El quebrantamiento del Estado, luego de la partida del comandante Hugo Chávez Frías ha dado lugar a un impostamiento del sistema filosófico venezolano, donde el pensamiento político secundado por la religión nos ha llevado a posiciones encontradas, donde el debate político solo se erige como un símbolo democrático, ya que los debates solo constituyen un pensamiento personificado de un sistema global en disidencia.

Las distintas facetas de la vida se han llevado a un sistema abstracto de una realidad que nos establece un tema en la personificación política del presidente Nicolás Maduro Moros, quién con su pensamiento comunitarista desea avanzar en la metodología económica del Estado, pero, hay sectores opuestos que no valoran la receptividad del pueblo hacia temas de su interés local y agropecuario.

Por ello, las opciones políticas hay que desplazarlas y lograr una doctrina que se encuentre en la médula del bolivarianismo como tal y, percibir las versiones dogmáticas que buscan romper con la república y empujar al Estado, hacia un verdadero abismo.

El Estado, es constitucional y se maneja en un lenguaje universal para moldear una matriz de reciprocidad y racionalidad, basado en el Derecho Romano.

Pero, las distintas regiones que conforman América del Sur, deben compartir el mismo idioma y unir los lazos fronterizos bajo un solo lazo, la racionalidad política. Es decir, debe ser un proyecto compartido, es la existencia de una meta enmancipatoria. De allí que, las inversiones deben constituirse en el ángulo central del ALBA.

Así como lo hizo la región europea en su oportunidad, Los proyectos de integración socialista deben comenzar a reintegrarse para conformar un solo bloque común de comercialización y, lograr un replanteo de la economía subregional y lograr, acorde con las actividades del pasado, un nuevo dinamismo que, se inició el siglo pasado y, donde los movimientos sociales dejaron ver su visión sobre las batallas reivindicativas de los pueblos.

El asunto es de compromiso, según las fuentes energéticas de cada Estado Sureño. A su vez, como se mueven las clases dominantes y como se utilizan los viejos mecanismos de la tiranía, un concepto cultural, muy usual en estos territorios.

El gran problema de los EEUU es que desea dominar nuestros territorios y por ello, han colocado bases militares desde Colombia hasta las Islas Malvinas, junto a los ingleses. Quieren mantener una asimetría de poder para perpetuar su sistema financiero y mantener negociaciones multilaterales con altos niveles de protección hacia Hong Kong y Taiwán, Cancún, Uruguay, Portugal, Grecia e Irlanda. Son parte de sus grandes colonias para desarrollar verdaderas brechas comerciales.

De modo que América Latina quedó atrapada un tiempo en perniciosas negociaciones que concentra el tema agrícola bajo aranceles disfrazados, donde Europa y EEUU imponen ciertos aranceles mosqueteados sobre determinados productos latinos,

Hay que acabar con las contradicciones económicas y, mantener una sola postura ideológica para tener la certeza de un criterio constructor para un sistema de valores que ahonde lo financiero para desarrollar y alcanzar un humanismo de mercado en igualdad de condiciones de precio-valor. El gran problema en Venezuela es que hemos devaluado excesivamente nuestra moneda y hemos avalado el dólar, donde se percibe un empobrecimiento en la calidad de vida de los nativos y extranjeros que hacen pequeñas inversiones en nuestro país.

De modo que se debe hiperbolizar la región y tomar en consideración, los temas específicos del continente para lograr una mejor captación del sistema capitalista y como avanzar en un sistema paralelo que conlleve el aseguramiento y desarrollo del mercado andino en una verdadera labor colectiva y feudal, porque hay comunidades en el vasto territorio andino controlado por terratenientes y clases dominantes, es cuestión de tiempo, aminorar este proceso universal del viejo capitalismo colonialista.