Se inventó la otan en abril de 1949, recién terminada la Segunda Guerra Mundial, sin saber quién era el enemigo ni cuál sería el próximo. Recientemente lo ha encontrado. La organización es un sistema de defensa colectiva, en el cual los Estados integrantes acuerdan defender a cualquiera de sus miembros que sea atacado por una potencia externa que entonces ni siquiera se vislumbraba...Primero se inventó la otan en abril de 1949, sin saber quién era el enemigo ni quién sería el próximo. Recientemente lo ha encontrado. La organización es un sistema de defensa colectiva, en el cual los Estados integrantes acuerdan defender a cualquiera de sus miembros que sea atacado por una potencia externa que entonces ni siquiera se vislumbraba...
Se está celebrando en Madrid una cumbre de esa alianza atlántica. Celebrarse la fanfarronada, la pantomima, en suelo español supone la implicación hasta los huesos, del gobierno y del partido socialista español, un espectro del socialismo que fue o dijo ser ese partido político… Una declaración de intenciones en toda regla, esta cumbre, contra los dos colosos que ni forman parte de ella ni comparten los intereses de esa convergencia armada que es la otan, aunque sí tienen fuertes lazos comerciales y energéticos con los países europeos que integran la alianza…
En estas condiciones me pregunto, ¿el hecho de no compartir Rusia y China ni intereses militares con la otan ni comerciales con los Estados Unidos, es causa suficiente para considerar a ambas naciones enemigos potenciales o directamente declarados? ¿Ven verdaderamente amenazados sus territorios las naciones que integran la alianza, como las veían en los años 30 de Hitler? ¿Ven verdaderamente el propósito de una expansión territorial imposible por parte de China y Rusia, a costa de alguno o de todos los miembros de ese bodrio geopolítico-militar creado cuando no había enemigo a la vista, en espera de inventarlo? ¿No será que esta reunión de Madrid está pensada para mostrar fanfarrona en impúdicamente su fuerza militar frente a esos dos colosos porque, exclusivamente, los intereses anglosajones y la hegemonía yanqui, los ve Estados Unidos en el alero gravemente comprometidos por su evidente decadencia? Sea como fuere, tratar de desvincular comercial y culturalmente a Rusia de Europa por razones pragmáticas y de hegemonía, es una de las pocas cosas que nos quedaba por ver: otra aberración más, propia de filisteos, de espíritus vulgares, más bien de espíritus degenerados.
Cuando el teórico progreso de la inteligencia humana nos venía invitando a acariciar un acercamiento, un abrazo, entre todas las naciones del planeta que tarde o temprano debía producirse, incluso por la aparente cercanía de seres de otros mundos, no se puede entender que el ser humano más representativo del planeta vuelva a las andadas. Pero ¿es posible entender en el milenio que vivimos que el motor principal del ser humano y de los imperios sigan siendo la erótica del poder y el predominio colectivo de una nación sobre las demás? Estados Unidos ha practicado en el planeta a lo largo de todo el siglo XX y lo que llevamos de éste, 107 intervenciones militares, guerras incluidas. Se pueden entender, por los hechos consumados, en otros tiempos, esas guerras constantes en que la guerra era denominada el deporte de los reyes, en los que no había acicates comparados con los que sobran ahora. Pero hoy, llevar la geopolítica tan lejos es una aberración cercana a la desesperación de quien está dispuesto a jugar a la ruleta rusa. Pues la sociedad humana vive pendiente de un hilo hace mucho. En 1961 durante la Guerra Fría, el mismísimo Presidente John F. Kennedy pronunció un discurso ante las Naciones Unidas en el que dijo que «Cada hombre, mujer y niño viven bajo una espada nuclear de Damocles, con el más delgado de los hilos, capaz de romperse en cualquier momento por accidente o error de cálculo».
En todo caso Rusia es uno de los pulmones culturales de Europa. Su literatura, su música, su arte, su historia, para los europeos comunes y naturalmente con mayor motivo para los mucho o poco conocedores de la cultura de esa inmensa nación, son raíces también intelectivas y espirituales que compartimos decenas de millones de los 447.000 habitantes en la UE y los 750.000.000 de todo el continente, de las que proceden partículas de nuestra sensibilidad y de nuestro acerbo cultural. Todo ello, por el contrario y en paralelo, con el sentimiento de rechazo de la superficialidad y materialismo de la horrorosa sociedad americana que representa lo más detestable y odioso del pragmatismo, del supremacismo y de la degenerada ralea del anglosajón. Que ahora un ficticio socialismo español se alinee como miembro distinguido de esa conjura militar, que ha permitido desde la entronización de la monarquía y de esta farsa democrática la continuidad de las bases americanas en España, que no haya planteado siquiera el referéndum monarquía/república esperado por millones de españoles, etc, etc, y que ahora piense que se robustece por esta maniobra de chalanes, es otro más de los motivos por los que toda personalidad lúcida e independiente ha de renegar de ese partido español políticamente depravado.