El mundo a través de una urna electoral está haciendo sentir su voz. Desde el "Si" británico votando por el BREXIT – la salida del Reino Unido de la Unión Europea – hasta la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos que es anti-globalista. El mundo se está pronunciando contra la homogenización para convertirlo en un super-estado de difusos y sobrelapados gobiernos, identidades culturales y religiosas y políticas. La elección presidencial de Estados Unidos no fue tanto una elección sino un referéndum sobre la globalización con todas sus malignas manifestaciones: libre comercio, fronteras abiertas y la subyugación de las soberanías nacionales por parte de amorfas organizaciones internacionales.
Desde todos los continentes, existe un creciente apoyo popular para "retirarse" de los artilugios internacionales, desde la Unión Europea pasando por la Corte Internacional de Justica hasta la Organización del Atlántico Norte, OTAN e incluso de la Organización de Naciones Unidas, ONU.
En el mes de agosto de este año, el presidente Duterte de las Filipinas amenazó con retirar a su país de la ONU en lo que fue la primera amenaza de parte de un estado miembro de la ONU desde que el presidente Sukarno de Indonesia retiró su país de la ONU el año 1965.
A los proponentes de la globalización económica y política no solamente les ha sido asestado un duro golpe a través de la elección de Trump en Estados Unidos y el éxito en la elección del BREXIT en el Reino Unido sino también por la decisión que tomó Sudáfrica y otras naciones de África de retirarse de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El tribunal internacional está fuertemente influenciado por la víbora de los fondos de cobertura globales, George Soros, la cual es crecientemente percibida por África como la "Corte Caucásica Internacional" que principalmente ataca a los líderes africanos bajo acusaciones de crímenes de guerra. En el mes de octubre de este año Sudáfrica se unió a Burundi y a Gambia para anunciar que se retiraba de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Irónicamente y de manera embarazosa el fiscal jefe de la Corte era Fatou Bensouda, natural de Gambia.
En el 2015 Sudáfrica fue condenada por la acostumbrada colección de organizaciones no gubernamentales financiadas por George Soros, cosa que incluyó a Human Rights Watch y Amnesty International por no haber arrestado al presidente Omar al-Bashir de Sudán, anteriormente acusado por la Corte Internacional de Justica de La Haya mientras se encontraba de visita oficial en Sudáfrica. Sudáfrica rechazó la interferencia de la Corte en sus asuntos internos y este disgusto con la corte culminó en la reciente decisión de retirarse de la corte.
Un mes después Rusia anunció que se retiraba como signataria del Tratado de Roma del año 2008 el cual estableció la Corte Internacional de Justicia de La Haya, luego de la Conferencia Económica Asia-Pacífico realizada en Lima, Perú. El presidente de las Filipinas, Duterte, también anunció que su país se uniría a Rusia, Sudáfrica y otros para abandonar la CIJ. Duterte señaló que "La corte es inservible – refiriéndose a aquellos en la Corte Internacional de Justicia – Rusia se retiró y yo podría seguirla. ¿Por qué? Porque solo los países pequeños como nosotros son maltratados." Otras naciones africanas están considerando retirarse de la corte. Entre ellos está Uganda, Kenia y Namibia. El año pasado el presidente de Namibia Hage Geingob visitó al ex presidente de Tanzania Jakaja Kikwete con el objeto de solicitarle que siguiera el ejemplo de Namibia y se retirara de corte. Durante una cumbre de la Unión Africana celebrada en Sudáfrica, Geingob declaró, "Algunas personas están diciendo que somos nosotros los que creamos la Corte Internacional de Justicia. No obstante, cuando uno crea algo para que sea una herramienta pero que más tarde se torna en una abominación, tenemos el derecho de abandonarla puesto que ha dejado de servir al propósito para el cual fue creada."
Las victorias del BREXIT y de Trump han entusiasmado a los electorados en muchos otros países para rechazar los artilugios que obstaculizan el ejercicio de los derechos soberanos de la nacionalidad.
El 4 de diciembre de 2016 representa la fecha del punto de inflexión para rechazar las agendas globalistas. Se trata de la fecha de la repetición de la elección presidencial en Austria que se llevó a efecto el 24 de abril de este año, elección en que el candidato anti Unión Europea del Partido Austríaco de la Libertad, Norbert Hofer fue estrechamente derrotado por el candidato pro Unión Europea Alexander van der Bellen del Partido Verde. Resultó ser que 77.900 boletas de ausentes fueron mal contadas en lo que caracterizó una típica elección manipulada por Soros. La Corte Constitucional de Austria ordenó una nueva elección. El resultado de la elección del 4 de diciembre creen los encuestadores que favorecerá marcadamente a Hofer ya que Austria ha sido arrastrada por el oleada que propaga la onda anti Unión Europea que atraviesa Europa. El 4 de diciembre es también la fecha del referéndum para modificar la Constitución en Italia.
