1. La gente quisiera rápido, con urgencia, una vacuna, para superar la "cuarentena" de covid 19, pero ¿qué confianza tener al capitalismo de Trump, de Bill Gates y asesinos? Por ello nos llama el cartonista Antonio Helguera en su caricatura de La Jornada, a ser vigilante y pensar en esas decenas de vacunas que han comenzado a probarse y propagarse. El presidente Trump piensa que todo el mundo está infectado de malas ideas (comunistas, anarquistas) y malas acciones. Se pregunta: ¿por qué no aprovechar esta oportunidad en que el mundo está desesperado por salir de ese encierro de seis meses para que una vacuna sirva para hacer más esclavos, más sumisos, más explotados y extirpar cualquier rebeldía en beneficio de los blancos y la inteligencia?
2. Sencillo: hasta en tanto los trabajadores no tengamos la inteligencia y la fuerza para enterrar esta sociedad capitalista terriblemente injusta y desigual, no escaparemos de las maldades asesinas que nos amenazan. ¿Se imaginan cuánta criminalidad llenan las cabezas de Trump, Bill Gates y otros fascistoides, al seguir amenazando al mundo con acciones tramposas, engañosas y muy violentas, con el fin de que lo tengan sometido a sus intereses particulares o de gran nación? Con este tipo de experiencias, miles de millones de personas suelen no aplicarse las vacunas porque no están seguros de los resultados, aunque antes "prueben con sus familiares". A principios de la década de los años setenta viví alrededor del CCH un repudio a las vacunas.
3. En México quizá la gente pida que gobierno y empresarios sean los primeros en vacunarse públicamente; si acaso alguno enloquece o muere, entonces será rechazada. Mi amigo me ha dado su opinión: "De hecho, el no vacunarme no ha mermado mi salud, ni la ha disminuido en absoluto, en muchos sentidos ha mejorado. Todo se resume en comer los alimentos correctos y cuidarse física, emocional y espiritualmente; esto desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud". Así que no sería la primera vez que la gente huya de las vacunas; incluso ha llegado muchas veces a la violencia en los barrios. El gobierno tiene la obligación de realizar una profunda campaña de convencimiento o será rechazado junto a la vacuna.