La guerra en el departamento del Cauca se profundiza minuto a minuto con consecuencias desastrosas para su Millón Quinientos Mil habitantes distribuidos en los 42 municipios, 24 territorios indígenas (Nasa, Misak y Coconucos), los 5 consejos comunitarios y las 7 sub regiones en que se divide esta importante región de la geografía colombiana.
En las últimas horas, ha surgido una tendencia en ese conflicto regional del Tercer ciclo de la violencia colombiana que la estrategia de Paz total del presidente Gustavo Petro intenta solventar con novedosos enfoques, pero mal aplicados por algunos encargados de ese programa, lo que demanda, obviamente una revisión y ajustes necesarios; la novedad consiste en la utilización masiva de drones artillados (los mismos que se utilizan en la fumigación agrícola) como instrumentos bélicos en la confrontación que se da entre los 10 mil soldados y policias ubicados en el Cauca y los 2200 guerrilleros del Comando Coordinador de Occidente de las Farc ep, encabezado por "Mocho Andrés" e integrado por las columnas Dagoberto Ramos, la Adán Izquierdo, la Jaime Martínez, la Carlos Patiño, la Rafael Aguilera (antiguo Frente 30), la Urias Rondon, La Jonier España y la Franco Benavides.
Como repitiendo un escenario de la actual guerra entre Rusia y Ucrania, en que se da la utilización masiva de drones kamikazes iraníes (El Hesa Shahed 136), combinada con la guerra electrónica y el letal ataque aéreo, por las Farc en sus operaciones (con graves daños en la población civil), remarca una nueva característica del conflicto social y armado colombiano (con más de 7 décadas de duración) que Gutiérrez Sanín detalló en su importante texto ¿Un nuevo ciclo de la guerra en Colombia? (2020), al abordar en el Capitulo VIII "Lo que se nos viene pierna arriba", indicando que la guerra colombiana en su nueva etapa, como consecuencia del fracaso de los acuerdos de paz de Santos y Timochenko en el 2016, registra la presencia, entre los grupos insurgentes (La pulga) de las nuevas herramientas de la revolución tecnológica en curso, como el celular inteligente (más peligroso que un fusil Kalasnikov), las starlinks (antenas satelitales), las RSS y ahora los drones artillados (con capacidad de carga de hasta 50 kilos de explosivos), que reflejan la nueva modalidad de la "guerra hibrida" utilizada eficazmente por los oficiales rusos en su confrontación con Ucrania (Otan) y por Hamas en la guerra de Gaza contra el Estado genocida de Israel.
Frente a lo cual el alcalde de Cali, Alejandro Eder, prominente representante de la oligarquía cañera de Cali, propietaria de extensas áreas de tierra en el Valle del Cauca, en el Norte del Cauca, en el Meta (Acacias), Puerto Gaitán y el Vichada, con multimillonarias inversiones azucareras en el Perú y grandes negocios en otros países de la región, ha pedido un replanteamiento de la estrategia del Gobierno Nacional conocida como Paz total contra las Farc.
Eder dijo que se deben tener objetivos más contundentes, como el asesinato de los cabecillas de las disidencias (Tal como lo hicieron en compañía de Juan Manuel Santos para ultimar a Alfonso Cano, Raúl Reyes y Jorge Briceño de las Farc de Marulanda Vélez), y se deben utilizar todas las herramientas de las que dispone el Estado para combatir a los grupos insurgentes, entre ellos los bombardeos aéreos, tal como se hizo en el pasado desde los gobiernos de Uribe, Santos e Ivan Duque en que la Fuerza Aérea desempeño un papel central atacando desde aviones artillados poblaciones campesinas en el Caqueta, Arauca, Guaviare, Meta, Cauca y Nariño, eventos en que murieron centenares de niños, mujeres, indígenas y humildes campesinos.
Seguramente en el repertorio de objetivos bélicos de esta casta asesina caleña se incluirá la realización de "falsos positivos", el uso de grupos paramilitares, el empleo de las tecnologías compradas al Estado de Israel, los montajes judiciales y la guerra sucia en los medios de comunicación y las redes sociales. Guerra hibrida en el nuevo enfoque de la ultraderecha militarista nacional.
Desde luego se trata de un viraje peligroso que debe ser denunciado por las organizaciones sociales del Cauca, pues todo este modelo de los "Momios caleños" va a profundizar la vulneración de los derechos humanos en la región, ya de si golpeada por hechos sangrientos como los siguientes:
Del 1 de enero y el 20 de mayo del 2024, en todo el departamento hubo 17 asesinatos de líderes sociales, cuatro asesinatos de excombatientes firmantes del Acuerdo de Paz, 12 asesinatos de agentes de la Fuerza Pública, 2.500 personas desplazadas y más de 600 confinadas.
Se registraron en estos meses del 2024 cuatro masacres que dejaron 18 víctimas. La violencia ha llevado a miles a abandonar sus territorios en desplazamientos forzados individuales y masivos.
El suroccidente de Colombia fue la región con más hechos de agresiones contra líderes en 2023, y Cauca ocupó el primer lugar con 209 hechos. De esos, 122 fueron a liderazgos indígenas, incluyendo 15 asesinatos, 87 amenazas, 16 atentados, una desaparición forzada, un secuestro y 2 desplazamientos forzados. El total de asesinatos de personas de defensoras de derechos fue de 33, la mayor cantidad del país.
No hay que echar más combustible a esta compleja guerra caucana con discursos como el de Eder, lo aconsejable es buscar nuevas rutas de dialogo y negociaciones que le permitan a la región respirar y avizorar nuevos escenarios de convivencia y paz.
Eder y la oligarquía cañera de Cali lo que pretenden es utilizar la profundización de la guerra para proseguir su expansión territorial con el despojo de miles de hectáreas de tierra a los indígenas, campesinos y afros del Norte del Cauca, tal como lo vienen haciendo en Puerto Gaitán en el Meta donde compiten como despojadores con los Narcos Menonitas en el robo de las tierras ancestrales de los indígenas Zikuanis.
Terrible que se impongan los objetivos de estas castas corruptas, seudo modernizadoras, terratenientes, militaristas y banqueras. Sera el pueblo el que sufra las consecuencias. De allí la importancia de su organización y movilización por la paz y las trasformaciones sociales profundas.