Cuando en la pequeña isla de Trinidad y Tobago se dieron cuenta del potencial gasífero que ellos tienen justo al lado en Venezuela, advirtieron que nuestro país sigue aún sin aprender o querer desarrollar este ingenio maravilloso.
A lo que la industria petrolera, Venezuela se había dedicado era a estar metidos solamente en el Sur del Lago de Maracaibo, aparte de Punta de Mata y en el Furrial del estado Monagas. Ciertos problemas de lentitud marcaron algunos trabajos como los dos o tres años que se tardaron abriendo pozos como lo fueron los casos de Full―1 pasando por Full—2 y Full—3. Problemas en un principio de lentitud, pero también de inversiones exageradas. Esos eran los resultados de algunos supuestos y destacados expertos.
Esos mismos los de las gestiones de los últimos quince años que después se fueron creyéndose dioses del conocimiento llegados a ser colocados en puestos claves de la industria. Toda una estrategia para derretir la industria de los hidrocarburos. Los trajeados, elegantes que hacían cursos para hablar en público y mejoraron sus timbres de voz, los que impresionaban.
Mientras, desde décadas atrás, los mismos Estados Unidos habían mandado a silenciar por años las verdaderas reservas de Venezuela. Cuando Hugo Chávez llegó al poder encontró que la certificación no podía pasar de setenta y cinco mil millones de barriles, entonces era el momento en que Venezuela debía tener su voz petrolera la cual había estado guardada en silencio y se enfrentó logrando ubicarse en las mayores reservas, aun cuando hoy todavía falta mucho por certificar, aun cuando era un riesgo que había que correr, hacerlo significa alertar a los enemigos de las amenazas inusuales.
Por eso, en esta nueva etapa necesitamos aliarnos en convenios, desarrollar proyectos y hacer que los nuevos contratantes los saluden. Entre la zona Este de Venezuela, donde está el litigio de Guyana junto a Plataforma Deltana la cual parte desde el estado Sucre, es el área, junto a la que está ubicada hacia Boca de Serpiente sobre la parte del Delta Amacuro.
Campo Dragón se ubica sobre el Istmo Los Obispos en el estado Sucre. A cuarenta y siete kilómetros sobre este. Los cuatro campos son Dragón, a un lado está Patao, luego viene Mejillones, después Río Caribe, tres de gas y uno de condensado; Rio Caribe.
Los cuatro campos están cerca, uno al lado del otro. Río Caribe es de condensado el cual el Estado venezolano se reserva la venta y negociación de los combustibles líquidos por ser uno de los más puros y costosos, que sirve para diferentes materias primas específicas y necesarias en los mercados internacionales.
Río Caribe (estado Sucre, Norte venezolano), bajo un convenio está contratado con Shell y Trinidad y Tobago. Los otros dos campos Patao y Mejillones en una oportunidad los habían negociado con Rosneft de Rusia.
La profundidad del corte de agua, del llamado colchón de agua va disminuyendo desde Dragón hacia Río Caribe. En Dragón las profundidades son hasta de ciento cincuenta metros aproximadamente, representa cuatrocientos cincuenta pies de colchón de agua. En Campo Río Caribe es de ochenta a noventa pies. Allí se había concretado la ingeniería y ya iban a comenzar a operar esos campos.
Con esto parte la nueva mirada al gas. Los no gas ya no están. Haber posicionado a Venezuela como la cuarta reserva global de este recurso abre nuevas oportunidades, pero también otras estrategias y para ello debemos concentrarnos en sus estudios.
Hasta más pronto…
Miguel A. Jaimes N.
https://www.geopoliticapetrolera.com
Febrero 7 del 2024