Assange, enemigo del Imperio

Es bien emblemático que un ciudadano común como Julian Assange se haya convertido en el enemigo público número 1 del establishment norteamericano. Que haya exacerbado la ira de todas las agencias de inteligencia de Estados Unidos, paradójicamente el mayor y más descarado espía del planeta.

Assange los puso en evidencia. Publicó todas sus marramucias, atrocidades, crímenes y desmanes cometidos impunemente por todo el mundo. Pero además no le perdonan la molestia que generó al interior del Imperio cuando sus indignados ciudadanos se enteraron de que eran permanentemente espiados por su "libertario y democrático" gobierno, con la más absoluta complicidad y colaboración de todas las grandes empresas de hardware y software, desde IBM, Google, hasta la inmaculada Microsoft. Todas están asociadas en la red de vigilancia más grande de la historia de la humanidad, al servicio exclusivo de los "Five Eyes" (alianza de cooperación de inteligencia entre Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos).

Assange jamás ha entrado a una base militar norteamericana. Jamás ha entrado a una de las múltiples bases de datos de las agencias de espionaje y contraespionaje del gobierno (NSA, CIA, FBI, etc.). Lo único que él hizo fue publicar en su plataforma de acceso abierto, información remitida por terceras personas. Es decir, se convirtió en enemigo a muerte del Imperio Norteamericano por ejercer tanto el periodismo, como la libertad de prensa y la propia libertad de expresión.

Por cierto, estos términos, libertad de prensa y libertad de expresión, son permanentemente utilizados por el Imperio Norteamericano cuando se rasgan las vestiduras juzgando a terceros países por su "opacidad" en el manejo informativo. Caído el telón se observa la verdad, el perfecto mundo libre del Sueño Americano no es más que una pesadilla de vigilancia y control utilizado permanentemente para reforzar los mecanismos de dominación social, étnico, religioso y político. La verdad es que todos los ciudadanos son espiados y su Big Data es manejada a discreción de las agencias federales. En cada casa y oficina, en la calle, en cualquier lugar está activo el ojo del Gran Hermano como bien lo advirtió George Orwell.

¿Pero quién es el ciudadano Assange que ha puesto de cabeza a todos los servicios de inteligencia? Es un ciudadano más, de origen australiano, que estudió matemáticas y física en la universidad de Melbourne, se hizo informático y programador de Software Libre (Linux), activista por el derecho a la información. Empezó a extraer información de distintas organizaciones, pero con la clara premisa de no "dañar los sistemas informáticos a los que se accedía". A partir del año 2006, funda "WikiLeaks con la misión de exponer información gubernamental que, en su opinión, debería estar al alcance de los ciudadanos". Que amenaza para el establishment.

Todos los medios y analistas coinciden en que las mayores revelaciones de Assange y WikiLeaks impactaron principalmente sobre el mundo militar y de la inteligencia norteamericana, generando el repudio y estupor de la opinión pública mundial. Entre los temas más destacados y sensibles están: la publicación en 2007 del "Manual de la Armada de Estados Unidos" utilizado por los soldados a cargo de los prisioneros retenidos en Guantánamo. Posteriormente publicaron documentos sobre "abusos" (o más bien torturas) cometidos por los servicios de inteligencia norteamericanos en contra de los prisioneros en Guantánamo y Abu Ghraib; en el año 2010 publicaron el video del helicóptero Apache norteamericano que dispara sobre periodistas y civiles iraquíes desarmados; en el año 2010 publicaron 90.000 documentos militares clasificados sobre la guerra de Afganistán, los cuales incluían reportes de muertes civiles producto de las acciones militares norteamericanas (daño colateral, lo llaman descaradamente), así como documentos sobre la búsqueda de Osama bin Laden; publicaron también más de 400.000 documentos clasificados sobre la guerra de Iraq, revelando igualmente las atrocidades cometidas contra la población civil. WikiLeaks también realizó revelaciones vinculadas al mundo político referido a cómo las agencias norteamericanas de inteligencia (principalmente la NSA) espiaron a tres presidentes de Francia (Chirac, Sarkozy y Hollande), e incluso llegaron a escuchar "accidentalmente" las conversaciones de la mismísima canciller alemana Ángela Merkel. Con socios así quién quiere enemigos.

Desde el año 2010 Assange inició su viacrucis para ponerse a buen resguardo de la persecución de los poderosos poderes fácticos planetarios que lo perseguían (judicializándolo) con el fin de capturarlo. En el año 2012 ingresó refugiado a la embajada de Ecuador en Londres y gracias a las gestiones del presidente Correa obtuvo asilo y además la nacionalidad de ese país. Sin embargo, durante siete largos años confinado, el gobierno Británico le negó el salvoconducto de salida, a pesar de las peticiones de la Cruz Roja y que la propia Organización de Naciones Unidas determinó que el caso de Assange constituía una "violación arbitraria" de sus Derechos Humanos. Con mucha paciencia Assange ya había advertido que no se podría estar al frente de WikiLeaks "si eres el tipo de persona que se rinde".

El oscuro y triste protagonista de esta historia no es otro que el cipayo Lenin Moreno. Traidor a la causa política que lo llevó hasta la presidencia, ahora se ha transformado en un servil lacayo imperial, violando las leyes ecuatorianas y las normas y principios internaciones del derecho a asilo. Solo un nefasto personaje puede retirarle la nacionalidad a una persona asilada y perseguida, solo un apátrida puede permitir que fuerzas extranjeras violen el sagrado suelo patrio y la soberanía representada en su embajada fuera del territorio nacional. Moreno se arrodilló servilmente ante el Imperio Norteamericano y el Imperio Británico. No extrañe entonces que lo nombren súbdito de la Reina Isabel II, adjudicándole el título de Conde del Inframundo. El triste futuro de este personaje está escrito, va a las oscuras mazmorras de las cárceles ecuatorianas, ya que tarde o temprano enfrentará juicio por corrupción, al descubrirse recientemente que recibió millones de dólares en sobornos. Para el pote.

Los verdugos de Assange se frotan las manos. El Tío Sam está afanoso por presentar a la justicia al líder de WikiLeaks tratando de vengar todas sus humillaciones y vergüenzas. No se extrañen que el tribunal de la inquisición pida para él la pena de muerte o cadena perpetua, siendo culpable únicamente de defender y ejercer su derecho, y el derecho de toda la humanidad, a la libertad de expresión.

Assange es un héroe libertario. Sus audaces acciones ya se convirtieron en hazañas para nuestra historia moderna. Un ejemplo de lucha. Con su acertado verbo se pregunta y responde:

¿Quién soy yo?

Luché por la libertad y fui privado de toda libertad.

Luché por la libertad de expresión y me negaron todo el discurso.

Luché por la verdad y me convertí en el tema de mil mentiras.



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Richard Canán

Sociólogo.

 @richardcanan

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