El intento de ingreso del Presidente Zelaya, a suelo Hondureño, le ha dado un nuevo rumbo a los acontecimientos en ese país. Estas acciones desestabilizan, la estructura que vienen montando los golpistas y sus apoyos externos, tanto a lo interno del país, como afuera. Ese clima de adormecimiento lento, que ha pretendido ser impuesto por algunos sectores interesados, desde el exterior, es subvertido cada vez que el Presidente Zelaya lleva a cabo una acción de este tipo. Al parecer el Presidente Hondureño entendió, que la supuesta mesa de diálogo fue simplemente una trampa casa bobo, que pretendió entumecer la rabia de la comunidad internacional y del pueblo en contra del golpismo. Y no solo eso, sino que también se pretende usar como condicionante, de las maniobras del Presidente Constitucional. Una mesa pateada por los golpistas desde sus inicios, viene siendo usada como reten del accionar del Presidente. A este parapeto montado para tal fin, es al que recurren los que subrepticiamente vienen participando en la “operación congelador”. El pasado viernes, tanto el mediador Arias, como Insulza y la Secretaria de Estado, chantajeaban a Zelaya por su decisión de ingresar a su país y hasta lo responsabilizaban por un posible baño de sangre. El descaro es terrible, montan una mesa fracasada, sus muchachitos malcriados rechazan los dos auxilios políticos y judiciales, presentadas por el mediador Oscar Arias. Y pretenden todavía mostrar Al presidente Hondureño, como el que desestima el diálogo por generar el conflicto. Para estos señores, un Presidente desarmado, ingresando a su país, sería el responsable de la masacre que se pueda suscitar. Dan a entender que del otro lado solo hay insanos mentales, locos que no se pueden presionar mucho y que por su misma situación, no pudieran ser sancionados por la justicia. Es como que si nuestras autoridades nos dijeran que debemos pagarles una vacuna a los delincuentes, para que estos no nos agredan, la desfachatez de estos sectores es similar. El imperio y sus delfines, esperan de Zelaya, un comportamiento similar al de Jean Beltrán Arístide en Haití. Simplemente dan tiempo al tiempo. El objetivo de los confabulados, es lograr que el gobierno de facto se sostenga por los meses que le quedarían al actual Presidente, para luego llamar a unas nuevas elecciones controladas por ellos, donde pudieran remozar la cara al golpismo y mostrarse con un gobierno surgido por los votos. Este seria un escenario distinto y pudiera dar inicio a cambios en la comunidad internacional. La estrategia de Zelaya debe ser acelerar los acontecimientos, no dejarlos pensar, presionarlos a ellos. De esa manera mantiene al pueblo movilizado y expectante y a los golpistas buscando como dar respuestas nerviosas a lo presentado, generándoles mayores equivocaciones.
Es risible ver a la Secretaria de Estado, pidiéndole paciencia a Zelaya, y lo es más, esa falsa preocupación que muestra ante las posibles bajas. Cuando todos sabemos que su mortificación es otra. ¿Por qué el Gobierno Norteamericano no recurre a esa misma paciencia cuando decide aniquilar a los pueblos del mundo? ¿Por qué no les duele los más de 600 mil iraquíes que han masacrado, por querer apropiarse de su petróleo?, ¿Por qué no detuvieron la masacre de Israel contra palestina recientemente? ¿Por qué no detienen la masacre del pueblo Afgano?. ¿Por qué la CIA no borró del guión, los asesinados por francotiradores, durante el golpe de estado en Venezuela? Se pudiera considerar serio el llamado de la Doctora Hillary? por supuesto que no. Hay que ser realmente insolente para sostener una posición como la expresada por la Secretaria de Estado Norteamericana Hillary Clinton.
El Imperio simplemente sostiene a esos grupillos de familias, que se creen dueños de los países. La democracia de la que se ufanan las sociedades civiles del mundo y el imperio, es tal, mientras no se toque lo establecido. Se puede jugar y correr, mientras no te salgas del recuadro.
PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM
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