La llamada crisis de los mercados financieros representa una estafa violenta y un hueco mayor del que nos imaginamos. A lo largo de los últimos 40 días las autoridades financieras de los países con desarrollo capitalista intentan coordinarse de forma más o menos esporádica. El desorden de un mundo unipolar, con la pretensión de la administración NeoCon de Bush Jr. al frente, se tiende a reordenar con una meta de coordinación multipolar. Es el canto del cisne de la barbarie tecno-financiera; llaman la cooperación en planes financieros de rescate, entregando algunos dedos para no perder las manos.
Cuando se lee: “rebaja en las tasas de interés”, es para disminuir el coste del crédito y permitir una mayor agilidad transaccional. Esta acción coordinada de reducción de la tasa de intereses, siguiendo el ejemplo de Japón que está en casi al 0%, fue un intento de frenar, interrumpir el saqueo y la retirada de dinero, inversiones, rescate de fondos y lo que haya de riqueza cuantificable en ese mundo del dinero digital. Es preciso acordar que la aventura con las finanzas de los demás, es generar crédito en la plaza con un volumen de recursos que está muy por encima del patrimonio líquido de las instituciones bancarias. Ese agiotaje internacional lleva al pánico de quien tiene su dinero en estas cuentas que no están cubiertas. Lleva el terror a todo un sistema productivo, que no opera sobre el ahorro interno ni del crédito controlado por los gobiernos y sí en la ruleta del casino financiero.
Para no aumentar el quiebre de la economía productiva, que está vinculada a la economía especulativa, algunos Estados tomaron una medida fuerte. Los Bancos Céntrales de los EUA (Federal Reserve), de Inglaterra (Banco de Inglaterra), Banco de Canadá, Comunidad Europea (BCE), Sveriges Riksbank (Suecia), SNB (Banco Nacional de la Suiza), el Banco de los Emirados Árabes y el Banco Céntral de China redujeron sus tasas de interés, siguiendo el patrón japonés. La media de reducción fue de 0,5 a 1,5% de acuerdo con cada Banco Céntral.
Los BCs también están haciendo ofertas de dinero en gran volumen. La segunda mitad de octubre empieza con las medidas de Inglaterra y de la Comunidad Europea. El monto ya ultrapasa 1 billón de euros, puestos en la rueda bancaria para no secar el río de dinero digital. Esas medidas empezaron antes, como en el día 29 de septiembre, cuando diez Bancos Centrales (BCs) de forma coordinada aportaron más de US$ 620 mil millones; como el día 7 de octubre, cuando otros seis BCs anunciaron la entrada de otros US$ 450 mil millones hasta el final del año. El riesgo es de “falta de dinero”. O sea, el riesgo es que el número de rescates y saqueos sea mayor que la capacidad real de los depósitos. Ni la plaza financiera Suiza y su muy orgulloso UBS escapan de este riesgo. El gigantesco lavadero de dinero robado de las administraciones públicas de Latinoamérica (como es el caso de la fortuna personal del político de São Paulo (Brasil), el hoy diputado federal Paulo Salim Maluf) pidió ayuda para el gobierno del Estado de los cantones.
Queda una duda conceptual: ¿Qué grado de racionalidad puede existir, cuando los préstamos y créditos circulantes en todo el mundo no son rescatables a corto plazo? No es que en la economía no haya lastre, lo que existe de hecho es un abuso en el juego de azar, apostando a la previsibilidad del comportamiento de los agentes económicos productivos y apuntalando las relaciones de las riquezas en las sociedades concretas encima de un vacío.
Cuando la burbuja explota, entra la concertación de clase operada a partir de la idea de “la solución sistémica” y “la razón de Estado” para salvar la Banca y mantener el crédito circulante, pero sin interrumpir la especulación correspondiente.
Vean que interesante. Al tiempo que reducen la tasa de interés – en la práctica disminuyendo el margen de ganancia de los bancos– los mismos gobiernos alimentan con dinero público para garantizar la transacción entre estas instituciones. ¡El BCE pone una media de US$ 50 mil millones diarios como la garantía de liquidez! La Banca está siendo garantizada por los Estados, que por parte, no estatizan de vez, para no seguir el modelo adoptado de forma rápida por Irlanda. Aun así, el agujero no es llenado, ¿por qué?
El síntoma de la falta de base moral para las transacciones financieras se ve en la desinformación estructural. Veamos el tamaño del problema, reflejando en la verdad la enormidad de los activos tóxicos, los préstamos podridos circulantes, los fraudulentos hechos a lo largo de los últimos 8 años y que tomaron cuenta el modus operandi del sistema financiero del mundo. Parto del principio que cuando tengo dudas, pregunto para a derecha, porque esta corriente de pensamiento político-económico-filosófico se expone en los hechos de una forma escrachada.
El director-gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, afirmó en 9 de octubre con todas las letras: “Estamos al borde de una recesión. La situación es muy grave, pero a la vez podemos resolver los problemas se actuamos de forma rápida, vigorosa y coordinada.” Sigue el director del Fondo Monetario Internacional, tan valiente con los países subdesarrollados y tan dócil con el G-7 y países afines: “Creo que es justo decir que todos nosotros subestimamos la fuerza de la crisis financiera. Al parecer, las raíces de esa crisis son más profundas de lo que esperábamos.”
Analicemos. Que son más profundas las raíces de la crisis, significa que la información privilegiada del tamaño y volumen de los activos tóxicos y de los créditos podridos, de los préstamos concedidos la gente y empresas sin capacidad de pago, es mucho mayor del que la anunciada por los medios corporativos y las fuentes de informaciones como Fox News, CNN International y compañía. Como puede alguien creer que el FMI no tenía noción del volumen de la estafa a la vista? ¿Cómo puede algún ser humano de buena conciencia aceptar la idea de que los ejecutivos del Fed y de la Secretaría del Tesoro – incluyendo Herny M. Paulson, el ex-corsario do Goldman Sachs – no “imaginaban” el volumen del problema? Simplemente es una idea absurda. Eso es desinformación, y jugaron a la confusión y a las tinieblas conceptuales, un hecho consumado que ninguna de estas autoridades financieras, estatales y periodísticas quiere aceptar.
El hecho es contumaz. Concedieron más créditos que la capacidad de los bancos para cubrir sus propios depósitos. Tienen un volumen mucho mayor del imaginado por nosotros, mortales lectores, en créditos podridos, cubiertos sólo por papeles en títulos de valor no rescatable, dados por las instituciones que los generaron. El chantaje financiero y mediático condiciona a que los ciudadanos acaten la resolución de los Bancos Céntrales y cubran con dinero de los contribuyentes el hueco generado por los altos ejecutivos que ganan un plus por cada estafa fruto de ventas absurdas. El resultado de esa capacidad de presentar balances fraudulentos por 8 años seguidos, ya está siendo pagado por todos nosotros.
La organización de las relaciones de producción, cambio, generación de servicios y consumo de una sociedad, no puede ser intermediada por el dinero financiero y el crédito generador de super endeudamiento. La defensa de la economía real y organizada de forma soberana por el tejido social-productivo bajo control de las mayorías, es la garantía de nuestro propio futuro. Pelear sin tregua por el control de los recursos-llave y de las cadenas productivas de los países es un deber de los movimientos populares. El casino financiero tiene que acabar.
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