Afirmar que China no es un imperio capitalista es una gran ignorancia o es un gran engaño, las dos posibilidades son dables en el presidente maduro: "es la más grande potencia económica del siglo XXI, pero no es un imperio ni se lo plantea ser… No tenemos complejo en decir que China es el gran motor de mundo para el beneficio compartido". Esta es una confesión de maduro de la traición al pensamiento de Chávez, al Socialismo. Veamos.
Para ubicar al sistema Chino revisemos algunos datos recogidos por la prensa que nos serán útiles para sustentar una idea.
"Existen en China miles de empresas transnacionales: Volkswagen, Boeing, Microsoft, Nokia son algunas de las más importantes. En 2000 la inversión total estadounidense en China se situaba en torno a los US$11.000 millones. En 2013 había dado un salto a más de US$60.000 millones. El último informe de Rhodium Group (RHG) indica que las empresas de EE.UU. invirtieron 2.3 veces más en China que lo que las empresas chinas en el país norteamericano".
Esta visión rápida de las relaciones entre China y Estados Unidos, intercambio que con sus altas y bajas alcanza los miles de millones de dólares en ambos sentidos, nos indica las interconexiones entre el sistema de los dos países. La presencia de importantes empresas gringas y de otros países en China nos incita a dos preguntas: ¿Qué van a buscar allá esas empresas?, ¿de dónde esa poderosa economía obtiene sus recursos naturales, su energía?
Por supuesto que no van a perder, y por supuesto que obtienen sus ganancias de la explotación de los obreros chinos, esa es la forma de rapiña del capitalismo en cualquier parte del mundo. La necesidad de petróleo y minerales de esa economía explica las relaciones con Venezuela.
Decir que China no es un imperio capitalista, que se portará en definitiva como un imperio capitalista, es no estar ubicado en este mundo. Hoy el capitalismo unánime opera como un solo organismo, con sus contradicciones, sus grietas, pero con vasos comunicantes financieros, industriales, tecnológicos y de otros tipos, que autorizan considerarlo un solo cuerpo. Algún clásico nos dirá que hoy en el planeta existe, o se va formando, un "hiper imperio" que reclama nuevas maneras de enfrentarlo, de otra manera engullirá todas las economías, todos los recursos, toda la naturaleza planetarias, acabará con las condiciones para la vida. Los movimientos insurgentes, los intentos Socialistas, que ahora son de vida o muerte, deben operar en las grietas del gran monstruo sin abdicar de su propio camino, sin claudicar al Socialismo.
Lo principal es educar, informar, formar a su pueblo en la nueva realidad, en las tares históricas que le toca librar. Vivimos una situación semejante a la época de la independencia, allá había tendencias a no desgajarse del imperio español, de no separarse de la idea monárquica. Bolívar tuvo la visión de volar alto, de ir más allá de lo posible. Liberó a los esclavos, superó al sistema monárquico, propuso cambios impensables para la época, y los concretó. En resumen, fue un verdadero revolucionario.
Da vergüenza que este gobierno, sin ninguna resistencia seria, lleve al país a las orillas de la disolución. Y da vergüenza que el pueblo de Bolívar, de Chávez, de Fabricio se cale este gobierno, les deje hacer con el país cualquier vagabundería en nombre de cualquier disparate. ¿Dónde están los militares chavistas, dónde los obreros petroleros, los estudiantes, los movimientos sociales, los campesinos? ¿Todo quedará en esto, cada uno sólo pendiente de su mezquino entorno, de lucrar, de depredar? ¿Cómo justificarán que en sus manos se perdió la República, se perdió el sueño? ¿Todavía quedarán guerreros que tiemblen de indignación ante la injusticia?