El Primer Ministro italiano Matteo Renzi ha puesto en juego su futuro político en este referéndum que si es aprobado reducirá el poder de la cámara alta del parlamento, el Senado y reducirá drásticamente los poderes de las regiones italianas. Renzi ha conseguido el apoyo para su referéndum de parte de la habitual colección de aquellos que no representan a la gente común - miembros del jet set de la elite tales como actores, cantantes, chefs de celebridades, atletas profesionales, directores de cine y otras sanguijuelas del entretenimiento de la sociedad. La campaña para que Montenegro ingrese a la OTAN apoyada por Soros y los propagandistas financiados por la CIA vio a actores, periodistas atletas profesionales apareciendo en comerciales televisivos urgiendo el ingreso a la OTAN a pesar que muchos sondeos de opinión indican que una mayoría se opone al ingreso a esa alianza militar.
Renzi que apoya a la Unión Europea y a la integración, dijo que él renunciará si fracasa su referéndum. Y se espera que fracase ya que los votantes del "No" –se ubican muy lejos en los sondeos de opinión. El 4 de diciembre venidero bien podría pasar a la historia junto al 24 de junio de 2016 las fechas respectivas del BREXIT y de la elección de Trump—como un día escrito en letras rojas cuando los electores rechazaron la globalización. Pronto Renzi se unirá a otros globalistas desprestigiados incluyendo a los ex Primeros Ministros Tony Blair y David Cameron, al ex Primer Ministro belga, Guy Vershoftadt, al Presidente francés François Hollande y a la Canciller alemana Angela Merkel como notas al pie de página de una historia fallida de integración internacional.
Otra importante fecha para el GLEXIT fue el 13 de noviembre. Con los globalistas del mundo aún anonadados por la elección de Trump el 8 de noviembre, cuando llegó la voz que el ex piloto de aviones Mig y pro-ruso, Rumen Radev, político novato, ganó la elección presidencial en Bulgaria. La elección produjo como consecuencia la renuncia del gobierno pro-Unión Europea de Bulgaria. Ese mismo día, los electores de Moldavia eligieron a Igor Badón quien rechazó el acuerdo comercial entre Moldavia y la Unión Europea y propuso ingresar a la Unión Euroasiática patrocinada por Rusia.
Las dos elecciones en países donde Soros ha infiltrado mucho a los medios de prensa y a la infraestructura política con sus acólitos pro-Unión Europea y OTAN, pero la historia y otros indicios señalan que el mundo está rechazando la globalización.
Otras organizaciones regionales orientadas hacia la globalización están también titubeando –derivando permanentemente hacia el desbande. La Asociación Asiática del Sur para la Cooperación Regional (SAARC sigla en inglés) se ha dividido siguiendo líneas pro-India y pro-Paquistán. Recientemente la cumbre de la SAARC a realizarse en Paquistán, fue cancelada luego que la India se negó asistir. Posteriormente a la India se unieron sus aliados Bangladesh, Bhutan y Afganistán. Da la impresión que la organización se encuentra permanentemente dividida con los otros miembros de la SAARC, Maldivas, Sri Lanka y Nepal en oposición a la India y generalmente alineándose con Paquistán.
Otra organización internacional fallida, la Liga Árabe que resulta ser un vasallo del dinero Saudita y del Golfo, demostró su condición de inservible cuando en el año 2011 suspendió a Libia y a Siria como miembros cuando estos dos países tuvieron que enfrentar las revoluciones yijadistas apoyadas por la OTAN. La Liga garantiza también la condición de miembro al gobierno marioneta saudita de Yemen.
Reflejando el retiro de los países africanos de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Venezuela en el año 2013 anunció su retiro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (IACHR sigla en inglés) profundamente influenciada por Estados Unidos que es un artilugio de la Organización de Estados Americanos, OEA con base en Washington DC –vecina de la Casa Blanca. El retiro de Venezuela también significa el rechazo a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) con base en Costa Rica.
La República Dominicana se retiró de la Corte el año 2014. Trinidad & Tobago que de manera admirable marcó el camino hacia el rechazo del denominado "Sistema Interamericano", es decir, la hegemonía norteamericana en el Hemisferio Occidental cuando se retiró de la IACHR el año 1998. La crítica contra la IACHR provino desde Ecuador, Nicaragua, Colombia y Perú.
La Comunidad de Naciones, un anacrónico remanente del Imperio Británico que rejunta y remienda a las ex colonias inglesas y reúne a un grupo de naciones aduladoras de la familia real, ha visto a Gambia a Zimbabue y a Maldivas abandonar a esta tácitamente inservible organización internacional.
El anuncio de Trump en el sentido que Estados Unidos abandonaría el Trans-Pacific Partnership, TPP (Asociación Trans-Pacífico) también asestó un golpe al plexo de la causa de la globalización. El TPP morirá con el retiro de Estados Unidos. El rechazo norteamericano al TPP dejó a otros signatarios del acuerdo tales como Nueva Zelandia y Corea del Sur buscando expandir sus acuerdos comerciales con China en un abierto despliegue de preferencias renovadas para el bilateralismo a diferencia del multilateralismo. Existe un "Nuevo Orden Mundial" pero no el imaginado por los globalistas. Este Nuevo Orden Mundial es de una renovación de la soberanía nacional, cultural y de identidad religiosa y de rechazo a los dictados de una burocracia internacional no elegida.
Traducción desde el inglés por
Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona
Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en