"Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse".

Fin de la cita.

Pi y Margall, Francisco

En el país llamado Venezuela, se observa un espectáculo realmente "repugnante". Algunos "silletazos empujones, y palabras obscenas", subidas de tono, han puesto en duda las cualidades personales del llamado "presidente interino" Juan Guaidó, y que para dirigir el país hacia una etérea transición. Esto resulta extremadamente grave, no solo por los bochornos de estas agresiones, y lo que significa en términos personales para el supuesto "Presidente Interino" y su entorno cercano, sino también porque se afecta la institucionalidad democrática, y la legitimidad del poder de Nicolás Maduro. Podemos estar entrando a recorrer un camino peligroso del cual los venezolanos tenemos experiencias en el pasado siglo XX, y que nos puede conducir a situaciones irreversibles, que estoy cierto la mayoría de los venezolanos no quieren volver a repetir, y vivir.

Es evidente que en democracia se puede, se debe, y es necesaria la crítica política. Pero cosa distinta es entrar en aspectos que afectan a la persona del "Presidente Interino" de la República, cuando se le señala que es un usurpador, y no es detenido, y así quedaría inhabilitado para el desempeño del fantasmagórico cargo en disputa.

En Venezuela no existen precedentes políticos de algo semejante, y bochornoso de dos presidentes, y dos Asambleas Nacionales. Esto es inédito en la República Bolivariana de Venezuela, y el hazme reír de las naciones del mundo.

Desde hace alrededor de dos semanas, se ha destapado un proceso de corrupción, y escándalos, que afecta a casi todos los partidos políticos, a muchos políticos, alcaldes, y gobernadores, y que se expresa, entre otros hechos, como las pintas chimbas en los murales de Chacao, que terminaron en la emisión de boletas ideológicas de encarcelación de unos jóvenes de ese municipio, para financiar la actividad política por parte de empresas de la recolección de basuras en varios municipios del país, a través de falsas encuestas donde salen "subliminalmente" sobrados como candidatos presidenciales el gobernador de Carabobo, y el alcalde de Chacao. Esto ha llevado a la política, y a las instituciones tales como los partidos, y el Parlamento Nacional, a niveles de desprestigio como nunca antes había ocurrido en este bendecido país.

Además de la falta de transparencia en la política venezolana, y la cooptación de la política por parte de los grupos económicos en varios estados, y municipios, donde nadie sabe de donde sale el dinero para financiar obras, a esto se agrega la "falta de lealtad, con quienes los promocionaron en la campaña regional de noviembre 2021". Esta es una nueva forma de corrupción, que afecta la "confianza del país", y que se manifiesta en la ausencia de compromiso mutuo, que socava las bases de la confianza en la opinión, que se emiten por los medios, y las redes sociales, y de la responsabilidad básica que se requiere para gobernar, cuando ellos mismos se auto promocionan.

Pero ahora, además de la falta de transparencia en la política, y la cooptación de la política por parte de los oscuros grupos económicos, se agrega la "falta de lealtad, hacia el militante, y el simpatizante". Esta es una nueva forma de corrupción, que afecta la "conducción del país", y que se manifiesta en la ausencia de compromiso mutuo, que socava las bases de la confianza, y la responsabilidad básicas que se requieren para gobernar.

Esto es aún más grave, cuando ello surge de quienes forman parte de los Influencer’s negativos de muchos gobiernos regionales, y municipales.

La historia de Venezuela, en muchos municipios, y estados está llena de ejemplos de partidos, y coaliciones que eligieron un Gobierno, y que después, por diversas circunstancias, abandonaron las coaliciones, o/a los simpatizantes que contribuyeron a elegir. Los actuales gobernantes les han terminado dando la espalda.

¿No será que, detrás de estas actuaciones, se esconden posiciones de quienes se oponen a las transformaciones? ¿Por qué se mueven de esta manera? El país requiere y clama por transparencia. Necesitamos que se diga la verdad. Que cada uno exprese sus reales intenciones, y se responsabilice por sus dichos, y decisiones, para los que hacen opinión saquen sus conclusiones. Los venezolanos, y anzoatiguenses, podemos tener discrepancias, pero no queremos nuevos enfrentamientos con los gobernantes recién electos. No queremos que se vuelva a desprestigiar a las instituciones democráticas, a través de declaraciones que enlodan a la persona que por voluntad democrática ejerce el cargo de Alcalde o Gobernador.