El llamamiento del Comité Olímpico Internacional (COI) para que las organizaciones deportivas y los Gobiernos "rechacen cualquier participación" en los Juegos de la Amistad, un evento organizado por Rusia, es otra prueba, de las muchas que van sumándose en la historia de las Edades y las Eras, de que los tiempos actuales no es que sean raros, es que son tiempos en los que predominan y sobresalen los locos y quienes están dispuestos a que sean recordados, pasados los lustros, como gobernados y dirigidos por locos. Todo lo tratan esos dirigentes en contra del sentido común y en contra de los principios que inspiraron propósitos colectivos de camaradería y concordia, y rigen instituciones y organizaciones, como este Comité Olímpico Internacional.
Cuando la cordura aconseja la neutralidad en acontecimientos como éste de los Juegos de la Amistad, que debiera dejar a un lado las hostilidades políticas y bélicas entre Rusia y gran parte de las naciones occidentales, el Comité en cuestión, que se supone internacional de todas las culturas y colores, hace un llamamiento obsceno e infantil para que "las organizaciones deportivas y los Gobiernos "rechacen cualquier participación" en los Juegos de la Amistad. Así es que, además de demostrarse que dicha organización está en manos de occidentales exclusivamente, como en materia de salud lo está la OMS, se pone de manifiesto que el COI, creado el 23 de junio de 1894 por el barón Pierre de Coubertin con el fin de revivir los juegos Olímpicos Antiguos, es otro refugio de imbéciles que coartan la libertad y la preparación física de quienes vienen hace mucho tiempo ilusionados con un evento deportivo que esos necios quieren convertirlo en otro de los muchos instrumentos ideológicos auxiliar que existen mezclados con ampulosas organizaciones internacionales…
