“Trabaja en algo, para que el diablo te encuentre siempre ocupado”
San Jerónimo….
Los últimos días las agencias
informativas internacionales no mostraban obviamente el deseo de quitar
los reportes sobre las protestas en Irán de los principales noticieros
mundiales, aunque el grado de la agitación en la capital iraní ha
disminuido.
James Petras, el profesor honorífico
de la Universidad de Binghamton, autor de 60 libros, traducidos a tres
decenios de idiomas, por poco resultó ser el único de una multitud
de expertos norteamericanos, periodistas y Blogger independientes, quien
no puso en duda el carácter legítimo de las elecciones iraníes y
las preferencias dominantes del elector iraní a favor de Ahmadinejad.
En el artículo "Irán:
una invención sobre "las elecciones robadas", publicado en
famoso portal analítico francés "Le reseau Voltaire", James
Petras escribe: "Es casi imposible encontrar un ejemplo de elecciones,
hacia las cuales EEUU tenga un interés peculiar, y donde la derrota
del candidato Pro-americano no fuera evaluada como "ilegítima"
por la élite política y mediática occidental".
El sociólogo recuerda los
escándalos, desatados en la prensa occidental después de las elecciones
plenamente democráticas, pero "no acertadas" para el Occidente
en Venezuela y el sector de Gaza, subrayando que la organización de
la campaña actual de desacreditación de las elecciones en Irán es
"un ejemplo clásico" de la misma índole. La correlación
de las preferencias de los electores, según la opinión de J.Petras,
fue completamente presagiada: el pueblo votó por Mahmoud Ahmadinejad
como un líder de orientación nacional, quien defiende los intereses
de los pobres, al mismo tiempo, que por Jossein Musavi, "el liberal
moderado, favorito de la prensa internacional", votó la minoría
burgués de la élite Pro-occidental.
Lo principal es que el sociólogo
marxista norteamericano fijó la atención al hecho llamativo, que requiere
una explicación: todo el mundo literalmente en América – los demócratas,
los radicales, los republicanos, los trotskistas, los de la izquierda
y de la derecha, los sionistas y los antisemitas, los radicales y los
conservadores, los independientes y los preconcebidos – aceptaron
prácticamente unánimemente la versión de "las elecciones falsificadas",
sin esforzarse en buscar algunas pruebas. ¿Qué es lo que está detrás
de esta turbación general de los sentidos?
Porque es imposible llamar
de otra manera la reacción unánime de los norteamericanos a los acontecimientos
en Irán. Podría parecer, que después de toda una serie de "revoluciones
de colores" la receta de cómo se hace llegar al poder en uno u
otro país el candidato "necesario" es bien conocida. Con
la ayuda de las encuestas preliminares, las encuestas de salida (exit
pool), de la divulgación de rumores, etc., en la conciencia social
se introduce la tesis de las elecciones falsificadas, la oposición
y "los observadores internacionales" exigen el recuento de
votos o la realización de nuevas elección, muchedumbres de la juventud
se empujan a las calles, provocando el estallido de la histeria adolescente,
se conecta la prensa opositora y las organizaciones "de los defensores
de los derechos", el conflicto local se hace pasar al nivel de
un acontecimiento global con la ayuda de los medios de comunicación
masiva internacionales, de los "defensores de los derechos"
y de los "observadores", la interrogante sobre el carácter
legítimo de las elecciones se traslada desde la esfera de la expresión
de la voluntad popular a la esfera del "reconocimiento" o
"no reconocimiento" de los resultados de las elecciones por
"la comunidad internacional". Todas estas recetas se analizan
de una forma pormenorizada, en particular, en la recopilación "Redes
color naranja", editada por el Fondo de la Perspectiva Histórica
de Rusia.
