El golpe de estado en Honduras, quedará registrado en la historia como el inicio del fin de la dominación mediática. La Sociedad Interamericana de Prensa y las innumerables empresas privadas que dicen defender la libertad de expresión en el mundo deben ser denunciadas en un tribunal internacional por la promoción de golpes de estado en toda Latinoamérica, además de ser cómplices de la manipulación de información para encubrir dictadores, terroristas y delincuentes comunes. Ejemplo de ello, dictadores como Pinochet, Micheletti; terroristas como Posada Carriles y delincuentes comunes como Zuloaga dueño de Globovisión. Una vez conocida la estructura económica que sostiene la SIP, la política de manipulación y desinformación de las empresas mediáticas que conforman la SIP, organismos como el ALBA, la OEA, el Grupo de Río, la Unasur, están obligados en crear una legislación internacional sobre medios de comunicación. La soberanía de un país no puede estar expuesta a la violación por parte de un mensaje mediático internacional creado por una empresa privada. CNN por ejemplo vende publicidad hacia el mercado latinoamericano, sus periodistas invaden los hogares de toda latinoamericana para recibir mentiras y justificaciones a las violaciones de las constituciones de países soberanos, incluso justificaciones a la violación de los derechos humanos de todos los latinoamericanos, con el argumento de que son defensores de la libertad de expresión. Pues bien, ya se demostró que no son defensores de la libertad de expresión por sus acciones en el caso del golpe de estado en Honduras, y las descaradas violaciones a la libertad de expresión en Honduras. Dicha legislación, debe prohibir la emisión de la señal de CNN en Latinoamérica por razones de seguridad nacional y salud pública.
CNN comete un delito mucho más grave que las emisoras radiales que fueron juzgadas en Ruanda y cuyos dueños fueron sentenciados a cadena perpetua por instigar a la masacre de la etnia Tutsi y Huttus moderados. CNN ha fomentado golpes de estado y de manera cómplice difunde los argumentos de los golpistas, además de ocultar información que los ciudadanos del mundo tienen derecho a conocer. Lo hacen amparados en conceptos deformados de libertad de prensa y libertad de expresión, y nadie puede juzgar su ausencia de ética a la hora de informar. CNN es una empresa privada cuyo dueño posee decenas de empresas y cuyos intereses coartan la libertad de expresión de dicha cadena comunicacional. Sin embargo, la señal de CNN y sus mensajes difamadores y encubridores traspasan la soberanía de los países latinoamericanos amparados en la libertad de prensa, lo hacen a través de canales privados, violando fronteras. Pero si un mexicano por razones de pobreza busca trabajo traspasando la frontera de Estados Unidos es detenido como un delincuente. Pero si la señal de CNN traspasa la frontera por una empresa de TV por cable, para difundir mensajes que encubren delincuentes, fomentan golpes de estado y justifican la violación a los derechos humanos de los ciudadanos en toda Latinoamérica, gozan de total impunidad. El caso más patético fue el corresponsal de CNN durante el golpe de estado en Venezuela en abril del 2002, quien sabía por confesión de militares golpistas que habrían muertos en la marcha de la oposición conducida a Miraflores. Pero el periodista no hizo nada para impedirlo, no informó oportunamente a los ciudadanos que serían llevados a un matadero. Y luego sin el menor sentido de la ética, confiesa su irresponsabilidad o complicidad ante un grupo de estudiantes de comunicación social. Me gustaría saber que habría hecho el periodista si sabe que su esposa e hijos estarían en esa marcha. CNN es una empresa mediática criminal, cuyo prontuario debe ser analizado por los gobiernos latinoamericanos, sus principales víctimas.
Davidjavier18@gmail.com
Davidjavier18@hotmail.com