Lo de la superpoblación del planeta es de esas cosas que circulan durante años en los mentideros y en la comunicación general pero no se cuestiona, dándose por válida, sin demostrar ni razonar… Que 43,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que es la densidad poblacional del planeta, sea demasiado alta para tomar medidas drásticas en orden a reducir a gran escala la población planetaria es necesariamente discutible y cuanto menos para pensárselo… Algo de eso, el no pensárselo ni un momento, habida cuenta la reacción de "todo el mundo", fue lo que sucedió en 2019 con ocasión de la declaración de una pandemia de gripe causada por uno de los mil y pico virus que por lo visto hay formando parte de nuestra biología. "Todo el mundo" lo creyó sin dudar ni solo momento pese a que detrás de esa declaración está la OMS y no "todo el mundo" sabe que es una organización que está prácticamente en manos privadas. Lo que, a su vez, es motivo de grave desconfianza pues, por su propia naturaleza, todo lo que está trufado de intereses privados más o menos legítimos, es imposible que, por multitud de ejemplos, pueda comportar una filosofía de bien común y satisfacer a "todo el mundo".

El caso es que hace muchos años se viene hablando de la super población del planeta sin más. Pero también se habla de una "necesidad" perentoria del sistema: la de que, dada la longevidad alcanzada, la población anciana haga lo posible por morirse para salvar al sistema. Ésa fue, alrededor del año 2008, el llamamiento cínico hecho por Christine Lagarde, entonces Secretaria del FMI, y de Aro Taso, ministro japonés de Finanzas… Como para confiar, a partir de entonces, en "el sistema" y en quienes lo controlan o tratan de controlar.

A partir de entonces es cuando se comenzó a detectar señales en forma de fenómenos que se prestan a sospecha. Es imposible, de momento, determinar quién o quiénes puedan estar haciendo el papel de mamporreros. Pero hay están, por un lado, la poco conocida pero cierta intención de EEUU de controlar el clima como un arma bélica, que conecta con la aparición, desde los años 1990, de extraños aviones llamados chemtrails que masivamente dejan estelas en el cielo a gran altura, que, por diferentes indicios y también pruebas, "fumigan" con sustancias químicas la atmósfera. Fenómeno éste sobre el que hasta ahora nadie ha dado explicaciones convincentes en ningún parlamento, ni sobre el que institución alguna parece haberse preocupado. Por otro lado, está esa declaración controvertida de pandemia y los efectos de las consiguientes "vacunas", en realidad sueros improvisados, que han producido y están produciendo un incremento de la mortalidad por "todas las causas". Por otro lado, ahí están las antenas de la tecnología 5G que amenaza severamente la salud pública por su alto grado de radiactividad. Y por otro lado, el poco divulgado dato de que 300 individuos, dueños virtuales del mundo, dueños de todos los circuitos bancarios y de los grandes emporios del seguro y demás, son quienes se han propuesto diezmar la población mundial… Es posible…

Pormenores pero gigantescos que, por separado o en conjunto, dan origen a una marcada desconfianza por parte de las poblaciones, impotentes e inermes ante las maniobras del Poder y de todos los poderes existentes en la sociedad. Y muy especialmente, de las sociedades anglosajonas que juegan a sustituir a Dios.

Se habla cada vez más de la superpoblación planetaria. Pero estoy esperando también hace muchos años la fórmula aritmética o de otro orden, el o los argumentos que tengan fundamento para justificar la afirmación categórica de que el planeta está superpoblado…

En todo caso, es evidente que, sin ir más lejos, en España hay una superficie considerable de la península ibérica llamada la España vaciada. Es decir, cientos de miles de kilómetros cuadrados deshabitados contrastan con el hacinamiento de las grandes urbes. La superpoblación, pues, está en las ciudades. Son las ciudades las que están superpobladas. Bastaría una política inteligente para incentivar la vida lejos de ellas, para descongestionarlas y facilitar con la presencia de la población en zonas próximas a las zonas boscosas, su protección. Pero hay otro argumento que me parece concluyente. Y es que China e India, que suman casi la mitad población total del planeta, dos sociedades súper inteligente aunque sólo sea por los miles de años que con una filosofía práctica pero dispar de la judeocristiana y la anglosajona a su lado inmadura, son las más autorizadas para pronunciarse. Dos naciones que, sí fuese así como dice el occidental ya "depravado", debieran estar más preocupadas por su superpoblación. Sin embargo no tenemos noticias de esa preocupación. Ni siquiera podemos afirmar que en ellas, por este motivo de la alta densidad, se cometa genocidio o genocidios. Al contrario. La política de sólo un hijo que data de 1979, introducida con el objetivo de reducir la tasa de natalidad y frenar el crecimiento de la población, ha sido revisada en 2015 permitiéndose ahora tener dos hijos. Y no sólo eso, son las dos partes de la Tierra donde, paradójicamente, más sentido de solidaridad se percibe aunque sea desde lejos… ¿Está al menos China equivocada, desviada? ¿Son los mandamases invisibles del planeta los sabios en quienes debemos confiar, como durante siglos y siglos se ha confiado en la Providencia?

Por último. Por si hubiera pocos razonamientos en torno al asunto, podemos acercarnos a un escenario doméstico. Si los EEUU controlan el clima (que a mi juicio han fracasado), en España la escasez de agua empieza a hacer estragos en distintas zonas. Y lo que es más preocupante, no hay señal alguna de que vaya a volver un régimen de lluvias que haga viable siquiera la vida vegetal. Y a ese propósito me hago, y hago a quien corresponda, la siguiente pregunta: En España llueve y nieva cada vez menos, y este año hidrológico no ha llovido ni nevado nada. Si EEUU controla el clima ¿está castigando a España por razones desconocidas o porque, para ellos, viene gobernando hace cuatro años un gobierno canalla? Porque si no es así, ¿a qué esperan esos dueños del mundo invisibles o los EEUU, que también lo son, para impedir que como primera consecuencia este año no se puedan sembrar cereales y empiece una caravana de municipios y de ciudades a ponerse en cola para recibir en tanques el agua para la vida?