Los hechos ocurridos en El Valle, dejan al descubierto la articulación entre la dirigencia de la oposiMUD con bandas hamponiles que tienen su centro de actuación en ese sector de Caracas. Una vez que han cansados a la clase media del Este de Caracas mediante el mecanismo de los "estados de sitio"; con el cual, encerraban a ese sector de nuestra sociedad en sus propias viviendas a hartarse del humo de cauchos quemados por los terroristas y las bombas lacrimógenas que, en respuesta, recibían de las gloriosas GNB y PNB para repeler la actuación de las bandas terroristas. Dicho esquema de terror, ahora lo implementan al oeste de la ciudad capital, Municipio Libertador, en función de enviar al mundo la señal de que las supuestas protestas tienen rango generalizado. Las zonas seleccionadas, no son otras sino poblaciones de clase media alta en las cuales obtuvieron importantes votaciones los candidatos de la derechista oposiMUD. Quienes ejecutan las acciones en el terreno de operaciones no son otros sino, tal cual ocurrió en 2014 con "La Salida", los mismos rostros provenientes desde los cerros circundantes a las urbanizaciones de clase media, armados hasta los dientes y con tal actitud de agresividad, que apenas veían asomarse un pelotón de los cuerpos de seguridad, obtenían como respuesta de los "pacíficos" protestantes una la salva de disparos y piedras, lanzadas desde los pisos altos de los edificios, obligando a los mismos a retirarse a prudente distancia. La orden, emanada desde la dirigencia de la oposiMUD, se mantiene: destruir todo lo público y todo icono del chavismo. Sin criterio político alguno, que pudiera mover la actuación de las bandas terroristas, contratadas con un único fin: destruir y asesinar. El pueblo de El Valle pudo ver el rostro del horror, ese que hoy nuestros pueblos hermanos de Siria e Irak observan como parte de su cotidianidad, en el Estado Islámico, Daesh o como quiera llamarlo la mediática de EEUU y Europa, en función de minimizar sus horrores.
El experimento de terror ejecutado en El Valle, una vez más, deja al descubierto esa asociación criminal entre los factores políticos de la derechista oposiMUD con actores de bandas criminales que operan en esos espacios territoriales. Algo de eso, vimos en las llamadas güarimbas de 2014, cuando la propia María Corina Machado se tomaba fotos o "selfies", el inglés les apasiona, con líderes de bandas hamponiles que operan en Carabobo pero que, en aquella oportunidad, eran los ejecutores directos de trancas de calles, quemas de entidades públicas y disparos para repeler la actuación policial. Recuérdese también, que una vez que las acciones terroristas de 2014, que denominaron pomposamente como "la salida" y que dejó un saldo de 43 compatriotas muertos y 800 heridos, comenzaron a declinar ante la obstinada resistencia de nuestro pueblo, Gobierno y Fuerza Armada Bolivariana, esa derecha a finales de ese año, activó el mecanismo de los asesinatos selectivos: dos en particular, con los cuales conmocionaron la opinión pública nacional, el del diputado Robert Serra, su compañera María Herrera y el concejal Eliécer Otayza, días después. A Robert y María, los asesinan en su propia vivienda para intentarlo pasar como ejecutados por el hampa común, un vulgar robo producto de la inseguridad que no ataca el Gobierno Revolucionario y, por ende, al final, los medios se encargarían de endosar las culpas al propio Presidente Maduro quien no hace nada para contrarrestar la inseguridad. Lo mismo ocurrió con el caso Otayza. Solo que, no contaban que el camarada Robert contaba con un sistema de cámaras que permitió descubrir a los autores materiales de su propio crimen. Las investigaciones del caso fueron a fondo, no solo vinculaciones con sectores políticos de la oposición y mucho más allá hasta "el colombia" y sus financistas, relacionados con cambistas paramilitarizados que trafican en la fronteriza región de Cúcuta. Julio Vélez, a quien el camarada Presidente Maduro definió como "la mano derecha de Álvaro Uribe Vélez en el Norte de Santander, en Cúcuta y en toda la frontera"[…] "Este señor, oriundo de Cúcuta es dueño, propietario, de las conocidas casas de cambio que operan en la frontera que llevan el nombre de Meca Cambio […] unas empresas que son unas lavanderías en la frontera". La sola mención de Álvaro Uribe, nos da la relación directa con los paramilitares y el narcotráfico.
Al igual que en "la salida", primera parte, una vez que esta arremetida golpista aupada desde el exterior por Luis Almagro y el gobiernillo de Trump, comienza a declinar debido al repudio generalizado de nuestra población, renacen los asesinatos selectivos de dirigentes de la Revolución. Tal ha sido el caso, este fin de semana, de la dirigente vecinal de los Valles del Tuy, Jackeline Ortega y del dirigente sindical de Ferrominera, Esmín Ramírez, ambos militantes del PSUV. Según reporta Aporrea, asesinados a disparos, una en su propia vivienda por encapuchados y el otro camarada, en una pollera a donde arribaron sicarios a cumplir su misión, encargada por unas piches monedas. El propio estilo colombiano puesto en escena, indicativo de donde vienen los tiros y quien ordenó los mismos.
La asociación hampa paramilitarizada con la MUD, que desnuda una vez más esta parodia de "la salida" parte dos, y que los habitantes de la parroquia de El Valle pudieron constatar en el vil ataque terrorista al Maternal "Hugo Chávez Frías", expresa a qué nivel de degradación ha llegado esa dirigencia oposicionista, en función de venderse ante sus amos del norte como los más idóneos para dirigir sus intereses en la patria de Bolívar y Chávez. Esto nos explica, por qué sus obstinados ataques a las operaciones de liberación del pueblo, OLP, y aquellas primeras acciones en que asesinaban conductores de vehículos del transporte de pasajeros que culminaban en cierres de calles por los transportistas de la líneas objetos de ataques por inseguridad, culpabilizando al Gobierno de no hacer nada para contrarrestar la inseguridad que, hoy podemos afirmarlo con certeza, desde esa oposiMUD asociada a bandas hamponiles, impulsaban para atacar al Gobierno Revolucionario. Esto explica también, como uno de los delincuentes más buscados como lo fue José Antonio Tovar Colina alias "el picure", su cuenta en tuiter desde donde amenazaba a la dirigencia revolucionaria, incluido el propio camarada Presidente Nicolás Maduro, era manejada desde el exterior por el abogado y propagandista derechista Gustavo Tovar Arroyo.
De tal palo, tal astilla. Si EEUU, fue capaz de crear una organización tan bárbara como lo es, el Estado Islámico. Financiarlo, armarlo, entrenarlo y darle directrices políticas para su accionar contra los gobiernos de Irak y Siria, ¿Qué no sería capaz de hacer, el gobierno de los EEUU, para procurar el derrocamiento del Gobierno Revolucionario del camarada Nicolás Maduro y, con ello, poner coto a la Revolución Bolivariana y sus grandes conquistas sociales en viviendas, salud, educación y alimentación de nuestro pueblo? La inseguridad, debemos verla como un arma más, de las muchas empleadas por el imperialismo para desestabilizar gobiernos que no le son afectos. El criminal, una vez más, ha sido puesto al descubierto, es hora de que la Justicia actúe con mano de hierro…
Caracas, 23-04-2017