Ser negro o, como inventaron los gringos, afrodescendiente no significa ser progresista, democrático o revolucionario, a pesar de que este grupo étnico, históricamente, ha sido marginado, excluido y muy pobre. En Venezuela, estudiosos como Gómez Grillo han señalado que, en nuestras cárceles, la inmensa mayoría de los detenidos son descendientes de negros, lo que ya revela una condición de marginamiento social.
Esa gran verdad sobre nuestras cárceles demuestra que los negrodescendientes, para seguir aplicando la construcción sajona que tanto les gusta a ciertos “revolucionarios” universitarios, han estado relegados en nuestro país a vivir en grupos sociales muy pobres y en condiciones de miseria, la cual se acompaña de exclusión educativa, ausencia de familia regularmente constituida, ocio, desempleo, adicción a drogas y violencia en todas sus formas. Esta situación objetiva genera, en el resto de la sociedad, la aparición de prejuicios que agravan la discriminació n de estos seres humanos.
Toda esta real situación, sin embargo, no crea de por sí conciencia popular ni mucho menos revolucionaria. En EEUU, donde los negros fueron esclavos y han sido discriminados en forma intensa hasta el presente, en forma mucho mayor que la existente en Venezuela, los grupos negros en barrios y ciudades discriminan a los latinos y a otras minorías exactamente en la misma forma en que ellos son discriminados por la población blancodescendiente. Esto demuestra que la discriminació n no los ha hecho necesariamente solidarios con otros también excluidos.
Es entendible que nos parezca simpático el triunfo presidencial de un negro en EEUU, país de gran discriminació n racial. Pero Obama no triunfa por ser negro, ni por ser un defensor de los derechos de ésta u otra minoría. No se asumió como negro, se asumió como estadounidense y gana por estadounidense, por decir representarlos a todos, por defender a América, como ellos acostumbran llamar a su país. Son los intereses, desde su punto de vista, de “América” los que va a defender, sin importar si se trata de blancos, negros, latinos, chinos o católicos.
Pero esto no significa que es idéntico a Bush y que no debamos tratar de abrir con él una relación distinta de la existente.
(*)Últimas Noticias, pp 58, 12-11-2008, Caracas
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