Ideologización y politización extremas

La vida cotidiana del venezolano se encuentra hoy ideologizada y politizada en tal intensidad que hechos comunes, cuya relación con la ideología o la política sólo existe en la concatenación universal de los fenómenos, son sin embargo explicados con argumentos como la lucha de clases, la información veraz, la dominación imperialista, la defensa de las artesanías, la acción maléfica de Chávez y muchas otras más sinrazones, que hacen imposible la comunicación entre los venezolanos y dificultan la ejecución de las acciones por parte del Estado, usuales en cualquier parte del mundo ante la aparición de determinado tipo de contingencias.

Estos razonamientos absurdos se dan incluso entre personas con cierto grado de instrucción, a quienes ahora hay que explicarles hasta como se transmiten las enfermedades infecciosas. La pérdida de juicio por los enfrentamientos políticos ha llevado a algunos a considerar que, los casos de Chagas de Chacao y de Chichiriviche de la Costa, fueron producto de la contaminación premeditada de los alimentos a ingerir por los escolares, para mal poner al alcalde del municipio caraqueño y al gobernador de Vargas con sus respectivas comunidades. En el primer caso, el supuesto delito ha debido ser cometido por gente del gobierno, mientras en el segundo fueron los opositores quienes actuaron. La verdad: Jugos de fruta caseros contaminados con tripanosomas por los vectores del parásito.

Otros, muy universitarios, niegan la posibilidad del contagio de enfermedades infecciosas como la tuberculosis, a partir del expendio artesanal de chicharrones, papas y plátanos fritos, en bolsas de plástico infladas por el soplado directo de personas. Se acude, en este caso, a hablar de la labor de las transnacionales contra la producción artesanal de alimentos, lo que casi significa una conspiración mundial contra estos comerciantes. En el pasado, siempre se presionó a los expendedores ambulantes de perros calientes, cotufas, granizados, chichas, emparedados diversos, hamburguesas, jugos de frutas, para que cumplieran las normas sanitarias debidas, sin que esto significara una conspiración contra esa economía de las transnacionales McDonald, BurguerKing o KFC.

Es cierto que laboratorios Roche compró el 90% de los cultivos de anís estrellado, fuente del antiviral Tamiflú, y que hay un negocio con su venta a los distintos países que pudieran verse afectados con ciertos tipos de influenza. Pero eso no hace irreal a la gripe y su transmisión, ni a quienes fallecieron en México. Se negocia con los fármacos para el tratamiento de las enfermedades, lo que se sabe desde hace muchísimo tiempo y ha sido objeto de muchos estudios y denuncias, aquí y en todo el mundo. Pero algunos parece que lo descubrieron ahora y su fervor revolucionario los lleva a negar entonces la existencia de esas enfermedades. Por favor… Ni tan calvo, ni con dos pelucas.

lft3003@yahoo.com



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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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