Vuelven estos cachacos de mierda con su parodia bufa de la aniquilación de la FARC-EP, y de la liberación de los prisioneros de guerra, traídos por los propios desertores de la Guerrilla y entregados como trofeos de una película de Robin Hood a una cuerda de militaritos mamarrachos que deshonran la dignidad del Pueblo Colombiano con sus charreteras y condecoraciones empolvadas con polvo de cocaína. Sigue pensando, este pésimo actor de reparto en las cintas de terror, que se le quedaron en el tintero a Hitler, que nosotros somos tontos para tomar como real este nuevo montaje teatral de mal gusto, y de un cinismo sin límites
Ahora han sacado a un supuesto guerrillero al que llaman Isaza, con el ojo tapao, probablemente este payaso sea un cabo o un sargentito recién ascendido al que le han dado mucho dinero para que se vaya a vivir a Francia con su esposa. Allá en tierras galas probablemente, no le pueda contar a nadie su papelote de cabito disfrazado de desertor de la FARC-EP por encargo del asesino pajarraco llamado Juan Manuel Santos, actor de principalísimo orden en estos montajes de pesadilla que protagoniza el maldito asqueroso de Álvaro Uribe Vélez.
Se sabe que Uribe es un maldito en la exacta acepción del término, y que su jefecito Santos lo es más aún, pero lo que no sabemos si son realmente actores de Hollywood, o si son apenas unos miserables comediantes en los muladares que frecuentaba el taita de Uribe como capito entre capitos en su tráfico de Drogas y de caballos de paso, allá en Antioquia. De cualquier modo, estamos en presencia de los momentos más terribles y vergonzosos de la Historia Colombiana.
Los capitos de los capos del Departamento de Estado de los EEUU, barones del vomitable negocio de los estupefacientes, son ahora los líderes de la Política, en una nación que parió tantos políticos Insignes. Una República gobernada por narcotraficantes, y además de narcotraficantes, embusteros de pacotilla, pierde su condición de república soberana, y se convierte sin remedio en una guarida de mafiosos que se guarecen en la impunidad que le da el Narcoparamilitarismo de Estado que la mafia ha conformado para parir todos los gobiernos que vendrán de ahora en adelante, a menos que el Pueblo colombiano se levante en armas en contra de esta dictadura de la delincuencia.
Nada nos hace pensar que estos actores de medio pelo, no vayan seguir con su teatro bufo para criminalizar a la FARC-EP y ahora, a la decidida protesta indígena de los Valles del Cauca. Todo el poder mediático está con ellos, pero la gente ha comenzado a decir que todo lo que dice RCN y Caracol es sospechoso de ser mentira. Tal vez Telesur tenga alguna responsabilidad en ese desenmascaramiento. Lo cierto es que los Capitos de la droga siguen en el gobierno en Colombia, asesinando a todo un Pueblo, siguiendo los dictámenes de sus amos, los capos de Washington.
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