La crisis política de Honduras puede tener varias lecturas y una de ellas es la optimista.
Al presidente Zelaya le quedaban seis meses de administración, y sabia que por la estructura legal Hondureña, él no podía ser nuevamente presidente y que sus planes administrativos estaban llegando al fin, así como sus iniciativas políticas estaban llegando a su ocaso y sin seguridad de mantenerse en el tiempo, puesto que el continuador de las políticas del partido al que pertenece Zelaya, no había mostrado simpatía por lo que el había avanzado, en lo social, en lo político interno y en lo político internacional( fundamentalmente, sus tratados de integración al ALBA).
ASÍ LAS COSAS. LA ERA Zelaya, estaba apunto de ser enterrada. Ya en noviembre de este año iban a ser otros los actores que dibujarían un panorama muy distinto al que estaba diseñando Zelaya, que lo componían ideas del socialismo del siglo XXI. Democracia participativa, soberanía y autonomía política, solidaridad internacional, antiimperialismo, inclusión, mejorar el nivel de vida de los humildes y la conformación de un bloque de poder regional latinoamericano.
Todo cambio con el golpe exitoso adelantado por el estatus quo Hondureño, los militares disciplinados y obedientes a su comandante militar hicieron su trabajo a la perfección y no se han intimidado ni resquebrajado en su moral reaccionaria. En ellos no hacen mella llamados latinoamericanistas, ni populares o justicieros, nada, ellos están destilando cada gota de odio insuflado por la escuela de las Américas del comando sur y su adoctrinamiento anti comunista, de todo un siglo.
De manera que en perfecta armonía los oligarcas y militares gorilas, hicieron desaparecer la democracia en Honduras y esto no sabemos por cuanto tiempo. El mantenimiento de los golpistas en el poder de honduras implica que los insurgentes países de ALBA, MERCOSUR, UNASUR, deben asimilar que ya molestaron al gigante y que este, no reculara por hacer declaraciones, amagar con intenciones de rebeldía e independencia, con convocatorias de emergencia de la OEA, DE LA ONU, ni de ningún organismo internacional.
Los insurgentes países de Latinoamérica, están ahora en la disyuntiva de pedir disculpas al imperio o apostar más fuerte, crear un instituto internacional de pensadores (un think tank, del socialismo del siglo XXI) para diseñar ofensivas políticas, militares, económicas, culturales y sobre todo comunicacionales, que sirvan para atacar al imperio, con la causa de la democracia participativa, la democracia social o socialismo del siglo XXI.
La caída de Honduras se trocara en una victoria, sí replanteamos la estrategia y el objetivo estratégico, deja de ser el retorno de Zelaya y pasa a ser :
1. La inclusión de la cuarta urna en las elecciones de noviembre en Honduras.
2. El nombramiento de un nuevo candidato que aglutine a todas las fuerzas populares hondureñas que han nacido o han renacido, hoy día, en Honduras. Es decir aprender de la táctica empleada (solo para acceder al poder), por Rafael Caldera, después de insurgencia del Comandante Chávez en el 1992
3. Tratar de que la protagonista y lideresa, del retorno de la democracia a Honduras sea la Canciller Patricia Rodas.
4. tratar de que la candidata de la union de partidos revolucionarios y organizaciones sociales sea Patricia Rodas.
En lo internacional, no se deben perder más oportunidades, para enrostrar al mundo que el ataque a la democracia Hondureña, fue ejecutada por los gorilas nacionales con la anuencia, en el mejor de los casos o con la dirección y financiamiento de los Estados Unidos De Norte América, en el peor de los casos.
No se debe perder tiempo en acusar a los imperialistas americanos, por el golpe en Honduras y por sus intenciones de hacer lo mismo con otros países del mundo y (especialmente) de Latino América. Hay que denunciar la intransigencia del imperio Aquellos que pretendan promover alguna forma de gobierno que no sea netamente capitalista subdesarrollada, con economía periférica y dependiente de los países industrializados y que enfrenten la hegemonía Americana.
Una vez trabajado intensamente y develado el tema, de la promoción de las intenciones imperiales de realizar una sistemática y masiva destrucción de todos los programas políticos nacionales de cualquier país del mundo y de los líderes de estos, si su objetivo es la soberanía y la independencia del yugo imperial.
Trabajando en dos frentes; simultáneamente empezar la promoción sistemática e intensa de la necesidad y el derecho que asiste a cualquier pueblo o nación del mundo a la defensa y a la lucha por su supervivencia como manifestación cultural y humana y al desarrollo de su manera propia de hacer su vida nacional. En otras palabras a la autodeterminación de los pueblos.
Es decir a convencernos de la necesidad de hacer nuestras propias fuerzas armadas que nos protejan de los “goriletis” del mundo y de los fascistas globalizados, “nada podemos esperar de los demás, si no lo que hagamos nosotros mismos “.
La pérdida de Honduras, como miembro de los países del bien e insurgentes y la victoria de los estados que se sostienen y promueven, la injusticia, la pobreza y los privilegios, como modo de vida y discrimina a sus nacionales. NO SERÁ EN VANO, SÍ DE ELLO, sacamos la convicción y la iniciativa para la conformación de las Fuerzas armadas internacionales para la defensa de los derechos del pueblo a una vida digna y sin excluidos. No será en vano si por la afrenta Hondureña, les replicamos con la conformación de:
El Tratado de defensa mutua de la democracia .
Este tratado luchará por igual en la defensa de cualquier nación cuyo gobierno este suscrito al ALBA y o que promueva las instituciones necesarias para lograr la democracia social o particularmente la democracia participativa, en América y que abruptamente, con agavillamiento y alevosía, fuerzas armadas internas o externas, ataquen y quieran destruir e interrumpir el funcionamiento de las instituciones democráticas de ese estado miembro.
Se pierde la democracia en Honduras, pero nace el Tratado de defensa mutua de la democracia.
* abogado.