Los acontecimientos en Irán
se estaban desarrollando por el guión crestomático clásico. La técnica
de la organización de los golpes, se puede decir, ya ha dominado a
las masas. Sea como fuere, Irán expulsó a los diplomáticos británicos
por "espías", que estaban organizando disturbios, los resultados
de las elecciones iraníes los pusieron en duda N.Sarkozy, altos representantes
de la Unión Europea. El Congreso de EEUU publicó la resolución, que
condena "la violencia del gobierno de Irán y de las fuerzas progubernamentales
de orden en contra de los participantes de las manifestaciones, así
como la liquidación del intercambio electrónico independiente por
medio de la limitación del trabajo del Internet y de los teléfonos
celulares".
El gurú norteamericano
de "las tecnologías no violentas" Jinn Sharp, autor del manual
del golpe color naranja en Ucrania y de una serie de elaboraciones estratégicas
de "autogolpes", destacó en numerosas ocasiones, que los
fracasos de "los golpes no violentos" están vinculados más
frecuentemente con los países, donde los medios "libres"
de la comunicación masiva y las organizaciones no gubernamentales no
tienen la posibilidad para el despliegue y donde los gobiernos están
dispuestos a aplicar la fuerza en contra de la oposición "no violenta".
A los señalamientos del gurú sobre la participación de los medios
de comunicación masiva "libres" en el cambio de los regímenes
ahora hay que añadir el Internet "libre" y los teléfonos
celulares "libres".
Con este punto de vista "tecnológico"
sobre el elector, como una masa elaborada, la conversación sobre la
democracia pasa terminantemente a la esfera de la sofística. Los métodos
antidemocráticos suponen, como regla general, la resistencia a la expresión
de la voluntad del pueblo. En Irán todo ha sido exactamente al revés.
La mayoría aplastante de la población apoyó a Ahmadinejad, pensando
que él defenderá mejor su país de la agresión de América e Israel,
alrededor de un tercio de la población – la élite Pro-occidental
y sus hijos, "iluminados" por el estudiantado occidental,
las minorías étnicas y una parte de la emigración – estaban en
el lado de Musavi como portador de la fe en "las reformas occidentales".
Los expertos occidentales,
como regla general, pierden de la vista, que la violación del balance
geopolítico mundial en resultado de la desintegración de la URSS,
sacó a los escenarios políticos de los países en vías del desarrollo
fuerzas totalmente nuevas. La contraposición geopolítica actual no
la define el antagonismo de los proletarios y los capitalistas o la
alternativa de la libertad o el autoritarismo, sino la incompatibilidad
psicológica de los defensores del estado nacional, de la soberanía
y la identidad cultural (por una parte), y de los adeptos del mundo
"globalizado" unificado – por el otro. Es precisamente por
esta razón la mayoría de los electores en los países de "la
periferia mundial" escogen la alternativa a favor de aquellos,
a quien la prensa occidental está inclinada a poner bajo la sospecha
de "autoritarios" y "dictadores". De hecho sólo
se trata de la opción a favor de los políticos, quienes, según los
puntos de vista de la gente, no rompieron con los intereses nacionales
y no se pusieron al servicio de "la subordinación global"
de los centros supranacionales mundiales. El test de la "democracia"
es de antemano no democrático en la subcultura supranacional occidental.
La globalización borra en
principio la democracia, arrojando aparte su concepto central – la
expresión de la voluntad de la mayoría nacional. La élite Pro-occidental
para la cual el apoyo del Occidente es frecuentemente la única base
de la legitimidad en el país de origen, al contrario, parte de la presunción
de la culpabilidad (la sinrazón de antemano del elector "retrasado"
e "ignorante"), al quien es necesario "poner el cerebro
a su sitio" de acuerdo a la plantilla occidental, apoyándose a
la ayuda desde exterior.
No es casual que los ideólogos
de "las revoluciones de colores" hacen hincapié precisamente
en el componente global de las tecnologías de la red. Desde la época
de los últimos acontecimientos en Moldavia en la prensa occidental
comenzaron a aparecer artículos, que denominaban lo ocurrido en este
país como "la revolución de twitter". Y de esta manera precisamente
los medios de comunicación masiva norteamericanos comenzaron a interpretar
los acontecimientos en Irán. "Por qué la revolución de twitter
en Irán es única en su género" – así uno de los comentaristas
encabezó su artículo, dedicado a nuevas tecnologías electoras.
