Taiwan, el dolor de cabeza de Joe Biden

La Historia es una ciencia que nos muestra los procesos en permanente tránsito y perfectibilidad de la condición humana que se convierte en enseñanza a la vez que se transforma en modelo del comportamiento de pueblos y naciones ante circunstancias específicas en momentos históricos precisos con sus propias dinámicas y conclusiones.

Es de aceptar que un pueblo que ha transitado por la Historia durante muy largos periodos del tiempo contiene en su inconsciente colectivo los momentos de sus propias experiencias adquiridas durante esos caminares por donde ha transitado lo que les permite sopesar otros momentos circunstanciales frente a nuevas realidades y procesos.

Cuando los occidentales nos referimos a China surgen sus 5 mil años de Historia por donde ha transitado junto con sus experiencias vecinales como son con los pueblos nómadas de las Siberias, los pueblos meridionales que conviven en la península Indochina, los pueblos del subcontinente de la India y aquellos pueblos insulares de las Polinesias trashumantes.

En toda esta maraña de hechos históricos se han sucedido una serie de circunstancias sobre el tema Taiwan.

Para poder entender, relativamente, esa realidad y su íntima relación con la región geográfica continental de China, debemos tener presente ciertas realidades socio-históricas referidas al pueblo chino.

Las poblaciones costeras desde el pretérito pueblo pesquero de Shanghai hasta las provincias de Fujian y Guangdong junto con Taiwan desarrollaron una socio-economía con estructura propia diferenciada de la rígida impuesta por Peking. Esas realidades, objetivadas, han desarrollado una "organización social provincial autóctona".

En nuestra permanencia en Taiwan, segunda mitad de la década de los años 80, comprendimos ciertas diferencias en dos variables que influían en las relaciones de Peking con Taipei. La tradición que significan los 5 mil años de Historia y las diferencias en la gobernanza político-militar comparativa en ambos lados del estrecho.

Constatamos que se manifestaban en la sociedad taiwanesa tres variables referidas a los sectores de la política, los paradigmas militares y la conciencia social.

La influencia de la cultura japonesa durante el periodo de la colonización que se extendió por 50 años. Una segunda influencia ejercida durante la post-guerra por la presencia de tropas norteamericanas durante de las "Guerra en la península de Corea" y la "Guerra en Vietnam". La tercera influencia proviene de las relaciones de la democracia cristiana alemana con ciertos sectores sociales y políticos diferenciados del riguroso control ejercido por el Kuomintang desde 1949.

El ejercicio democrático electoral permitió el triunfo del PPD (Democratic Progressive Party) significando el desplazamiento del ejercicio político-cultural del Kuomintang por un modelo germano-estadounidense que ha impactado en profundos cambios en el pensamiento en las nuevas generaciones de la sociedad taiwanesa.

El nuevo como reciente escenario político-estratégico impulsado por Washington en la región oriental de Asia contiene serias e importantes deficiencias socio-militares. La alianza norteamericana con Japón tiene "pies de barro" cuando se considera el comportamiento de las tropas japonesas en los países ocupados durante la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Las relaciones históricas de Peking con los pueblos y gobiernos de sus vecindades nunca fueron "feudales". Ambas conflagraciones en Corea y Vietnam significaron serias derrotas para las tropas norteamericanas. Rusia y Japón aún no han firmado un tratado de paz. Por último, los EEUU de Norteamérica es un país del Pacífico pero no un país asiático lo que tiene un importante significado geo-inconsciente en la Región Asia-Pacífico.

Los Estados Unidos de Norteamérica están pensando, en consecuencia, actuando como un imperio sin rivales en soberbia proto-imperial siglo XIX como post-Berlín-1989. Sus debilidades internas y las competencias externas lo están convirtiendo en un "tigre de papel" pero nuclear, en un "tigre arrinconado y peligroso", sosteniéndose en un sistema, el capitalista, que está "herido de muerte".

En esos ambientes nos consideramos que el "escenario asiático" no es ni remotamente comparable con el "escenario europeo" aun cuando se pudieran expresar alianzas militares en sus ejercicios defensivos. Son historias antagónicas.

La Casa Blanca diseña escenarios no sustentados en sus previas experiencias en Asia que podrían tener consecuencias hacia lo interno-nacional norteamericano. A ello se le debe adicionar los recientes procesos políticos en avanzada que se están observando en América Latina y El Caribe.

UNIDAD. LUCHA. BATALLA, VICTORIA.



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Miguel Ángel Del Pozo


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