanos; a sectores oposicionistas se les entregó credenciales indiscriminadamente para participar en los eventos previstos para esas representaciones, en cambio a los "representantes de las víctimas de las guarimbas", por sólo citar un ejemplo, no.

Se intentó, desde tiempo atrás, doblegar a los gobiernos y representaciones para que cambiasen su posición frente al asunto Venezuela, ya expresada a través de las reuniones del ALBA, UNASUR, OEA, CELAC, para luego cerrar el procedimiento en el curso de la Cumbre.

El asunto Cuba, no es más que un reconocimiento del gobierno de EEUU que la vía y medios utilizados en sus relaciones o anti relaciones con el pueblo y gobierno de la isla no le conducen a ninguna parte; tiene que buscar por otros caminos, los mismos fines, los cuales no abandona ni abandonará porque así es el imperialismo, fue utilizado antes y durante la Cumbre para intentar golpear y aislar a Venezuela, declarada "amenaza inusual y extraordinaria para EEUU", lo que con toda justeza Cristina Fernández, calificó de risible.

Los medios, con Obama como punta de lanza, hicieron todo lo posible para que el asunto Cuba, una cuestión que se viene manejando bilateralmente y avanza al ritmo que ellos han querido, por lo que no era controversial ni prudente que la plenaria tratase sobre el asunto, tomara toda la atención para olvidar el nudo gordiano representado en la controversia Venezuela-EEUU. En lo relacionado con el bloqueo contra la isla, la Cumbre no tenía nada nuevo que decir. Ya todo lo que la diplomacia latinoamericana y mundial tenía que decir sobre el asunto lo dijo. Ya son varias las decisiones de la ONU, lo que es más contundente, contra ese criminal proceder de EEUU contra Cuba, con votaciones de 181 contra 2. Si mal no recuerdo, hasta Canadá misma ha estado entre quienes han votado a favor de Cuba.

Si soñando, menos por lo que ahora viene sucediendo, Obama pudiera haber pensado que en esa Cumbre se votase a favor de EEUU en lo que respecta al bloqueo, con las conversaciones bilaterales que desde diciembre se vienen realizando, era hasta imprudente que la Cumbre abordase ese asunto, salvo celebrarlo como bueno y estimulante.

Pero Obama y quienes le sirven y respaldan hicieron todo lo posible por desviar el debate en la plenaria y la atención del colectivo latinoamericano a través de los medios, los cuales tomaron el asunto cubano, como decimos los cumaneses "por su cuenta".

El discurso de Obama precisamente puso énfasis en esa cuestión, ignoró por completo el asunto con Venezuela, salvo subliminalmente volver a amenazar, diciendo, palabras más, palabras menos, que ellos intervendrían en cualquier caso donde considerasen las libertades amenazadas. Discurso manido, por cierto, de todos ellos. Pero quiso decir también que por eso mismo, el decreto no sería derogado. Del mismo modo se mostró agresivo y poco cordial con Rafael Correa por lo que éste dijo acerca de la prensa, o mejor de los abusos y atropellos de los dueños de los medios, sentenciando que toda la prensa "aún la mala", tenía el derecho de hablar, como si en Ecuador ese derecho estuviese conculcado. La misma farsa que montan sobre Venezuela, donde por los medios hasta se insulta al presidente y se termina diciendo "en este país no hay libertad de expresión". Como si Obama estuviese coordinado o en el mismo coro de los opositores.

Por todo eso y querer tomar lo relativo a las conversaciones bilaterales Cuba-EEUU, como un gesto generoso de este último país, tanto como para hacer de la Cumbre una oportunidad para aplaudir a Obama, Cristina Fernández, con valentía y contundencia afirmó "Cuba no está aquí por una concesión de nadie sino como resultado de sus heroicas luchas por 60 años".

He dicho todo lo anterior para expresar mis dudas por dos expresiones de Castro a lo largo de su discurso, que no pueden ser explicadas con el lugar común de "los cortés no quita lo valiente".

¿Por qué Castro, a un hombre que ha continuado las políticas abusivas y guerreristas de Bush, se ha prestado gratamente a los intereses de los más oscuros intereses del capital de su país, ha agredido a Libia, Pakistán, Afganistán, Siria, nos cerca con bases militares, mantiene la prisión de Guantánamo, observó por televisión como asesinaban a Bin Ladem y por último nos agrede y amenaza con ese vil decreto, le llamó persona honesta? ¿Fue un simple gesto de cordialidad? ¿Pese esa buena intención no pensó el presidente cubano, envuelto en unas relaciones muy particulares con el estadounidense que eso pudiese interpretarse como un aval a Obama y una contradicción con su discurso y ante el asunto Venezuela? ¿Por qué Castro se preocupó por afirmar que todo lo que a ellos le hicieron los gringos desde el momento mismo que bajaron de la Sierra Maestra, nada tiene que ver con Obama? ¿Acaso piensa que éste se ha deslindado de aquello? Los hechos recientes niegan eso. ¿Por qué dudó en decir eso, tanto que manifestó, "este texto de mis discurso le puse, le quité y lo volví a poner"?

¿Por qué Castro, sin necesidad de hacerlo, manifestó que el presidente Obama, por razones de la legislación gringa no podía hacer nada para derogar el decreto contra nosotros los venezolanos? Lean el discurso de Castro y encontrarán esa afirmación. Si eso es cierto, ¿porque no lo dijo Obama? Era a éste a quien correspondía decir eso y no a Castro.

No conozco las intimidades de la legislación estadounidense, pero es obvio que ese decreto viola la Carta Interamericana, los derechos de cada uno de nuestros países y según Germán Escarrá, también una de las enmiendas de la propia constitución de aquel país. En todo caso, bien podía Obama, en caso que lo dicho por Castro, que no debió decir, es cierto, comprometerse a pedir a quien corresponda la derogación del decreto ¿Acaso no ha manifestado estar dispuesto a hacer lo mismo con la suspensión del bloqueo?

¿Además, quién emitió el decreto u orden ejecutiva? ¿No fue Obama? Siendo así, es a él y teniéndole cerca, a quien estábamos y estamos obligados a pedir #ObamaDerogaDecretoya.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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