1.-Luego que Rómulo Betancourt y el general Marcos Pérez Jiménez derrocan a Medina Angarita, de inmediato proceden a convertir El Trocadero en sede de la policía secreta del régimen para aplicar torturas a los detenidos políticos. El monopolio descarado de Acción Democrática, como único partido, luchando hombro a hombro con los militares, fue decidido en los salones de Miraflores.
2.-Muchos oficiales comenzaron a protestar abiertamente, por la forma como se autodesignaron algunos miembros del gabinete. La Unión Patriótica Militar (UPM), poco antes del 18 de octubre de 1945, había quedado integrada por los mayores Marcos Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud; capitanes Mario Vargas, Julio César Vargas; tenientes Francisco Gutiérrez y Horacio López Conde.
3.- Aquí comenzaron los primeros roces entre Betancourt y Pérez Jiménez. Una vez instalado en soberana silla don Rómulo, se presentó en palacio una comisión del PCV. No quisieron hablar con el alto jefe adeco y se dirigieron al Ministerio de Guerra. Querían tratar asuntos que tenían que ver con la manera represiva y violenta como se venía procediendo con los partidarios de Medina Angarita, algunos de los cuales habían sido torturados y desaparecidos por los cuerpos policiales. Cuando en el Ministerio de Guerra se encaran con el capitán Mario R. Vargas, estos ilusos tratan de advertirle que por estos comportamientos totalmente violatorios de los derechos civiles, se van a encontrar con una seria dificultad para que el gobierno de los Estados Unidos les reconozca. El capitán Vargas deja correr una desganada sonrisa y sin deseos «de seguir perdiendo más tiempo» les interrumpe para decirles: «Antes de dar el golpe nosotros habíamos consultado con la Embajada de los Estados Unidos, y no procedimos hasta haber recibido la aprobación».
4.- No sólo eso, casi a la semana de haberse dado el golpe, Betancourt le dice a Mr. Dawson, consejero de la embajada americana en Caracas: «No le preguntaré nada acerca del reconocimiento. Sabemos que lo obtendremos en uno o dos días, y estamos muy agradecidos por su actitud tan comprensiva». A lo que añade la historiadora Nora Bustamante: «Muy seguro debía estar este señor Betancourt de lo que afirmaba, porque sus cálculos fueron exactos: el nuevo gobierno venezolano fue reconocido al día siguiente de estas declaraciones, según consta en un memorándum que relata la conversación sostenida entre el Dr. Eduardo A. Bacelar Machado, segundo secretario de la embajada de Portugal en los Estados Unidos y Bainbridge C. Davis, del Departamento de Estado».
5.- El embajador norteamericano Frank P. Corrigan nunca había visto la conformación de un gobierno que se adaptase de una manera más justa y moderna al protocolo y a los altos valores que Washington siempre ha anhelado cultivar en sus leales amigos y más fieles colaboradores, y sobre este particular informa al Departamento de Estado: "En primer lugar, todos los funcionarios más importantes del nuevo gobierno son intelectuales o profesionales. El presidente de la Junta es periodista y economista […] el ministro de Relaciones Exteriores, Morales, el de Fomento, Pérez Alfonso; el del Trabajo, Leoni y el Gobernador del Distrito Federal, Barrios, son abogados. Los doctores Morales, García Arocha y D’Ascoli son catedráticos en la Universidad Central de Venezuela. Esta formación intelectual de los nuevos gobernantes venezolanos hace interesante contraste con los antecedentes políticos rudimentarios y militares de regímenes anteriores. En segundo lugar, por lo menos cinco miembros del gabinete, realizaron parte de sus estudios o entrenamientos en los Estados Unidos […] Además los hijos del Dr. Pérez Alfonso estudian en nuestro país".
6.- Además, el embajador Frank Corrigan «reconoce el éxito del gobierno recién formado para impedir el desborde de gente incontrolada». El 30 de octubre, el Secretario de Estado estadounidense le solicitó a Corrigan que le agradeciera al presidente de la Junta las garantías dadas a las compañías petroleras. El mismo Corrigan se apresura a responder al siguiente día: «Innecesarias. Mis relaciones con Betancourt, así como las del personal, van de amistosas a íntimas».
7.- De todo lo anterior se colige que el nuevo gobierno está formado por la coalición Betancourt-Corrigan. En los informes preliminares al Departamento de Estado, el máximo golpista de AD insiste en aclarar que su gobierno será completamente diferente al de Medina; añade que Medina «mantuvo estrecha relación con los grupos comunistas, combatidos por nosotros». Sigue dando explicaciones al Departamento de Estado, para que se sientan seguros con su política, que será de amplia complementariedad con los intereses de Washington, y básicamente con todo tipo de facilidades a las compañías petroleras para que inviertan en nuestro territorio: «Si hicimos la revolución fue para darle un vuelco a la política y a la administración del país. 8.-
8.- Hemos expuesto estos anhelos y necesidades al gobierno amigo de los Estados Unidos». En virtud de este vuelco, ya Pérez Jiménez, por órdenes expresas de Betancourt, se embarca en una visita oficial a Estados Unidos, para presentar un informe de los acontecimientos, a la vez invitar a una misión americana para que venga a comprobar la situación y «a instruir al Ejército en colaboración con los profesionales venezolanos».