Hace algún tiempo, al describir
el desorden en Moldavia, la prensa occidental escribía con admiración
sobre el uso de la tecnología Twitter ("trinar" en inglés)
– "la red social" abierta gratis para el usuario, inventada
en San-Francisco. Dizque con la ayuda de estas nuevas tecnologías,
que permiten a la juventud a establecer el intercambio libremente en
el régimen del tiempo real, enviando simultáneamente una enorme cantidad
de breves comunicaciones tanto por el Internet, como a los teléfonos
celulares, los participantes de las acciones de protesta coordinaban
fácilmente sus movimientos, conocían el tiempo y el lugar de la acción
de protesta, etc. El mito de la súper arma trinante de la juventud
moldava "progresista" se apoya de una forma activa por el
Centro Berkman en Howard, que recibió la beca gubernamental y el apoyo
de numerosos patrocinadores comerciales, incluyendo el infalible Soros,
al desarrollo del proyecto "El Internet y la sociedad". Sin
embargo, a pesar de la mísera cantidad de los usuarios del "twitter"
en Moldavia (un Blogger adelantado calculó a 78 personas), la información
sobre "la súper arma" fue muy exagerada.
El uso de la tecnología Twitter
en Irán se la puede llamar única en su género en el sentido de que
la prensa occidental ha caído realmente bajo la influencia de la propia
propaganda. Ya que el acceso de los periodistas occidentales a la información
fue limitada, una gran cantidad de la correspondencia no confirmada,
que pasaba a través de las redes Twitter, se preparaba y se enviaba
en tiradas de millares de ejemplares no por los participantes ordinarios
de los acontecimientos, sino por los líderes de la oposición y los
tecnólogos políticos Pro-occidentales, sin hablar ya de la desinformación
de los servicios especiales mundiales y locales.
Peter Ackermann, otro gurú
de "los golpes sin sangre", que había fundado el centro de
los conflictos no violentos en Washington, y había trabajado de forma
activa en la preparación de la revolución color naranja en Ucrania,
recomienda sin embargo no ligar demasiadas esperanzas con Twitter durante
la preparación de los movimientos de protesta. Al mismo tiempo, reconoce
el mérito de esta tecnología, viendo en ella un recurso para el desenvolvimiento
inicial, la selección y el reclutamiento de los cuadros para los movimientos
de protesta. De acuerdo a la opinión de Ackermann, al final de cuentas
en Irán este movimiento también será acertado, "sobre todo,
si se precipita más allá del territorio de Teherán".
Las tecnologías de la red
son una buena ayuda para los desestabilizadores globales en la tarea
del reclutamiento de personas y de la coordinación de las operaciones
de combate; perspectivas análogas surgen aquí para los servicios especiales,
dispuestos a tomar a la oposición a la nota y "convertir"
la protesta en sus propios intereses. Todo, lo que para los tecnólogos
políticos está lleno del azar trinante de los cambios de opereta,
en la vida real se vuelve violencia, tragedia humana, víctimas humanas,
como pasó en Irán. De hecho, es la guerra: informativa, psicológica,
cibernética, cognitiva, y sus primeras víctimas son la juventud verde,
adolescentes, niños.
Los principios de "la defensa civil" en las guerras de este género yacen en la superficie y exigen la renuncia motivada de la sociedad a la democracia manipuladora, con la que se introduce una ideología, ajena a la conciencia nacional, y sobreviene la sumisión psicológica del pueblo. Sólo hay que entender, que los movimientos de protesta, al margen de quienes los promuevan desde afuera, están basados en el rechazo real interno de aquel modelo de sociedad y de aquel cuadro del mundo, de los que fue extirpada la claridad consciente del objetivo. Y este no es sólo ya el problema de Irán, Honduras y Venezuela.
PS: La mayoría de la ultraizquierda venezolana con franelas con la cara del “Che Guevara”, y la tecnocracia/burocrática, de suéter rojo rojitos de las empresas venezolanas usan Black Berry, ¿Descifren este acertijo ante esta realidad tecnológica?
Fuente: Irina Lébedeva
Percasita11@yahoo.es