No creo que un doctor en ignorancia como yo tenga en alguna oportunidad un hálito de inspiración. Para escribir este artículo, por fortuna, por esas anomalías de la vida, mi entendimiento recibió un cierzo matutino insuflado por Melpómene, la musa de la tragedia y de Elpis la diosa de la esperanza. Reputadas damas pertenecientes a la mitología griega. Esto lo subrayo porque, según todo lo que se conoce a través de la historia escrita, el Sur del planeta se debate entre la tragedia y la esperanza.
La disyuntiva entre el Norte y el Sur está planteando desde hace muchas décadas, tomó auge a raíz de la llegada de Hugo a la política y de otros líderes latinoamericanos desligados del yugo de los amos del Norte. Los norteños miran al Sur como el lugar donde viven los esclavos, los flojos, los borrachos, los ilegales, los espaldas mojadas, entre los denigrantes epítetos que esgrimen para descalificar a quienes de alguna manera sirvieron para el desarrollo que experimentó el Norte y más aún, hoy por hoy, se aprovechan de ellos. Además, en el Sur se localizan las mejores tierras cultivables, el Sur es la factoría donde se localiza la materia prima barata y también, el patio trasero, es decir, el almacén de la basura proveniente del Norte. Pero la prensa jenízara no recuerda que las grandes estafas de humanidad emanaron y emanan de los ricos blancos y cristianos del Norte. Nunca revelan que la principal narcotraficante de la humanidad fue la reina Victoria (UK 1819-1901) quien obligó a los chinos a consumir opio (recordemos las dos guerras del opio), simplemente para que la Real Compañía de las Indias Orientales (propiedad de la corona Británica) se enriqueciera. Estimando lectores, no les quede la menor duda: los males del Sur del planeta provienen del Norte, cuyos dirigentes convirtieron el Sur del planeta en una fábrica de pobreza y de miserias. En Suramérica todo comenzó con la llegada de los oprobiosos españoles.
Si revisamos la economía de la Tierra nos daremos cuenta que tanto las naciones del Norte como las del Sur están gobernadas por ladinas compañías que les importa un carajo la vida de los seres humanos, solo tratan de enriquecerse a si mismo. No les interesa los 1.4000 millones de pobres que malviven en el Sur, los problemas del narcotráfico, las guerras, la contaminación ambiental, entre tantas de las calamidades que asolan a la humanidad.
Para el Norte eso de humanidad no pasa de ser una flaqueza, para los dirigentes políticos y empresariales del Norte lo importante son las ganancias de los poderosos. Lo más destacado para ellos es imponer un modelo económico mediante el cual los países del Norte roben a los países del Sur. Es el Norte el que dirige el mercado, le coloca el precio al café, al cacao, a la caña de azúcar, al cambur y otros productos que no producen. En nombre del desarrollo los del Norte concentra las riquezas en manos de grandes corporaciones y utiliza los caudales que producen muchos para enriquecerse unos pocos
Las causas del empobrecimiento de los pobladores del Sur son diversas, entre las que vale destacar: la deuda externa, el robo de las tierras en manos de las corporaciones agrícolas trasnacionales (Monsanto, Cargil, Nestle, Del Monte…); el arrebato de los recursos naturales (bosques, lagos, ríos, montañas….); la usura de los avaros centros financieros (bancos); el desempleo y los bajos salarios; el comportamiento entreguista de cierto gobernantes; la iniquidad en el reparto de la riqueza…entre algunos de los móviles de la declinación del Sur.
Pareciera que el empobrecimiento de los habitantes del Sur del planeta es algo etéreo y se diluye en el ambiente como un suspiro en el aire. No, la pobreza tiene causas y causantes. Es decir, los promotores de tal situación son los propietarios de las tierras (latifundistas), los comerciantes, los empresarios y los banqueros que en oportunidades les arrebatan las tierras a los campesinos, pagándoles un exiguo precio por sus tierras confiscadas una vez que los despojan de la forma de ganarse la vida. A nivel regional tales empresarios locales imponen el uso de tecnología agraria, creando así una nefasta dependencia del Norte, para esto utilizan el poder político y militar enriqueciéndose cada vez más.
Pero no solo el Sur se desangra consecuencia de lo expresado en los párrafos anteriores. Es harto sabido que muchos préstamos del FMI son utilizados por los gobiernos entreguistas del Sur en la compra de armas (condición de la banca internacional) dejando en segundo término las inversión social en materia de sanidad, educación, vivienda y alimentación. Mientras esto sucede en el Sur anualmente mueren 250.000 niños por enfermedades leves que podría evitarse si se tomarán del gasto militar 3.000 millones de dólares. Solo en EEUU el presupuesto militar del 2014 fue de 800.000 millones de dólares.
