En el 2006 los Presidentes de los países miembros del MERCOSUR suscribieron el protocolo de adhesión de Venezuela al mecanismo, pero no fue sino hasta 2012 cuando pasó a ser "Estado Parte". El proceso fue paralizado en los Parlamentos de Brasil y Paraguay por las oligarquías monroístas, defensoras del proyecto anexionista impulsado por EEUU y opositoras acérrimas al proyecto bolivariano de integración latinoamericana que lideró el Presidente Chávez. Los golpes parlamentarios a Fernando Lugo y Dilma Rousseff aunado a la salida de Cristina Kirchner del gobierno, cambió drásticamente la correlación de fuerzas en el bloque. Esto disparó la ofensiva neoliberal para liquidar los modestos avances alcanzados por un "NUEVO MERCOSUR", que se propuso ir más allá del libre mercado y construir un MERCOSUR SOCIAL y POLÍTICO comprometido con la consolidación de la UNASUR y la CELAC. Con ese despropósito, la troika neoliberal, Temer-Macri-Cartes, excluyó a Venezuela del grupo, llevándose en los cachos el andamiaje legal del MERCOSUR, en su carrera por su disolución acelerada en la Alianza del Pacífico-TLCAN, para darle un jaque mate a la integración regional.
La exclusión "temporal" de Venezuela del MERCOSUR por no haber incorporado el 100% de la normativa al 01/12/16, no tiene fundamento legal ni real. El Tratado Constitutivo del bloque establece que "las decisiones de los órganos del MERCOSUR serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados Parte", lo cual no ocurrió en este caso. Para justificar lo injustificable, los conspiradores se autolegitimaron bajo la figura jurídicamente inexistente de "Estados fundadores", supuestamente de mayor categoría que la de los "Estados adherentes". Ese disfraz vulnera el principio de "la igualdad soberana de los Estados", que es la regla de oro del derecho internacional. Según nuestra Cancillería, Venezuela ha incorporado en 4 años el 95% de la normativa del MERCOSUR mientras Brasil lo hizo en 25 años. Ninguno llega al 100% y solo Venezuela ha ratificado el "Protocolo de Compromiso con la Democracia" (Ushuaia II), lo que evidencia la incongruencia y el caradurismo de la troika. Más allá de las divergencias políticas, todos los venezolanos debemos defender nuestro derecho a participar en el MERCOSUR y repudiar el atropello en Argentina a nuestra Canciller.