El desarrollo del Norte significa el empobrecimiento del Sur. La economía está controlada por las corporaciones industriales, agrarias y prestamistas del Norte, sometida a los especuladores financieros que solo buscan el beneficio de sus empresas. Son ellos quienes determinan las exportaciones provenientes del Sur, son ellos los que le colocan los aranceles a los productos que llegan al Norte, son ellos quienes deciden sobre los usureros intereses de los préstamos, son ellos los fabricantes de las maquinarias que utilizan los países del Sur, ellos son los dueños de la tecnología y son ellos quienes deciden como debe marchar el mercado. Para el Norte el Sur es el gran proveedor de bienes de consumo como café, cacao, te, petróleo, minerales… y así lo están haciendo desde hace siglos. Al Norte no les interesa el desarrollo del Sur, en caso de que esto ocurriera ¿A quién le venderán sus porquerías?
El Norte tiene jodido el Suramérica, esto ocurre desde hace más de 500 años. La clase comerciante subyuga al mundo desde hace 300 años. A esta lo único que le interesa es el dinero o el capital que engendró lo que hoy se llama "capitalismo". Este nefasto sistema político-social-económico solo está interesado en la acumulación de capitales, la inversión y la expansión económica. El capitalismo mide la salud de la sociedad en razón de sus economías, es decir del crecimiento anual de la producción, del ahorro y las inversiones. A los capitalistas les importa una pizca el crecimiento de la marginalidad en el Sur, los derechos adquiridos de los trabajadores, ni tampoco el medio ambiente. Esos hipócritas no creen ni siquiera en el libre comercio puesto que inventan leyes para protegerse entre ellos.
El Norte tiene jodido al Sur porque crea organismo internacionales como el FMI, el BM, la OMC, el GATT para imponerle al Sur las reglas económicas que más les conviene, tales como castigar a los productos provenientes del Sur con impuestos para limitar las exportaciones, o bien enriquecerse extorsionando con el pago de la deuda, la explotación comercial y la penetración comercial. Al final, las víctimas de la voracidad de los capitalistas del Norte son los campesinos, los pescadores, los artesanos y los obreros. En definitiva, los prestamos provenientes del BM se quedan en el Norte, repartidos, una parte para las empresas de los capitalistas que recibirán el crédito otorgado al Sur para construir una autopista, o una fábrica de una compañía subsidiaria de una trasnacional, o una represa construida por una empresa del Norte, (nunca un hospital, ni tampoco una escuela, ni viviendas para los más necesitados y mucho menos para una industria de alimentos) y la otra parte, la comisión que recibirá el gobernante corrupto con cuenta en un banco extranjero. Para los capitalistas los recursos de un país del Sur no son considerados como una riqueza local al servicio de sus habitantes, sino un objeto de rapacería sin importar los perjuicios acarreados.
El Sur estuvo jodido porque existieron hombres como Santander y Páez. No obstante también estuvieron en la Tierra seres como Simón Bolívar, Artigas, Sucre, Urdaneta…quienes les entregaron a sus pueblos fe y esperanzas. El Sur está jodido porque existieron y existen homúnculos abominables y entreguistas como Franco, Pinochet, J. V Gómez, Rómulo Betancourt, Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera y en la actualidad individuos como Luis Almagro, Rajoy, Asnar, Pastrana, Macri, Ollanta Humala, Uribe, Chuo Torrealba, Ramos Allup, Julio Borges, Leopoldo López, María Corina …(sobrinos de Tío Sam) entre tantos lameculos a quienes lo único que les incumbe son sus intereses y para colmar sus ambiciones y no les afecte hipotecar la patria a sus amos del Norte.
Pero la esperanza de los pueblos no decae y la madre natura nos retribuye con hombres probos como Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Berta Cáceres (víctima recién de los capitalistas), Néstor y Cristina Kirchner, Lula, Daniel Ortega…Hombres y mujeres quienes comprendieron que se debe gobernar resaltando los valores de la equidad, la justicia, la sobriedad, la atención a los más necesitados, por encima de la cultura del negocio, del consumismo. Comprendieron que gobernar es garantizar a los habitantes de una nación una vida digna.
El Norte nunca resolverá los problemas del Sur. Para salir de la pobreza que nos acosa desde hace 500 años la única posibilidad es la cooperación Sur-Sur, tal como Hugo lo reiteró muchas veces.